Our sweet story

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⠀⠀Cuando se conocieron

⠀⠀en    los   pasillos de   Hogwarts,   estos   se

⠀⠀llenaban de túnicas de todos los colores y

⠀⠀estudiantes de distintas escuelas mágicas

⠀⠀alrededor      del      mundo.      El      ansiado

⠀⠀intercambio interescolar había comenzado.

⠀⠀Nuestros dos protagonistas se encontraron

⠀⠀después de días de buscarse mutuamente.

⠀⠀Llámenlo coincidencia,destino o casualidad,

⠀⠀pero   desde ese   primer   encuentro,   algo

⠀⠀nació entre   ellos, algo   que jamás podría

⠀⠀extinguirse, sin importar nada, ni nadie.

⠀⠀Desde   la    primera    vez que    se    vieron,

⠀⠀sintieron   una    atracción   inmediata,   una

⠀⠀conexión innegable,   pero no del tipo de

⠀⠀amor que   surge con la urgencia de una

⠀⠀tormenta.   No   hubo miradas robadas   ni

⠀⠀suspiros en los pasillos. Lo que nació entre

⠀⠀ellos fue un amor paciente, construido día a

⠀⠀día    con    gestos   silenciosos   y    miradas

⠀⠀cómplices.     Un    amor    basado     en     la

⠀⠀comprensión,en la aceptación incondicional

⠀⠀del otro,   sin intentos    de   cambiarlo    ni

⠀⠀exigencias a cambio. Un amor de Ágape, el

⠀⠀más puro y desinteresado.

⠀⠀Arien era un mago de Castelobruxo con una

⠀⠀conexión   innata con la naturaleza   y los

⠀⠀secretos de la magia antigua. A diferencia

⠀⠀de Alexandra, quien había sido criada para

⠀⠀no   confiar en   nadie y siempre sintió la

⠀⠀necesidad de demostrar su valía, él tenía un

⠀⠀aire   de calma, como   si el tiempo no le

⠀⠀afectará de la misma manera que al resto

⠀⠀del mundo. Observador y paciente, estaba

⠀⠀dispuesto    a    esperar   a   que   Alexandra

⠀⠀decidiera confiar en él, a que dejara que su

⠀⠀coraza se resquebrajara, aunque solo fuera

⠀⠀un poco.

⠀⠀Los   días   pasaban   y,   sin   darse   cuenta,

⠀⠀comenzaron a encontrarse en los mismos

⠀⠀rincones   de   Hogwarts. En   la biblioteca,

⠀⠀donde Arien con su personalidad coqueta

⠀⠀dejaba pergaminos con anotaciones para

⠀⠀que Alexandra los encontrara. Hubo una vez

⠀⠀en   los   jardines, donde   Alexa   compartió

⠀⠀con Arien su anécdota favorita de infancia,

⠀⠀de cuando hizo magia por primera vez e

⠀⠀hizo desaparecer su dragón de peluche que

⠀⠀le había dado su hermana, también le contó

⠀⠀de la vez que le jugó una broma a su melliza

⠀⠀he hizo que su pelo castaño cambiará a un

⠀⠀verde neón, que luego su hermana se vengó

⠀⠀poniéndole la piel azul como la caricatura

⠀⠀muggle llamada “pitufos”, que veían de vez

⠀⠀en cuando, esa noche Alexandra descubrió

⠀⠀qué    la risa de Arien era   el sonido más

⠀⠀hermoso que había escuchado hasta ahora,

⠀⠀el cual podría catalogarse como su nuevo

⠀⠀sonido favorito. En la torre de Astronomía,

⠀⠀también compartían momentos inolvidables,

⠀⠀donde Alexandra podía hablar sin miedo de

⠀⠀sus pensamientos más oscuros, y Arien la

⠀⠀escuchaba sin juzgarla, sin intentar darle

⠀⠀respuestas   que ella no necesitaba, pero

⠀⠀también      compartiendo      sus      propias

⠀⠀experiencias      personales,     fortaleciendo

⠀⠀mucho más el vínculo que habían creado

⠀⠀hasta ese momento.

