Ahora sé
que no puedo hacer que te quedes
pero dime, ¿dónde está tu corazón?
¿En el eco de la despedida,
en el rincón de los silencios,
en el hueco que dejas,
o en la sombra que aprendí a llamar hogar?
¿Qué es lo peor que tomas de cada corazón que rompes?
Como cuchilla, mancha, se queda,
y la herida, aunque cierre,
es un recuerdo que nunca aprende a callar.
Dime, ¿qué es lo peor que puedo decir?
Las cosas son mejores si me quedo
Pero incluso en el intento,
la verdad se agrieta:
hasta luego y buenas noches,
murmuro, mientras la sombra
me envuelve,
no como un extraño,
sino como un viejo amigo que nunca se fue.
Hubo un momento,
cuando cada estrella que caía
te hacía llorar de nuevo,
y yo, desde la distancia,
me deshacía en un millón de pedazos
que nunca tuve el valor de juntar.
¿Puedes escucharme?
¿Podemos fingir un adiós tan real
que al reencontrarnos
seamos el amanecer que nunca acaba?
Porque lo parte más difícil no es recordar tus ojos,
no es añorar tu risa perdida,
no es extrañar tu voz,
ni siquiera es el eco de tu ausencia.
Es abrazar el espacio vacío,
el mismo que habitaste con tu luz,
y que ahora
sólo sabe respirar oscuridad.
Y entre la niebla del adiós,
la melancolía se alarga,
no como un final,
sino como una eternidad.

Comments (4)
Qué belleza de poema. ♡
Qué belleza de poema. ♡
Muchísimas gracias, agradezco tus palabras
Responder a: Mr.Black
Me dejas bien Mr.Black, bien hecho, bien hecho :+1: :grin: