:purple_heart: :whale2: ☄

                   “ 𝙻𝚘𝚜 𝚕𝚒𝚋𝚛𝚘𝚜 𝚜𝚘𝚗

                      𝚜𝚎𝚙𝚞𝚕𝚌𝚛𝚘𝚜 𝚍𝚎𝚕

                      𝚙𝚎𝚗𝚜𝚊𝚖𝚒𝚎𝚗𝚝𝚘. ”

       ~ 𝐻𝑒𝑛𝑟𝑦 𝑊𝑎𝑑𝑠𝑤𝑜𝑟𝑡ℎ.

Mi historia no es ni buena ni mala, así que vamos a definirla como simple, jamás me gustaron las reglas, sin embargo, me acople a ellas, mi familia no es la típica familia modelo de la que todos quieren formar parte, mis padres no son los mejores, pero son buenos, y al menos supieron educarme bien, con lo que ellos pensaban era ser buenos padres y no estuvieron tan equivocados, no soy perfecto pero me gusta dar a conocer que sí, simplemente por la fachada de intocable que hace más sencillo no hacer amigos, soy el chico que se encierra entre muros de concreto y estanterías llenas de libros, soy la persona meticulosa que no quieres toparte por ser lo suficientemente perfeccionista como para frustrarte, pero soy yo, y creo que ser yo a mi manera es lo correcto, y aunque no te interese hoy te muestro mi historia.

Dylan como buen chico educado que es mantiene una postura con clase, sigue a pie los valores que le fueron inculcados y es una persona bastante culta siendo por igual alguien bastante consciente y tranquilo así como analítico, es reservado pero este aspecto es algo que trabaja bastante para salir de su zona de confort y conseguir más amigos, aún con todo eso si se le llega a conocer bien y deja la parte seria detrás es un chico divertido, bromista, sarcástico y llevado que ofrece un apoyo y una lealtad incondicional a quién se la gane, cosa que pocos obtienen.

Infancia... Parte fundamental de un ser humano que define su formación básica, nada mal, todo suena muy bonito cuando te lo pintan todo de colores, pero tampoco hay que engañarse, hay que saber pensar.

El 31 de Octubre del xxxx nací yo, en una residencia razonable, bueno, razonablemente costosa, no caigamos en clichés, no soy millonario, mi familia tampoco, solo que un capricho de mi padre a los 20 y un puesto en el Ministerio mágico hizo que ahorrara cada centavo para encontrarnos dónde estamos ahora, una gran mansión innecesaria, todos lo sabemos pero la postura de "alta alcurnia" es increíble, y tampoco lo vamos a negar, nos sobra el dinero y eso es más una bendición que algo que presumir.

Mis padres Matías y Marijo son personas tranquilas, respetables y de gran honor que han llegado muy lejos en sus respectivas áreas, por una parte mi madre, es una escritora reconocida en el mundo mágico por sus libros de magizoologia, relaciones muggles, problemas del mundo mágico y sus artículos en diversas revistas sobre el mundo de la alquimia y la astronomía; y mi padre, por otro lado, es un determinado inefable cuyo puesto no diré más sin embargo es increíble y gana bastante bien por ello, suena a familia increíble ¿no? Pues así y con todos los títulos que cuelgan en las paredes de mi casa también hay por donde llegarles y de ahí salgo yo.

Me enseñaron que ser un caballero era lo mejor del hombre prodigio, que los valores se debían tatuar en la piel y que ser humilde ante lo que tienes es mejor que ser un presumido incrédulo y a pesar de todo ese mar de cosas buenas... Mi padre creía que para ser un buen mago debías dedicarte a cosas de magos, sí, los estereotipos abundaban en mi familia, la diferencia de géneros en esencia y aunque no lo crean mi padre el gran "caballero" tenía todo eso en la cabeza, no lo culpo, esa fue su educación y me alegra que a pesar de eso me inculcara cosas buenas... Pero... ¿privarme de leer? Leer no es solo de chicas ¿cierto?

A mi padre le dio un infarto cuando me encontró leyendo "el principito" en mi cuarto, en primera porque era un libro muggle y en segunda porque era niño, sumado a que a esa edad (4 años) tenía que estar en el patio jugando a la pelota y no en mi cuarto encerrado leyendo un "estúpido libro" aún así no me importó y luego de llorarle horas a mi madre para que me regresara el libro lo hizo...

De ese libro le siguieron más y más... Y más hasta que mis paredes se iban llenando de repisas con libros de todo tipo, mágicos y no mágicos ¿cómo los conseguía? Sencillo, mi madre al tener o con los muggles podía conseguir cualquier libro, haciendo que mi comprensión así como mi lectura fuera evolucionando llenando aquella pequeña cabeza de 6 años de información... Una muy corta edad tal vez, pero yo lo llamaría una muy estupenda edad para empezar.

A la corta edad de 4 años estaba acostumbrado a jugar con mis padres en el patio, hacíamos historias y solo dejábamos que la creatividad fluyera, mi madre era experta en eso así que no había duda de que cada vez una nueva y fantástica aventura nos esperaría, nada puede frenar el tiempo o lo que se lleva con él, por lo mismo solo nos dedicábamos a disfrutar el tiempo juntos; mi madre cada vez que salíamos a jugar solía preparar té y llevarnos galletas a mitad del juego así que a cierto lapso de tiempo ocurrido nos avisó que iba por la merienda mientras que yo me quedé con mi padre jugando con los peluches de dragón que me habían comprado recientemente.

𝙽𝚊𝚛𝚛𝚊𝚌𝚒𝚘́𝚗

Marijo: -- Luego de haber acomodado las cosas en la charola recorrí la casa de vuelta a la puerta trasera de nuestro hogar manteniendo una sonrisa calida y tranquila, abrí con cuidado la puerta y salí viendo a mis chicos jugar, su amado le hacia cosquillas a su niño mientras que Dylan solo podía soltar risas. Dicha fijación de su persona hacia esa tierna imagen había causado una gran distracción ya que, en cuestión de segundos, su pie al tratar de pisar el segundo escalón para bajar al patio pisó mal haciendo que tropezara y aventara la charola con las cosas al frente mientras de su garganta salia un grito agudo de desesperación y preocupación mezclada.--

Dylan: -- Mientras mi padre me hacia cosquillas pude notar entre risas y movimientos bruscos tratando de safarme de su agarre como mi madre volvía al patio con la misma charola de siempre, seguí riendo hasta que escuché un pequeño grito que nos hizo parar en seco a mi padre y a mí volteando a ver a mi mamá.--- ¡MAMIIII! --La preocupación de ese instante se notó en mi voz y mis manos se estiraron hacia dónde ella estaba como su yo pudiera hacer algo o rescatarla de que cayera, por un momento todo se sintió lento, mi mirar fue directamente a la charola que ahora estaba en el aire con mis ojos ligeramente rojos y mi pulso a mil hasta que, por alguna intrigante razón pude lograr que la charola se suspendiera en el aire y empezara a flotar con las cosas que llevaba encima llevándome a una gran sorpresa y un cumulo de emociones generadas en tan sólo segundos.--

Nadie en ese momento más que Dylan estaban poniendo atención a lo que ocurría, al menos hasta que sus padres alzaron la mirada mientras Matías ayudaba a Marijo a levantarse del suelo a la par que me preguntaba si estaba bien o necesitaba algo, fue segundos más tarde que ambos vieron la charola flotar, y como si no hubiese pasado nada, Marijo fue corriendo a agarrar la charola en el aire con el resto de cosas mientras que Matías aún con la preocupación de su esposa le fue imposible sonreír puesto que su hijo les había dado su primer indicio de magia. Marijo puso las cosas en el suelo y fue a la par de su esposo con Dylan abrazándolo fuertemente y dejando detrás aquel momento tan preocupante.

La carta ya se sentía en mis manos más que otra cosa, y es que pude demostrar que la magia si estaba más que marcada en mis venas con aquel acontecimiento tan importante en mi vida en general, a partir de ese día solo me la pasaba viendo por la ventana por si alguna lechuza llegaba con una carta de una escuela de magia en sus garras, e incluso me la pasaba en el patio bajo la sombra del árbol que teníamos, leyendo y disfrutando de las tardes, en las que mi padre no podía regañarme ya que estaba en el trabajo.

Dicen que no hay fecha que no llegue ni plazo que no se cumpla, y aunque no me baso en dichos para expresarme este es bastante cierto, aquel tan aclamado día llegó y un día mientras reposaba debajo de mi árbol una lechuza se hizo presente de entre todo el bosque que rodeaba nuestra casa volando de manera tan elegante y dirigiéndose directamente hacia a mi hasta que a una considerable distancia dejó caer la carta directamente en mi manos... Le di una pequeña despedida a la lechuza y entré corriendo en busca de madre la cual estaba preparando la comida, la felicidad que nos gobernó a ambos fue increíble, al igual que la emoción de mi padre al llegar del trabajo y enterarse de que su hijo iría al gran colegio de magia y hechicería de Hogwarts.

Teniendo ya la carta y por consiguiente la lista de útiles que necesitaba, mis padres y yo nos mudamos temporalmente a Reino Unido, ya que ese era un lugar más cercano a la escuela y como yo apenas era un niño no podían dejarme ir solo, mis padres, que ya habían pasado por la misma situación hace años y a veces aún iban al callejón Diagon por gusto me llevaron a comprar todo lo que necesitaba con esto vino mi lechuza a la cual llamé Pickles, y... Mi varita, aquella interesante fiel compañera que luego de dos intentos en los cuales casi derrumbo medio Ollivanders llegó a mis manos una varita de madera de abeto, núcleo de corazón de dragón de 20 cm ligeramente flexible se acoplo a la perfección conmigo dándome así mi mayor instrumento mágico.

Luego de conseguir todas las cosas proseguimos a marcharnos a nuestra casa provisional para preparar todo y solo aguardar el día en que tuviera que partir.

Cada vez podemos tachar otro día importante, y este que veremos ahora es mi llegada a Hogwarts, obvio no solo se tiene que aparecer en la entrada principal y listo ¡no! Y por eso amo tanto estas escuelas, es una travesía perfecta antes de pasar las puertas del gran castillo.

En primera instancia llegamos a la estación King's Cross, dónde sabíamos que entre el andén 9 y 10 estaría el 9¾, la estación estaba llena de personas por lo que mientras mi padre empujaba mi carrito con todas mis cosas, mi madre aconsejaba no separarme de ella así que eso hice. En ilera los tres atravesamos el muro de concreto y al otro lado se podía apreciar el imponente tren rojo que sería quién me llevaría cerca de Hogwarts...

Mis padres se despidieron de mi no sin antes tratar de quitarme cualquier inquietud y decirme lo orgullosos que estaban de mí, que no dejaríamos de vernos y que lo más importante era nunca olvidar mis bases, que no me dejara llevar por nada y fuera centrado en mis estudios, mi padre me dijo que no leyera mas de lo necesario y mi madre, contradiciendo esa postura me dijo que explotara aquella gigante biblioteca que en la escuela me esperaba (spoiler: hice caso a la segunda), sin más nos abrazamos y yo subí aquel tren, el cual no tardó mucho en avanzar. Sentado del lado de la ventana todo el trayecto fuí apreciando la vista al igual que comprando dulces que me quitaran los nervios.

La noche arribo y con esto el bajar del tren y subir a las canoas igual, aún no conocía a nadie, y eso no me preocupaba realmente, en realidad me tranquilizaba, era muy individualista y cerrado desde pequeño, así que solo tomé la canoa y luego de un trayecto ameno dónde aprecie la luna y las estrellas por fin llegamos al castillo.

Luego de llegar al castillo los guiaron al gran comedor, sitio donde nos esperaba una gran ceremonia de selección que me dejaba los pelos de punta, ¿sería Gryffindor como mi padre? ¿O Ravenclaw como mi madre? No tenía la más remota idea pero en mi interior anhelaba tanto ser parte de aquella casa azul con águilas custodiando nuestra vida estudiantil.

Mi mente se llenaba de pensamientos y no podía estar quieto, varios chicos pasaron antes que yo hasta que una profesora grito mi nombre.

"¡Dylan Avery Tonks!"

Se hizo un silencio enorme en la gran sala y las miradas de todos buscaban al chico de tal nombre, mi mente y me cuerpo se frenaron por lo que mi mente había supuesto eran horas que simplemente eran segundos... La profesora volvió a decir mi nombre sacandome de la burbuja en la que me había metido haciendo que caminara a aquella silla sentandome y sintiendo como colocaban el gorro sobre mi cabeza, dudoso tal sombrero supo incluso quién había sido mi madre, y creo que eso ayudó ya que segundos más tarde grito la casa... Mi casa.

¡Ravenclaw!

Al día siguiente de haber sido elegido en la casa Ravenclaw y tener listo mi uniforme empezaron las clases... No lo sé creo que era mi contradictoria posición ante las reglas lo que le daba el toque aburrido a la escuela, pero fuera de eso todo era bastante increíble, mi previa lectura ante todas las materias que esta escuela podía ofrecerme me daba una gran ventaja ante muchos de los estudiantes, y no, no me quiero considerar un "niño prodigio" no me pondré posiciones que realmente no me quedan, más sin embargo la lectura ayudaba, y eso era algo que muchos no entendían, que desperdicio.

Ese día mi primera clase fue astronomía... Tenía que itirlo, estaba empezando de maravilla ese día ya que mi madre me había inculcado un amor por estos temas al igual de darme desde aún más pequeño la introducción sobre lo que los muggles sabían acerca de esta gran rama científica. Sumado a todo esto mis participaciones así como los puntos ganados para mi casa fueron aumentando, y creo que no logré caerle bien al resto de chicos que estaban en el aula (tanto de mi casa como de otras) porque sus caras de desaprobación se hicieron venir en cuanto mi quinta participación se hacia presente ¿muy exagerados no? Para ese momento muy seguramente ya me tachaban de nerd, de lamebotas e incluso de matado en los estudios, cosa que me parecía triste ya que mentes tan cerradas no podían mantener una posición tranquila ante alguien que sí se había preparado (más sin querer queriendo que porque realmente pensara asistir a una escuela así), al final, empecé a adaptar la misma posición "perfecta" ya que cumplía el objetivo: No hacer amigos.

Luego de esa materia le siguió historia de la magia... Creo que de todos los temas existentes en escuelas, la materia de Historia ni aquí ni en Beauxbatons lograría agradarme, irónico para alguien que ama leer ¿no? Pues no lo negaré, es bastante irónico pero era así, la historia nunca logró atraparme, al menos no la historia en general, eran muchas fechas, acontecimientos y periodos que memorizar y lo siento pero tener que memorizar tanto me daba una fatiga increíble, de solo pensar en la materia me daba sueño, sin embargo, mi profesor logró darle un sentido diferente a la materia cuando (permitamne adelantarme un poco) a mediados de ciclo me dijo lo siguiente:

“ Dylan, la historia vela como una serie de cuentos que llevan una cronología, es importante leer cada parte del cuento para entender los sucesos anteriores, así como también el por qué de muchos otros ”.

Y sí, eso me ayudó a apreciar un poco más la materia. Pero no estamos para relatar esto, si no para extendernos a mi día.

No recuerdo a ciencia cierta el resto de clases, pero sí la última, encantamientos, aquella gran materia dónde en esencia iba a ocupar mi varita y mi conocimiento, mi padre sabía acerca de esto y usualmente practicabamos los fines de semana, más cuando descubrió que la primera vez que hice magia no fue gracias a él, si no a un libro, mezclando ambas partes creo que podría decirse me llevaría bien con esa materia, y me alegraba por sobremanera terminar el día así, no podía quejarme, mi burbuja seguía intacta y las ganas de leer libros buenos aumentaban.

Así como las películas clásicas que trascienden los tiempos puesto que se vuelven en obras de arte icónicas ante la sociedad, solo personas que realmente puedo contar con los dedos de una mano llegaron a mi vida, creo que ya e remarcado bastante que hacer amigos no es lo mío, aunque eso no significa que no aprecie y conserve a los que llegaron a mi vida.

En primera instancia tengo a Jess, una chica igual de reservada que yo que conocía desde antes de entrar a Hogwarts y con quién siempre mantuve o, incluso cuando a ella le llegó una carta de Beauxbatons, al inicio era muy seca, introvertida y ligeramente atemorizante (no se lo digan~), pero con el tiempo y sin querer quitar su "máscara" fuí descubriendo una parte más ¿agradable? De ella, permitiéndome decir ahora que es una chica carismática, entregada y bastante ágil que ama ser bromista y molestar a las personas que la rodean con pequeños chistes, que es una chica a la que no le cuesta comportarse si así se amerita y que ante el resto de gente ella solo es una chica más con la que no desearías meterte, aún así para mí ella es mi mejor amiga, en todo el sentido de la palabra y es que, me acople realmente bien con ella... Nunca terminaré de agradecerle.

Y seguimos con... Con... Vaya, creo que ya les he quedado mal, ¿recuerdan el aura antisocial que tengo? Pues eso hace que la lista de amigos no sea muy larga, o que no se necesiten ocupar más que los dedos de las manos (o quizá uno más), sin embargo estoy bastante tranquilo con eso, no es que no conozca más personas, pero, sin afán de ofender, falta tiempo para ser considerados amigos.

Aparte de ella podemos encontrar a mi hermana Héla Scamander ella es una chica simpática, tranquila y muy amable, muchos podrían decir que por ser hermanos no es necesario tener cosas en común, pero así es, tenemos muchas cosas en común, algo bastante curioso... La amo y la protejo con mi vida, y aunque la encontré mucho después en mi vida y es más un cariño que lazo de sangre lo que nos une es bueno tenerla en la misma, sin duda no la cambiaría por nada en la tierra, es bueno y muy reconfortante saber que ella está ahí.

Tenemos también a mis hermanas biológicas André me gané la lotería con ellas como familia, son divertidas, dulces y cariñosas aparte de un poco molestas (otsea que nos molestamos pues JAJA, no que me moleste su presencia ¡Eso jamás!), las amo mucho y trato de ser el mejor hermano que puedo, estando para ellas si me necesitan y amándolas 4eva. :sparkles:

Ahora puedo presentarles a mi pollimanada, Hannah (aquí también entra mi hermana Nath) estas chicas llegaron en un momento inesperado, pero lo repetiría mil veces más, son dedicadas, inteligentes, audaces y bromistas, paso ratos geniales con ellas y con cada tontería que hacemos... Las adoro, son mis chicas y yo soy el Couch motivacional y sádico en sus vidas, espero eso nunca cambie.

Por último tenemos a Satanes él es un chico que se fue ganando mi cariño y ocupando un lugar importante en mi vida, bromeamos bastante, es un chico fascinante que cada vez tengo el placer de irlo conociendo más, bobo si lees esto te quiero, baby. ☄

:fire: Created to be a duo :koala:

Cada una de estas personas son pilares en mi vida, personas a quienes atesoro, adoro y ofrezco una lealtad inigualable, mi apoyo está en ellas y sí... Creo que dichoso entre las mujeres porque la mayoría de mi círculo de amistades se basa en chicas, pero no me arrepiento, todas y cada una de ellas se han ganado un pedacito de mi vida y estoy feliz por ello, cada una de ellas tiene mi iración por lo fuertes que son y lo shingonas que me demuestran que pueden ser, sin dejar al astuto chico de lado que muchas veces me ha ayudado y le estoy eternamente agradecido por ello. :heart:

Aunque esto sobresale de cualquier capítulo previsto era necesario contar esta historia, así como otro par que se vera más adelante.

Para un niño, no hay nada mejor que volver a casa dónde todo es constante, dónde están los más allegados o sea mamá y papá y en esencia... Dónde está aquel rincón del mundo en el que puedes perderte sin siquiera meditar que hay personas en el exterior, ese rincón para mi era mí cuarto, que cada que yo regresaba a casa se llenaban las repisas de nuevos libros hasta que cada uno de los juguetes que llegué a tener se fueron y se sustituyeron por libros... Libros que a la fecha no olvido y menos esa noche.

O4 / Octubre

Un día normal como cualquier otro me mantuve encerrado en mi cuarto leyendo y saliendo de las cuatro paredes que me reconfortaban solo si era meramente necesario, para ese entonces el libro que había entre mis manos y yo ya casi terminaba era "El retrato de Dorian Grey" cuya trama me era fascinante, ¿un retrato que hacia obtener la belleza perpetua? Demonios a quien no le llamaría la atención algo así, y no, no lo ocuparía, pero era interesante darse la mínima posibilidad y que se haría con ello; a la tarde noche ya estaba cerrando un libro más hasta que escuche que unos pasos pesados se acercaban por las escaleras que daban hacia mi cuarto, mi padre, el señor prodigio tal parecía que ya no soportaba la idea de que un chico de 8 años leyera a masa como lo lograba hacer yo y harto de que cada lapso de vacaciones fuera lo mismo... Explotó

                                                 𝙽𝚊𝚛𝚛𝚊𝚌𝚒𝚘́𝚗.

/Grandes golpes en aquella madera blanca y lustre se hacen presentes en la puerta del pequeño de 13 años presagiando un final no muy agradable./:

¡DYLAN ABRE ESTA PUERTA AHORA!

/Las órdenes de su padre era claras y horriblemente dichas, generando una tensión en el ambiente densa, podía sentirse hasta la más mínima pizca de enojo y temor solo divididos por una puerta./

Dylan: - atemorizado y en un shock repentino aquel niño pequeño solo pudo correr a la puerta y ponerle seguro para luego regresar y esconderse debajo de las cobijas, no sin antes agarrar de manera firme su varita y estar a la expectativa de lo que podría pasar - (mamá por favor regresa antes de que mi padre haga algo, mamá por favor vuelve de tu junta) - abrazando sus piernas, con apenas un hilo de voz y un continuo choque de sus dientes a base del temor solo pudo pronunciar su anhelado deseo de ese momento - mamá...~

/Al otro lado de la puerta, segundos más tarde de que Dylan pusiera el seguro se escucho en tono muy bajo como una varita era desenfundada, Matías, su padre para este entonces apuntaba hacia el perno de la puerta y pronunció "Alohomora" con una voz ronca y fuerte la cual parecía no poder estar tranquila. La manija débil que tenía esa puerta no tardó en abrirse y con ello todo el enojo invadió de lleno el cuarto del niño/.

¡ME TIENES HARTO CON TUS LIBROS, ENTIENDE DYLAN, ESO NO ES DE MAGOS RESPETABLES!

/Teniendo un saco en la otra mano Matías empezó a meter cada uno de los libros que habían en las repisas al saco, por la forma tan violenta con la que estaba llevando acabo ducha acción algunos libros cayeron por cuenta propia dañándose con el impacto, a otros se les rompieron las pastas o se les arrancaron páginas pero Matías seguía sin parar/.

Dylan: - cuando su padre logró entrar a la habitación el miedo que parecía inalcanzable ya, siguió aumentando, los ruidos que las estanterías comenzaron a hacer generó que se quitara las cobijas de encima y empezara a ver esa desgarradora escena - ¡PAPÁ POR FAVOR NO TE LLEVES MIS LIBROS POR FAVOR PAPÁ! - La voz de Dylan estaba desgarrada, cada libro estaba siendole arrebatado de sus manos, ese sentimiento de vacío empezaba a generarse en su pecho y las lágrimas simplemente empezaron a brotar sin freno alguno, Dylan corrió hacia su padre y empezó a golpearlo como pudo, su espalda, sus piernas, todo lo que tenía al alcancé sin embargo, solo fue recibido por un fuerte empujón que lo dejó tirado en el suelo sin poder hacer más que observar. -

/Haciendo caso omiso al desgarrado actuar de su hijo, Matías estaba decido a terminar con eso de una vez por todas con esto así que luego de meter todos los libros al saco salió del cuarto y recorrió toda la casa con su mirada seria, enojada y decidida hasta que llegó al patio trasero, al centro de ese patio empezó a dejar caer todos los libros dejándolos amontonados, se alejó un par de metros y apuntó de manera firme hacia los libros terminando por pronunciar "Incendio"/

Dylan: - Sin más que hacer solo dejó que su padre se llevara los libros dejando un desastre en su cuarto hasta que, al asomarse por una de las ventanas de su cuarto vio como su padre fue a parar al patio trasero dejando todos los libros ahí, miro helado lo que estaba haciendo hasta que su padre empezó a quemar los libros dejando que un grito desolado y fuerte saliera de su boca; tomó rápido su varita y fue corriendo por toda la casa hasta llegar al patio trasero dónde empezó a apuntar a los libros intentando salvarlos, aunque su padre se opusiera.- ¡Aqua Magn...

/Matías al escuchar que su hijo llega y quiere interponerse en su autoridad no deja que Dylan termine el hechizo y apunta directamente a su mano para pronunciar "Expelliarmus" que, gracias a esto, la varita de Dylan se vería expulsada de su mano y lanzada metros fuera de su alcance/

¡INTENTAS ALGO, Y JURO QUE ROMPO TU VARITA DYLAN!