⠀⠀Alexandra   tenía   miedo   de   amar. Había

⠀⠀aprendido de su familia que el amor venía

⠀⠀con condiciones, expectativas y exigencias.

⠀⠀Siempre había sentido que debía ser fuerte,

⠀⠀demostrar que era suficiente, que merecía

⠀⠀quedarse. Pero   con Arien, no tenía   que

⠀⠀hacerlo. Él nunca le pidió que fuera alguien

⠀⠀distinta, nunca le exigió que cambiara sus

⠀⠀defectos ni que suavizara sus aristas.

⠀⠀Algunas noches, cuando las inseguridades

⠀⠀la acechaban y sus miedos le carcomían el

⠀⠀alma, Alexandra se alejaba, convenciéndose

⠀⠀de que podía seguir sin él, de que no lo

⠀⠀necesitaba. Y,   sin   embargo, cuando   sus

⠀⠀pensamientos perdían   fuerza y reunía el

⠀⠀valor para    regresar, lo   hacía.   Con   una

⠀⠀vergüenza que la hacía sentirse diminuta,

⠀⠀siempre lo encontraba ahí, con la misma

⠀⠀serenidad, con la misma aceptación en la

⠀⠀mirada, sin reproches ni preguntas. Arien

⠀⠀sabía que el cariño que estaba comenzando

⠀⠀a sentir por ella, fuese amistad o algo que

⠀⠀todavía no terminaba de descifrar, no era

⠀⠀una atadura, sino un refugio. Y él estaba

⠀⠀dispuesto a ser ese refugio para ella, sin

⠀⠀importar cuánto tiempo tomara, ya que en

⠀⠀ella     había    descubierto     una    persona

⠀⠀increíble, aunque Alexandra no se sintiera

⠀⠀de esa forma.

⠀⠀El invierno llegó a Hogwarts con su viento

⠀⠀cortante y su cielo gris. Alexandra enfermó

⠀⠀y, aunque insistió en que estaba bien, Arien

⠀⠀la conocía demasiado bien para creerle. Fue

⠀⠀él quien le llevó pociones, quien la cubrió

⠀⠀con una manta cuando se quedaba dormida

⠀⠀sobre sus libros, quien la sostuvo cuando la

⠀⠀fiebre la debilitó tanto que apenas podía

⠀⠀mantenerse en pie. Pero más que eso, fue

⠀⠀él   quien   se quedó a su lado sin   hacer

⠀⠀preguntas, sin   esperar nada, solo porque

⠀⠀sabía que ella lo necesitaba aunque no lo

⠀⠀dijera en voz alta.

⠀⠀—Te ves terrible —murmuró Alexandra una

⠀⠀noche,   con la   voz áspera por   la fiebre,

⠀⠀mirándolo con cansancio.

⠀⠀—Gracias —respondió él con una sonrisa

⠀⠀tranquila, acomodándose mejor en la silla

⠀⠀junto a su cama.

⠀⠀—Deberías irte a dormir.

⠀⠀—No tengo sueño.

⠀⠀Era mentira, y ambos lo sabían. Pero ella no

⠀⠀insistió, porque en el fondo, su presencia le

⠀⠀reconfortaba    más    de    lo    que    estaba

⠀⠀dispuesta   a itir.   Se   movió un poco,

⠀⠀haciéndole un pequeño espacio en la cama

⠀⠀y dando ligeras palmaditas a su costado.

⠀⠀Ari entendió y se acostó junto a ella con

⠀⠀cuidado,   sin   incomodarla,   ya    que   aún

⠀⠀estaba    débil.     Se    quedaron    dormidos

⠀⠀escuchando   la   respiración   tranquila   del

⠀⠀otro.

⠀⠀Horas después, Lexie comenzó a tener una

⠀⠀pesadilla recurrente.

⠀⠀"Se veía a sí misma de niña, jugando con su

⠀⠀madre en un columpio. Su padre apareció a

⠀⠀contemplarlas,    con   su   expresión   fría e

⠀⠀impenetrable.   Lex podía   contar con una

⠀⠀mano las veces que él le había mostrado

⠀⠀afecto en público, así que su presencia no

⠀⠀le    preocupó...   hasta   que    unas   figuras

⠀⠀encapuchadas irrumpieron en   la   escena,

⠀⠀murmurando    en   un idioma que apenas

⠀⠀comprendía. En un instante, sus padres se

⠀⠀pusieron alerta, ocultándola instintivamente

⠀⠀tras ellos. Alex no entendía lo que sucedía,

⠀⠀pero sabía que no estaba a salvo.

