Cuando crees que tú corazón está roto, en la mayoría de los casos , llegan personas que de forma lenta pero precisa, comienzan a hacer suturas en tu corazón.
Eso sana ciertas heridas, pero hay otras que son demasiado profundas y esperan a una persona específicamente.
A veces, los ojos son tan ciegos, que no logran verla a pesar de tenerla justo enfrente. Esto resulta tan deprimente... La perdermos, sin darnos cuenta, hasta que su ausencia comienza a hacerse notar.
Es entonces, cuando las suturas que los demás hicieron... Comienzan a romperse, dejando nuevamente heridas abiertas.
Resulta en ocasiones irónico ¿Por qué?, Pues es una respuesta muy simple, porque hay personas que con heridas expuestas y sangrantes, aún toman las herramientas para suturar a los demás, pero con ellos no sirve igual.
Algunas otras veces, es peor de lo que parece, pues cuando ya tienes heridas "sanadas", llegan nuevas que comienzan a enfermar y lastimar tú corazón.
No está mal, aprender a querer y valorar las suturas que te hacen los demás, pero hay algo importante...
Muchas veces, la persona más importante para hacer suturas en el corazón, es uno mismo...

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