Dylan: -- La varita le es quitada de las manos y aunque perfectamente supiera que con "venite" la varita podría volver a sus manos, es amenazado y no le quedaba más que observar esa escena que definitivamente le había marcado de lleno, tenía el corazón roto, la garganta seca, la impotencia, tristeza, enojo, resentimiento, rencor y odio invadían su persona... De pronto solo se dejó caer sobre sus rodillas congelado y sin poder salvar sus preciados libros, las lágrimas no paraban y ahora el vacío lo sentía en todo el cuerpo, había muerto sin siquiera dejar la vida. -

Es muy bien sabido que las palabras pueden dañar igual que las armas, pero a manera más metafórica ya que, de no contenerse los seres humanos podemos decir muchas cosas que realmente no pensamos con tal de herir o dejar en ridículo a alguien, pero creo que, a la hora de hablar de hechizos se rompe la barrera metafórica que tienen las palabras de herir y lo hacen realmente, si bien no me inclino por ningún bando... Este hechizo podría decirse que me inclino por el oscuro, y no es así lo juro, es de utilidad para todos, y este hechizo en particular lo descubrí gracias a un libro de la biblioteca de Hogwarts que encontré, desde su descripción me pareció fascinante, y llevarlo a cabo aún más les presentó al hechizo...

Suffoco.

Cuando tuve la edad suficiente, mi padre me pagó la inscripción a clubes de duelo permitiendo que llevara a la práctica todo lo que tenía en teoría, y aunque seguía con el odio hacia mi padre... Agradecía estar en ese club, cuando avancé de nivel los hechizos se iban permitiendo y el añorado momento llegó, pude emplearlo y ver como mi contrincante se quedaba sin aire empezando a morir por asfixia... Sí, no estaba permitido matar a los contrincantes, pero estaba permitido intentarlo si el hechizo tenía contra hechizo, cosa que cumplía, así que solo aguarde a que mi contrincante pudiera defenderse... No pasó, y el moderador me pidió parar con eso así que simplemente di el contra hechizo la vías respiratorias del chico se despejaron y empezó a recobrar su color, de ahí en fuera nadie quería meterse conmigo, eso fue divertido.

Así como llegué a detestar diversas materias también llegué a amar otras, y es que vamos, en un mundo dónde prácticamente todo lo que esté es irreal para los muggles ¿qué aún existan cosas fantásticas que se creen irreales? La mitología te llena de eso, de relatos llenos de historias increíbles sobre deidades, seres, animales fantásticos que a pesar de todos con los que contamos aún existen algunos que no hemos comprobado, los mitos les dan a todos, a todo el mundo un poco de misterio y a preguntarse ¿realmente existió? Tener esa necesidad curiosa esa manera increíble de intentar explicarse cosas tan simplemente complicadas como quién o quienes crearon todo, y por es la mitología me encanta.

Otra de mis materias favoritas era cuidado de criaturas mágicas, y aunque esta es bastante común entre las personas, hay que entender por qué ¡Las criaturas fantásticas son perfectas! Sobrepasan por mucho a los animales del mundo muggle y sin duda tienen en ellos comportamientos fascinantes... Era bastante interesante estar en esas clases, curse todos los tomos de esa materia y claro que las aprobé, fue divertido.

Sí, yo con todo y lo antisocial que llegaba a ser, mi persona también detonaba momentos de locura que me hacían querer molestar a las personas que me rodeaban, y gracias a la postura de "tranquilo y reservado" que tenía pocos llegaban a creer que podría ser yo, de esto salieron varias bromas... Pero mi preferida a sido y será siempre el día en que, con cuidado extraje el extracto de Billywig y lo puse en las puntas de diversos petardos, cuándo estábamos en clase de transfiguración lancé diversos petardos a personas que no me caían del todo bien haciendo que dichas personas flotaran por el salón y tuvieran que esperar a que en primera: un magizoologo llegara y en segunda: que se les pasará el efecto levitante... Fue sublime verlos gritar porque estaban flotando y no podían controlarlo, sin embargo, tuve que grabarme esa escena y reírme más tarde para no ser descubierto.

Antes de que se lo pregunten, no, no soy gay, pero si me llegan a gustar los chicos tanto como las chicas, y descubrir eso fue algo bastante impactante para mí persona... En un lugar al que yo llamaba casa estaba alguien que creía que leer era para chicas ¿Si yo dijera que también me gustaban los hombres qué podría esperarme? El odio, el rencor y el desprecio por alguien importante en mi vida, que si bien, luego de que él quemara todos mis libros mi madre le dió un alto divorciandose y diciéndole que era el colmo... Aún así tendría que verlo, al final de cuentas era mi padre y su único error era tener tan marcada la diferencia de genero. Así que un día, en unas vacaciones solo les pedí a ambos que nos reunieramos porque tenía algo importante que decirles, no sabía cuál sería la reacción de ellos pero estaba esperanzando en que de ser odiado, solo fuera por mi padre...

                                             𝙽𝚊𝚛𝚛𝚊𝚌𝚒𝚘́𝚗.

28 de Febrero

Dylan: -- Los nervios le carcomían por completo sus padres, que ya estaban frente a él se mantenían a la expectativa, podía leer en sus gestos que no tenían nubla más remota idea del por qué los había citado, a los dos, en el mismo sitio, a la misma hora, lo cual era raro en él, desde el divorcio las cosas entre sus padres se habían vuelto muy diferentes, todo era meramente formal, y aunque fuera lo "normal" aún no se acostumbraba a eso -- bueno... Papás... Tengo algo importante que decirles, creo que es necesario hacerlo y aunque me terminen odiando... Tengo que decirlo.

/Los padres de Dylan, al escuchar cada una de sus palabras empezaron a hacer un gesto de preocupación, por su parte Matías dejaba fruncir su ceño un poco más de lo normal aún manteniendo su mirada sería pero que muy en el fondo podía notarse su preocupación, y por otro Marijo era más notoria y sensible, su gesto detonaba la preocupación y sus manos empezaron a jugar entre si con cierto nerviosismo/ Marijo: Hey... Cielo, dinos anda... No hay nada que puedas hacer que pueda generar que te odiemos /Al decir esto ella deslizó su mano por la pierna de Dylan de manera dulce para hacerlo entrar más en confianza mientras el padre de Dylan seguía serio y atento/

Dylan: -- sus ojos empezaban a quebrarse, más aún con las palabras de su madre y la mirada impenetrable de su padre, sabía que sí era posible, y por eso el miedo le invadía de tal manera, aún así ya estaba ahí, y ni podía dar marcha atrás.-- Bu-bueno... Necesitaba decirles que... Que... Yo soy... -- un nudo en la garganta empezó a formarse haciéndole más difícil el habla y sus manos empezaban a ponerse inquietas por los nervios.-- Soy bisexual...~ -- no quería decirlo en tono tan bajo, pero el nudo casa vez apretaba más y era casi imposible hablar, no lo creía posible pero ya lo había dicho, solo se quedó expectante a lo que ahora harían sus padres temeroso por lo mismo.--

/La incertidumbre volvía locos a sus padres, necesitaban que Dylan les dijera de una vez por todas lo que ocurría hasta que lo hizo...