⠀⠀De   repente,   su    padre titubeó   por    un

⠀⠀segundo   y    su mirada   recayó   sobre   la

⠀⠀pequeña. Ese breve instante fue suficiente

⠀⠀para que los atacantes la tomarán como

⠀⠀rehén. Su madre, desesperada, ofreció un

⠀⠀trato: ella se entregaría a cambio de que

⠀⠀dejaran a su hija con su padre. Aceptaron

⠀⠀sin dudarlo, murmurando   en una lengua

⠀⠀extraña “te has vuelto débil, Avery, el amor

⠀⠀que dices profesar por tu familia, te volvió

⠀⠀débil y estúpido, y ni qué decir de ti, Shafiq”.

⠀⠀Alex vio cómo se la llevaban a su madre, sin

⠀⠀que su padre pusiera alguna objeción más

⠀⠀que poner a la pequeña tras su cuerpo, y

⠀⠀nunca volvió a ver a su madre hasta años

⠀⠀después. Su padre, por otro lado, se volvió

⠀⠀aún     más     desconfiado,     tratando     de

⠀⠀despojarse   de cualquier debilidad que el

⠀⠀amor   por    sus    seres   queridos    pudiera

⠀⠀causarle."

⠀⠀Despertó gritando.

⠀⠀—¡No se la lleven! ¡Él no es débil! —

⠀⠀Su corazón latía con fuerza y las lágrimas

⠀⠀nublaban   su visión. El joven Belmont se

⠀⠀despertó   sobresaltado, viéndola   temblar.

⠀⠀No preguntó qué había sucedido. En lugar

⠀⠀de eso, le puso una mano en la espalda y, al

⠀⠀ver que Alexandra no se alejaba, la abrazó

⠀⠀con firmeza. Sin pensarlo, ella se aferró a él.

⠀⠀Y, entre sollozos, le contó todo.

⠀⠀Le habló de sus inseguridades, de lo difícil

⠀⠀que le resultaba abrirse a las personas, del

⠀⠀temor de ser débil   por amar. Le confesó

⠀⠀que, en ese momento, entre sus brazos, se

⠀⠀sentía vulnerable pero segura... y que eso

⠀⠀le aterraba. Ari la escuchó en silencio, sin

⠀⠀interrumpirla, sin traspasar sus límites. Solo

⠀⠀estuvo ahí, hasta que ella volvió a dormirse

⠀⠀con   la   fiebre   menguando   y   el   cuerpo

⠀⠀menos tenso.

⠀⠀Sin     embargo,   el    miedo    creciente    de

⠀⠀depender   de alguien hizo que Alexandra

⠀⠀sintiera que debía alejarse, así lo hizo en

⠀⠀cuanto   se   recuperó,   no    sin   antes   ser

⠀⠀retenida    por     Madame   Pomfrey   en   la

⠀⠀enfermería.

⠀⠀— Mi   niña,   sé   que   esto   no es   de   mi

⠀⠀incumbencia, pero ese joven la quiere de

⠀⠀verdad. Desde que usted enfermó estuvo

⠀⠀todos los días viniendo y preguntando por

⠀⠀su condición, tanta fue su insistencia qué el

⠀⠀director le dio un "permiso" especial para

⠀⠀que se quedara en la noches a su lado, no

⠀⠀se quería separar del lado de su cama ni por

⠀⠀un segundo. Y yo que llevo tantos años en

⠀⠀Hogwarts, nunca había visto un amor tan

⠀⠀puro y bonito como el que él le profesa —la

⠀⠀dulce medimaga le entrego una pequeña

⠀⠀poción a la joven frente a ella, por si volvía

⠀⠀a   enfermarse a   tal grado.   Sin tener en

⠀⠀cuenta   que sus   palabra habían causado

⠀⠀estragos   en   la mente   y corazón   de   la

⠀⠀muchacha, Alexandra asintió con un suave

⠀⠀movimiento    de    cabeza     y    guardo    el

⠀⠀frasquito que le había entregado.

