ᵀᴬᴿᴱᴬ ⁴┊Pociones II

wᴇʟᴄᴏᴍᴇ ᴛᴏ ᴍʏ ʙʟᴏɢ

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Hola a todos, en el día de hoy traigo

nuevamente una de mis tareas de

Pociones II la cual consiste en men-

cionar los usos de la Felix Felicis en

la saga, además de hacer una historia

de que haría si bebiera la poción y

decir mi opinión personal. Sin más

que agregar ¡¡COMENCEMOS!!

𝐇𝐚𝐫𝐫𝐲 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫 ••

Durante el sexto curso se Harry en Hogwarts,

en una de las clases de pociones de Slughorn,

gana una botellita de la poción Felix Felicis

gracias a una preparación casi perfecta de el

Filtro de Muertos en Vida con la ayuda de las

instrucciones del Principe Mestizo. Harry usó

esta poción para engañar a su amigo Ron, ha-

ciéndole creer que la había bebido y así darle

confianza en sí mismo y que pudiera jugar bien

el partido de Quidditch. El primer uso como tal

de la poción fue en abril de 1997 para recupe-

rar el recuerdo de Slughorn, bebiendo un tra-

go que le otorgó tres horas de suerte a Harry.

En Junio de 1997 el resto de la poción fue dis-

tribuida entre Hermione, Ron y Ginny para su

lucha en la Torre de Astronomía contra los

mortífagos.

𝐀𝐥𝐛𝐮𝐬 𝐃𝐮𝐦𝐛𝐥𝐞𝐝𝐨𝐫𝐞 ••

No se sabe muy bien cuando es que Dumble-

dore hizo uso de esta poción Felix Felicis, lo

único que se conoce que la llegó a usar con

fines recreativos.

𝐇𝐨𝐫𝐚𝐧𝐜𝐞 𝐒𝐥𝐮𝐠𝐡𝐨𝐫𝐧 ••

Slughorn ha hecho uso de esta poción un total

de dos veces, no se conoce para que fines pe-

ro se sabe que que un uso fue durante su ado-

lescencia y otra tras su madurez.

𝐓𝐞𝐫𝐭𝐢𝐮𝐬 ••

Tertius era un huérfano mago nacido de mu-

ggles en al siglo XVI que pasaba sus días va-

gando por la calle, un día recibe un frasco con

la poción de parte de su creador, Zygmunt

Budge quien se compadeció de su historia. Al

tomarla logró encontrar una bolsa de galeones

mientras andaba por el Callejón Diagon, con

la cual compró ropa y una varita, también lo-

gró encontrar trabajo.

                                                                               • • •

Caminaba irando la bella e impresionante

naturaleza del bosque en el que me encontra-

ba, esa mañana había decidido dar un paseo

para despejar mi mente por un bosque que se

encontraba a varios kilómetros de donde vivía.

La mañana era fría y de vez en cuando me a-

brazaba a mi misma por las brisas frías que

chocaban contra mi, aunque me agradaba, el

frío era algo que me gustaba. Seguía caminan-

do cuando escucho a lo lejos un sonido que

pude deducir que se trataba de agua, seguí el

sonido que cada vez se intensificaba más indi-

cándome que me estaba acercando al lugar,

llegué a una pequeña laguna descubriendo que

el sonido que escuchaba se trataba de unos pe-

queños patos y su madre, me acerqué a la orilla

de la laguna y me senté para ver mejor aquellos

patos, quedándome ahí por unos largos minu-

tos observando todo lo que me rodeaba. Ras-

qué mi cuello al sentir una pequeña picazón

dándome cuenta de que el collar que siempre

llevaba conmigo no estaba, me paré de inme-

diato comenzando a buscar desesperada el co-

llar, lo llevaba desde pequeña y jamás me lo qui-

taba, era muy importante para mi. Volví sobre

mis pasos esperando encontrarlo, observando

atenta por cualquier destello dorado que se dis-

tinguiera en el oscuro suelo. Estuve más de me-

dia hora buscando el collar sin buenos resulta-

dos, me senté en una roca algo desanimada

pero sin ganas de rendirme, no podía irme sin

él. Y es cuando algo vino a mi mente, pues cla-

ro, pensé. La mayoría de veces cuando salía

llevaba conmigo un pequeño frasco con Felix

Felicis, también conocida como “Suerte líquida”,

nunca se sabía cuando era necesaria. Saqué mi

mochila de mi espalda para tomar el frasco, el

cual encontré fácilmente. Retiré el pequeño cor-

cho y sin pensarlo mucho tome un trago.

Lo guardé en la mochila y coloqué esta sobre mi

espalda nuevamente para buscar nuevamente,

ahora con más suerte. Volví por cuarta vez so-

bre mis pasos y después de unos minutos pude

ver como un destello dorado se cruzaba en mis

ojos. Me acerqué y si, era mi preciado collar,

salté de la emoción y al fin pude respirar con

tranquilidad, lo coloqué donde pertenecía, en

mi cuello, y me dispuse a volver a casa, pues

ya era hora de volver.

Es una poción muy útil cuando necesitas algo

de suerte, sobre todo para momentos donde

sea más que necesaria. Pero no hay que abu-

sar de ella, y no solo por las consecuencias

que trae al usarla constantemente si no que

todo sería muy fácil al tener siempre la suerte

contigo, no creo que estaría bien vivir siempre

así, pues debes esforzarte para conseguir las

cosas como muchas otras personas.

˗ˏ𖥸ˎ˗

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