Matías: -- Se levantó de su asiento, acomodó su saco abrochando los botones al estar completamente de pie al igual de acomodarse las mangas del saco, le dedico una cara de decepción a Dylan y empezó a caminar hacia la salida.-- Lector y joto ¿Qué? ¿Luego serás escritor de poesía?... No creo que haya hecho algo tan mal para esto. -- habiendo dicho esto con la voz seca y firme giró el perno de la puerta y antes de salir soltó un suspiro, muy en el fondo sabía que estaba terminando por romper la relación con su hijo y que tal vez no lo volvería a ver, pero la posibilidad de verlo con un chico le mataba, estaba seguro de que él le había dado todo y que su hijo le pagará así le parecía una blasfemia. Sin más salió por la puerta y azotó la misma detrás de él.--

Marijo: -- Veía el nerviosismo en su hijo y lo conocía tan bien que sabía que en cualquier momento rompería en llanto, agarró sus manos y deslizó sus pulgares por la piel de las mismas intentando reconfortarlo, sin embargo, su padre hace tales comentarios que le hacen hervir la sangre, no podía creer que pudiese tratar así a su propio hijo.-- SI TE VAS A PORTAR ASÍ MEJOR NI INTENTES DISCULPARTE DESPUÉS, VETE A LA @#&!?€× -- Habiendo gritado eso solo se acercó a su hijo y lo abrazó sintiendo como Dylan rompía en llanto. -- Mi niño tranquilo... Yo estoy aquí y no me importa a quién ames con que seas feliz~ -- Dejó un beso en su frente y dejó que Dylan se desahogara todo lo que quisiera.--/

Dylan: -- Sabía perfectamente que esto no terminaría bien, y su padre lo confirmo, no entendía como podía ser su padre así, ya ni siquiera importaba que la relación entre ellos empezara a mejora puesto que todo ese avance se había ido por el caño, escribir poesía... Maldita sea... Ya ni porque su ex esposa era escritora podía respetar esa carrera, no podía ni hablar, los brazos de su madre fueron como el arcoiris rebelde entre la lluvia tempestuosa, con aquellos rayos de sol cálidos y sus colores destellantes, solo pudo aferrarse a su cuerpo y rogar que fuera una pesadilla, de pronto todo el dolor volvió y ni siquiera sobraban ganas de vivir, agradecía tanto que su madre le apoyara.--

Si tal vez todos puedan pensar que la mente de mi padre es muy contradictoria debido a que definía tanto lo que era para un hombre y para una mujer, pero aún con todo esto nunca fue un machito con mi madre, creo que es de ese tipo de cosas ilógicas que solo pasan cuando una mente empieza a trascender, y si bien cuando mis padres seguían casados halagaba mucho a mi madre y estaba orgulloso de ella, que yo fuera igual era inisible... Que decir, las cosas simplemente pasan, y pasaron en contra mía.

El deporte nunca fue lo mío, y la única excepción a esa "regla" fue la natación, aunque no estamos para hablar de eso, si no para hablar del quidditch, es muy interesante ese deporte y vamos eso jamás lo voy a negar, ¿Chicos casi matándose en el aire? Cualquier muggle moriría por hacer algo así, y si bien yo era excelente en la clase de vuelo... Las prácticas de quidditch eran una pesadilla, y créanme le di muchas oportunidades a este deporte, cazador, buscador, guardián e incluso golpeador, la única posición que me gustó realmente fue el de golpeador, no lo sé pensar en que en este deporte era legal romper huesos era lo más interesante que veía, aunque al final... Fuí más de escribir anécdotas en el campo de quidditch y jugaba ocasionalmente en el equipo cuando era la última opción, por qué sí, llegaron a buscarme para jugar como golpeador.

Así como todo tiene un comienzo, debo de itir con dificultad... Que también tiene un final, y es que es así, la vida está llena de ciclos... Ciclos que abren y cierran, y el único continuo (al menos desde mi perspectiva) es la vida, pero incluso la vida tiene un final.

Mi vida estudiantil en Hogwarts terminó a su debido tiempo, y no pude evitar sentirme nostálgico ya que los mejores años de mi vida se los había llevado aquella gigantesca escuela llena de historia, y de magia por supuesto, el último día fue como aquel mito que cuenta de que antes de morir ves toda tu vida pasar frente a tus ojos, y si es que es cierto, yo vi pasar toda mi estadía en Hogwarts solo en segundos cuando iba caminando por los pasillos por última vez... Todo seguía exactamente igual, más algo había cambiado, yo había cambiado, de pronto todos esos años que pasé ahí solo iban guardandose en mi caja de recuerdos, y vaya recuerdos... No hice muchos amigos, pero los que hice los tengo siempre presentes, destaqué en muchas materias, pero todo eso ya había terminado; aunque no les interese me sentía feliz y nostálgico, como cualquier persona supongo, solo que a mí no me costó tanto trabajo soltar esa escuela ya que todo lo que pude conseguir de la misma me lo llevaba en la mente y en el corazón, volvería a cursar cada uno de esos años, pero tal como la juventud en un chico se va, lentamente para jamás volver pero llena de recuerdos, y todo va a su tiempo que es más que obvio, así que luego de salir de Hogwarts me dediqué a disfrutar mi vida, sumado a estar con mis hermanas luego de que a la corta edad de 10 años logré enterarme de muchas cosas respecto a mi familia, descubriendo mis verdaderos apellidos y mi familia biológica, sin duda alguna mi vida estuvo llena de sorpresas.

En la actualidad me e llevado la vida en salir, con mi madre principalmente, hemos viajado a muchos lugares, mi madre me a dejado todo lo que ella sabe, desde el más mínimo detalle y sin ser por qué quería contradecir a mi padre (bueno solo una parte) me convertí en escritor... Las influencias que mi madre en todos esos medios me ofrecieron una gran ayuda dejando que publicará diversas cosas empezando en periódicos, revistas, hasta que poco a poco fuí escalando hasta llegar a dónde estoy ahora, a publicar libros. Mi padre por otro lado quiso acercarse años más tarde de que terminé la escuela, quiso acercarse cuando vió mi primer artículo en su revista del mundo mágico favorita, y quiso acercarse cuando fuí entrevistado para los periódicos... No sé si porque de un día para otro yo estaba aún más presente en su vida al ser restregado en su cara en lo que llegaba a leer, o por qué realmente se sentía arrepentido, aún con todo eso nunca pudimos entablar buenas charlas, yo estaba bastante dolido con el y prefería encerrarme en el mundo junto a mi madre. Algunas de mis metas son casarme, tener una familia y por qué no, pertenecer a una organización, incluso el departamento de criaturas suena bastante bien, pero esas son cosas que tengo que ir viendo por cuenta propia.