⠀⠀Mientras "asimilaba" lo dicho por Madame

⠀⠀Pomfrey,   no   podía evitar   recordar    que

⠀⠀estaba acostumbrada a pelear sus batallas

⠀⠀sola,   a no   dejar que   nadie   se acercara

⠀⠀demasiado a   su centro, lamentablemente

⠀⠀en   su   familia   era   lo   habitual   y   había

⠀⠀aprendido que no   necesitaba   de   nadie,

⠀⠀todos   aquellos   en   quien depositaba   su

⠀⠀corazón eran una debilidad más, una que no

⠀⠀qué jamás se podía permitir. Su padre le

⠀⠀había instruido a la menor de los Avery qué

⠀⠀jamás   debía demostrar una debilidad en

⠀⠀público, de esa forma se ahorraría muchos

⠀⠀problemas    innecesarios,   pero lo que su

⠀⠀padre desconocía, era que el joven Arien  

⠀⠀Whittemore   en   esos   momentos   era   su

⠀⠀mayor debilidad, para bien o para mal, ella

⠀⠀lo   quería y no   podía   hacer   nada   para

⠀⠀cambiar esos sentimientos, aunque eso le

⠀⠀aterrazba se sobremanera.

⠀⠀Cuando logró poner sus "pensamientos en

⠀⠀orden", sacudió la cabeza guardando todos

⠀⠀aquellos sentimientos innecesarios en una

⠀⠀cajita   en   el   fondo   de su mente. Había

⠀⠀estado tan sumida   en sus pensamientos

⠀⠀que no se había percatado de la presencia

⠀⠀de él frente a ella, hasta que chocaron en

⠀⠀los   pasillos como la primera vez que se

⠀⠀encontraron y una sonrisa fugaz escapó por

⠀⠀sus   labios,   a   sabiendas    de   que   debía

⠀⠀comentarle lo que pasaba por su cabeza,

⠀⠀con   la delicadeza   que   la   caracterizaba,

⠀⠀tomó al joven Whittemore por la muñeca y

⠀⠀lo llevo a los jardines centrales de Hogwarts,

⠀⠀un   lugar en el que pudieran hablar con

⠀⠀tranquilidad, cuando se sentó frente a él, el

⠀⠀joven    no    comentó    nada,   simplemente

⠀⠀escudriño ese   rostro   que comenzaba   a

⠀⠀memorizar, cada línea de expresión de su

⠀⠀rostro le indicaban que algo no iba bien.

⠀⠀—Tal vez esto no sea buena idea... No creo

⠀⠀ser una buena persona para   ti —susurró,

⠀⠀con la mirada baja y el miedo latiéndole en

⠀⠀la garganta.

⠀⠀Él   se mantuvo   en   silencio unos   breves

⠀⠀segundos, los que ella sintió como eternos,

⠀⠀hasta que simplemente asintió.

⠀⠀—Si   eso es lo   que necesitas, está bien.

⠀⠀Sabes que jamás podría hacer algo que te

⠀⠀lastimara, y mucho menos haré algo para

⠀⠀atarte a mí si no es lo que quieres. — el

⠀⠀corazón   se   le    hacía pedazos   con cada

⠀⠀palabra que pronunciaba, pero su propia

⠀⠀madre le había enseñado que si amaba a

⠀⠀alguien lo suficiente, lo dejaría ir y si este

⠀⠀volvía, era el indicado.

⠀⠀No intentó   convencerla de quedarse,   ni

⠀⠀retenerla. Porque su amor no era posesivo

⠀⠀ni egoísta. Amarla significaba   dejarla ser

⠀⠀libre, aunque eso significara perderla.

⠀⠀Pero a los años después, cuando ambos ya

⠀⠀habían terminado sus estudios, Alexandra

⠀⠀regresó.

⠀⠀Porque   descubrió que   en el   mundo no

⠀⠀había otro amor como el de Arien. Un amor

⠀⠀que   no   pedía,   que   no   exigía,   que   no

⠀⠀condicionaba. Y ella se dio cuenta de que

⠀⠀no quería huir de él, porque lo que tenía

⠀⠀con Arien no la hacía más débil, sino más

⠀⠀fuerte.

