Hola y bienvenidos. Hoy traigo un relato de un concurso del PP.
ᵖᵃʳⁱᵉⁿᵗᵉ: George Weasley
ˢⁱᵗᵘᵃᶜⁱᵒⁿ: Regreso a casa del primer año de Hogwarts.
Sin más que añadir, comencemos...
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Yo nací unos años después de la Segunda Guerra Mágica, para ser exactos en Rumanía. Mi padre decidió mi nombre, Svetlana Hermione Weasley, como se llamaba mi madre. Y, como trabaja con dragones, me envió a Inglaterra a vivir con mi tío George. Él dice que me parezco mucho a Charlie, mi padre, siempre fuerte y honesta, que transmito un halo de bienestar y seguridad y bla, bla, bla. Mi abuela dice que no volvió a ser el mismo después de la guerra.
El caso es que el verano pasado me llegó la carta de Hogwarts, y ahora estaba volviendo a casa del tío George, después de un primer curso un poco aburrido en Slytherin.
Las puertas del expreso se abrieron y bajé corriendo con mi baúl detrás. Enseguida vi a mi tío George y fui a darle un abrazo.
–¿Qué tal el primer año?
–Estuvo bien –le respondí.
–¿Te lo has pasado bien en Slytherin?
–Verás... Un poco aburrido –confesé.
–Dame el baúl, ya lo llevo yo.
Salimos por la barrera del andén 9¾ y salimos hacia el exterior de King's Cross.
–¿Vamos en bus a casa? –le pregunté.
La casa del tío George y de la tía Angelina estaba en un pequeño pueblecito de Liverpool, y tardaríamos mucho tiempo en llegar, como a principio de curso al venir aquí.
–No –dijo–. Vamos en coche.
Imposible. Simplemente imposible. Liverpool estaba muy lejos para ir en coche.
–¿¡A Liverpool!? –exclamé– ¿¡En coche!?
–Eso es lo divertido –dijo–. No vamos a Liverpool, pequeña Svetlana.
–No me llames Svetlana.
Sacó la varita y dió un golpecito al aire. Ahí mismo apareció un coche azul, un viejo Ford.
–Un poco viejo, ¿no? –confesé.
–No sabes de las aventuras que he vivido en ese coche. Al abuelo le costó encontrarlo y repararlo.
Mientras decía eso, abrió la puerta y yo me senté en el asiento de la ventana izquierda.
–Te recomiendo que te pongas el cinturón, Hermy.
Me puse el cinturón y el tío arrancó el coche. Apretó un botón y el coche se tornó invisible.
–Por las barbas de Merlín, ¿esto qué es?
–Es un coche...–dijo, mientras tiraba de una palanca y el coche salía disparado hacia arriba– volador.
Yo me agarraba todo el rato al asiento y el tío George iba con tanta normalidad que parecía que iba por una carretera normal. Pasé de ver Londres a ver lindos campos llenos de flores silvestres. Ya reconocí esas colinas. Ya sabía hacia donde íbamos. A la Madriguera Weasley.
El tío George empezó a descender e hizo el coche visible. Aparcó el coche volador un poco lejos del edificio.
–No le digas a la tía Angelina que he ido a Londres volando –me pidió.
–Lo entiendo.
El tío y yo fuimos hacia la puerta. Mi tío la abrió.
–Bienvenida a casa, Hermy.
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Bueno, eso fue todo. Espero que os haya gustado.
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