   ▭▭▭▭▭▭▭▭   

           ❪ ﹙ :cloud: : :izakaya_lantern: 🄾 🄲 🄻 🅄 🄼 🄰 🄽 🄲 🄸 🄰.        ╭────────╯

                   .   .   .   .   .

𐂂 βαρρερα μένταλ𐂠ㅤ

Es interesante pensar como las cosas surgen, un día estás de lo más tranquilo sentado en el pórtico, apreciando como la vida alrededor continúa, avanza dejándote en ese punto de espacio tiempo del que solo tú decides cuándo dejar de estar estancado, y al otro... Una gran necesidad por llevar tu desempeño al siguiente nivel se acumula dejando una necesidad de por medio, una meta nueva, aquel objetivo que sería útil después, para nadie era mentira que en tiempos de guerra nadie tenía sombra que le cubriera, a menos claro fuera tu escondite, para ser sinceros yo jamás fuí alguien muy quieto, me la vivía en explorar, practicar duelo y los únicos momentos en los que permanecía quieto era cuando leía... Teniendo complejo de nómada sin estar realmente quieto en un lugar llegué a ver muchas cosas... En unas era descubierto en otras no, pero fuí teniendo, aunque no quisiera, mi propio reservorio de mala información, haciendo que algunas personas quisieran verme muerto ah, por lo que tuve que recurrir a dos personas.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Aquella tarde de otoño mientras mis pasos recorrían el amarillento césped, mirando aquel frondoso árbol que iba dejando caer sus hojas cada día más como si la vida se le fuese en ello, recordando tantos buenos momentos a la corta edad de 17 años, mi mente dejaba rastros de nostalgia en mi cuerpo y mi varita se desplazaba por mis dedos de manera ágil, el cielo se pintaba de grises en un escenario fúnebre y la casa se sentía completamente vacía, hasta que al unisono de un rayo en la lejanía el chasquido se presentó detrás de mi... Jessica había llegado.

Posterior a unas bromas de aquel dramatismo con el que había llegado, sus clases "teóricas" comenzaron, me explicó lo que era y las cosas básicas que debía tener en mente respecto a la Oclumancia, me dió todos los aspectos clave y trató de hacerme ver a aquella habilidad como un gran pasillo en el que al final hay una puerta, aquella puerta sería la "barrera" que tendría que desarrollar para que no pasaran a mi mente, sabía que no sería sencillo, y que quizá igual sería bastante doloroso, pero habría que intentarlo, Jess a su vez dijo que en las prácticas siguientes no ocupara mi fuerza se voluntad o mi varita... Si no que me dedicaría a crear mi barrera mental y nos más.

Me paré al centro de aquel jardín, respiré profundo intentando calmarme y mantuve la varita en la palma de mi mano atento a lo que Jess hacía, sin previo aviso ella apuntó hacia a mi y dijo.

¡Imperio!

(Ven hacia a mi y bésame)

Ante aquellas voces que no tardaron en hacerse presentes una risa irónica salió de mis labios... Al menos fue un poooco considerada en iniciar así, sin embargo, tenía que formar aquella barrera por lo que me dediqué a eso, cerré los ojos... Canalice mi flujo mágico ahora en mi mente y comencé a visualizarla, a "sentirla" tratando de que saliera, que no pudiese si quiera intentarlo, pero simplemente obtuve una visión como si de un televisor con mala señal se tratase, con todos los puntos navegando la pantalla en escala de grises y esos shocks momentaneos incumpliendo mi meta, las voces seguían en mi persona y mis pasos comenzaron a ceder, caminando en su dirección y haciendo que, sin que yo diese permiso mi fuerza de voluntad surgiera a la par que caminaba hacia Jess... Llevando mi mano derecha a su cintura y la izquierda a la nuca, sujetándola firme, apegando su cuerpo al mío, jugando un poco con su cabello tirando ligeramente de este hacia atrás y acercando mis labios a los suyos... Sintiendo como nuestras respiraciones se mezclaban... Hasta que... Sin poder frenarlo mis labios colisionaron con los suyos culminando en un profundo beso de ritmo variante, jugando un poco con su labio inferior, aferrandome un poco con su cabello hasta separarme de ella entre risas ingenuas dándole un breve comentario a Jess, obteniendo un puñetazo en el estómago de su parte por dejar no crear la "barrera mental" -- Ya qué tal parece que debes sufrir para que lo intentes.~ -- susurró cerca de mi viéndome a los ojos.

Sin dejar pasar mucho tiempo y agarrándome desprevenido volvió a decir.

¡Imperio!

(Ve por un cuchillo a la cocina y clavalo en tu mano diestra)

Fue entonces que comencé a escuchar aquellas voces convincentes, aquellas voces que solo rogaban que lo hiciera, que caminara y fuera directo a la cocina a cumplir el mandato de Jess, que está vez era horripilante, sentí esa "sed" de hacerlo, esa necesidad, pero también sentí aquella necesidad enorme de formar la barrera más que nunca, la visualice, la quise como si la vida se me fuera en ello, seguía concentrado, tratando de que nada más que eso estuviera en mi mente mientras... A lo lejos, como si de un segundo plano existencial tratara podía sentir que mis pies caminaban como si estuviesen programados hacia la cocina, dejando que una pequeña gota de sudor cursara mi semblante, teniendo la vista a dos partes, primera en la barrera y segunda en el camino... Siendo un poco borroso, seguí mi trayecto e incluso por el trabajo mental que estaba causándome un tono rojizo se presentó en mi cara, seguía con mi trabajo, con el objetivo de la barrera pero parecía imposible.

Llegando a la cocina tomé un cuchillo, lo levanté más arriba de mi cabeza manteniendo la punta hacia abajo, dejando mi otra mano sobre la barra y sentí como por breves segundos aquella barrera mental se formó, apartando la idea de mi mente y frenando... Sin embargo, solo fueron escasos segundos porque se desvaneció como si de humo se tratase y el cuchillo guiado por mi mano descendió con tal fuerza y tan acertado que se clavó en mi mano e incluso en la tabla que había debajo acompañado de un grito de agonía que llevó a Jess a correr hacia la cocina viendo cómo la sangre empezaba a escurrir.