⠀⠀Al   reencontrarse, sus   manos volvieron a

⠀⠀entrelazarse   como si   nunca se hubieran

⠀⠀soltado, sus   almas encajaban   como una

⠀⠀sola, la melodía de sus corazones sonaba al

⠀⠀mismo ritmo y se   fundían   en una única

⠀⠀canción, dulce a sus oídos.

⠀⠀—Eres mi Ágape —susurró Arien, besando

⠀⠀suavemente sus nudillos.

⠀⠀— ¿Ágape? No quiero sonar inculta, pero en

⠀⠀noruega jamás he escuchado algo parecido,

⠀⠀perdón. —lo último lo dijo con un pequeño

⠀⠀deje de vergüenza, no le gustaba itir

⠀⠀cuando no sabía algo

⠀⠀—Según la mitología griega, Ágape es el

⠀⠀término   qué se   le otorga a aquel amor

⠀⠀incondicional, sin ataduras, el tipo de amor

⠀⠀qué    no     termina,    sino      que    siempre

⠀⠀evoluciona y se transforma, así que sí, tú

⠀⠀eres mi Ágapē, Alexandra Avery.— Los ojos

⠀⠀mieles de Arien, observaban a Alexandra

⠀⠀con anda más que amor y iración, de

⠀⠀no ser porque estaban sentados, la chica

⠀⠀frente a   él se hubiera   derretido   en sus

⠀⠀brazos

⠀⠀Alexandra sonrió, con una calidez que le

⠀⠀llenó el alma, sus mejillas se tiñeron de un

⠀⠀rojo carmesí y no pudo evitar taparse el

⠀⠀rostro tan solo unos segundos.

⠀⠀—Y tú el mío. No sabía lo que era un amor

⠀⠀tan honesto y   puro   hasta ahora, tu me

⠀⠀enseñaste que el amor no tiene porque ser

⠀⠀una atadura, y no te hace débil, al contrario

⠀⠀te da fuerzas para luchar cada día y tu me

⠀⠀demostrabas eso, nunca me exigiste tiempo,

⠀⠀ni nada,   siempre   estuviste   incondicional

⠀⠀para mí, y aunque no lo creas, mi forma de

⠀⠀demostrarte amor, fue   alejándome de ti,

⠀⠀porque sé la clase de persona que soy y lo

⠀⠀destructiva qué puedo ser, fue mi forma de

⠀⠀protegerte, y protegerme, lo que sentía por

⠀⠀ti no lo había sentido con nadie más y la

⠀⠀verdad me aterraba. Disculpame si no fui

⠀⠀clara contigo desde el principio, pero si hay

⠀⠀algo que lo puedo afirmar con toda certeza

⠀⠀siempre fuiste, eres y serás tú, Arien

⠀⠀Whittemore. —

⠀⠀Porque en un mundo donde todo cambia,

⠀⠀el amor que se entrega sin condiciones es

⠀⠀lo único que permanece para siempre.

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⠀⠀Uno de mis recuerdos favoritos con Arien

⠀⠀fue cuando un día de la nada llego a mi

⠀⠀privado y me dijo que yo era su "Ágape", en

⠀⠀ese instante no entendí a que se refería y le

⠀⠀pregunté   cuál   era   el   significado. Él me

⠀⠀explico que era un término griego, pero que

⠀⠀significaba "amor incondicional   y puro", y

⠀⠀me   encantó tanto la sanción de que me

⠀⠀dedicará esa palabra de bonito significado

⠀⠀qué había aprendido, que se convirtió en

⠀⠀algo   nuestro, y   él también   significa   un

⠀⠀Ágape para mí.

⠀⠀Desde   ese   día se   hizo   costumbre   que

⠀⠀llegáramos   al privado   del otro con   una

⠀⠀palabra de bonito significado que nos hacía

⠀⠀pensar en el otro ♡

⠀⠀Esto fue escrito con todo el amor y cariño

⠀⠀para mi dulce Yatziri

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Permiso concedido 🤍

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