En un impulso guiado por la adrenalina Jess agarró el mango del cuchillo y lo levantó quitándolo de mi mano, viendo aquel rojizo latente que quedó como mancha en el cuchillo, seguido de otro grito de dolor de mi parte, sumado a algunas lágrimas que surcaron mi piel, Jess apresurandose sanó la herida con medimagia y el dolor cesó, solo tuvimos que limpiar y fue cuando le dije que casi lo había logrado con una gran sonrisa de emoción, contradictoria a lo que había pasado segundos atrás.

                                          1 semana después

Luego de haber practicado con Jess tomé una semana para seguir poniéndolo a prueba por mi parte, estando noches en vela intentado alargar la duración de la barrera, pero no era lo mismo si solo lo hacía por gusto, así que recurrí a otro amigo llamado Andrew Morningstar, para mí era muy bien sabido que era legeremante... Y era quizá lo que me hacía falta para poder completarlo, lo cité en el mismo lugar que a Jess y cuando llegó le expliqué lo que pasaba, que la casi lo había obtenido y que pese a que Jess fuera igual legeremante una parte de mi le daba gracia que pudiera ver todo, así que Andrew accedió con una breve sonrisa cómplice y su actitud de siempre, me pidió que me sentara en una silla y fue así que posterior a preguntar si estaba listo toco mis sienes y pude sentir como éramos "transportados" a mi mente en una nube de gas... Le había Sido muy sencillo entrar a mi mente. -- Sal, hagámoslo de nuevo.-- fue lo único que pude decir, tratando de no sonar muy pedinche o aprovechado, así pasaron 6 veces... Haciendo que tanto yo como Andrew tuviéramos un dolor de cabeza punzante que no tenía fecha de caducidad... -- Si no lo logras, modificaré un recuerdo tuyo e implantaré otro, Dylan.-- Con son severo fue que aquel chico habló y yo solo me dediqué a asentir algunas veces.

Así fue que pasó y yo me dispuse a visualizar la barrera mental, como si esta ya estuviese creada, presenciando su composición, tratando de ya tenerla conmigo para cuándo Andrew volviera a intentar entrar en mi mente... Sintiéndome seguro conmigo mismo porque él no podría entrar a mi mente, visualice aquel gran pasillo con la puerta al fondo, aún abierta, una gran pasillo de escala de grises con cuadros de marco café y contenido en blanco o breves recuerdos tontos de aquel mismo día... Y al final en aquel marco con la puerta abierta una breve explosión de colores que retomaba la forma de una galería de arte.

Teniendo esto en cuenta cerré los ojos concentrándome, al igual que canalizando mi flujo mágico en la mente, aún viendo aquel pasillo, la cabeza tenía un punzo que me molestaba más intenté no hacerle caso, mordí un poco mi labio inferior y de pronto... Noté como los cuadros del pasillo iban desapareciendo, como si se tratara de un pasillo en el que las luces se van apagando, hasta llegar de forma progresiva a la puerta, que aún con cierta dificultad más y para mi sorpresa logré cerrar haciendo que quedara sellada.

Para este punto Andrew ya había intentado entrar a mi mente más no lo logró, se quedó corto en el intento pero esto hizo que una felicidad se acrecentara en mi persona, posterior a aquello Andrew se ofreció a ayudarme una vez más antes de irse y me fue más sencillo formarla. Aquella tarde aunque quisiéramos celebrar, el cansancio mental podía con nosotros así que cada quién decidió ir a descansar.

                                            4 días después.

Así fue como por última vez acudí a Jess para probar mi habilidad con hechizos de nueva cuenta, necesitaba a alguien que sus ideales no fueran en contra de causarle dolor a alguien o un miedo infernal, y sabía que Jess, aunque fuese mi amiga, podría hacerlo... Cosa random.

Estando de nuevo en la casa de mis padres y sin nadie alrededor le comenté a Jess que al fin lo había logrado y que necesitaba que volviera a ponerme a prueba, ella con aquella típica sonrisa cínica ni siquiera me dejó un respiro, era del tipo de pensamiento que entre más desprevenido estuviera mejor, por ende, simplemente bastó que me apuntase con la varita y todo siguió su curso.

¡Káidan!

Por aquel tono verde en sus ojos y los movimientos de su varita pude notar incluso antes de que lo dijese cuál era el hechizo, por ende, concentrandome rápido en aquella barrera que protegería mi mente se formó a los segundos apartando aquellos vestigios de miedo que empezaban a estar en mi mente, apartandolos sin más, haciendo que soltara un grito de emoción.

Más Jess no me dejó en paz luego de lograrlo, caminó decidida hacia mi persona y colocó sus dedos sobre mi frente y sienes, tratando de entrar a mi mente, cosa que, aún con aquel o visual de por medio no logró puesto que mi barrera mental ya estaba bien simentada.

                                           Tiempo después

Ya es bastante tiempo del haber adquirido la Oclumancia, y me sirve por sobremanera ya que nadie puede entrar en mi mente o en tiempos de guerra querer controlarme u provocarme miedo irracional... Es genial tener esta habilidad sin lugar a dudas, me hace estar más seguro por las calles y sé que... Si en algún momento me llegasen a secuestrar, no les serviría de mucho y tendrían que matarme, lo cual genera paz en mi persona por no dejar en este mundo información de gente que amo, mi lealtad está marcada y nada, ni siquiera dinero o cualquier persona que me amenace de muerte, atentará contra ello.

:fire: #MasValePollitoMuertoQuePollitoSecuestrado. :fire:

▭▬▭▬▭▬▭▬▭▬▭▬▭▬▭▬▭▬▭

  ▭▭▭▭▭▭▭▭   

           ❪ ﹙ :cloud: : :izakaya_lantern: 🄼 🄰 🄶 🄸 🄰 • 🄽 🄾 •

╭────────╯    🅅 🄴 🅁 🄱 🄰 🄻

                   .   .   .   .   .

𐂂 α βελοσιδας Λουζ 𐂠ㅤ

◊Historia.

Teniendo varias de mis metas en mente, las habilidades no eran algo fuera de, cuando mi padre me metió a aquel club de duelos el amor por los mismos estaba aumentando, sin embargo, una pequeña necesidsd surgió en mi persona de poder tomar ventaja sobre mis oponentes, los profesores ya nos habían dado la introducción a las habilidades mágicas y fue ahí en el que mi segunda habilidad vino a mi, la magia no verbal, aquella habilidad me daba justo lo que yo necesitaba, y quería obtenerlo. Decidido acudí a un amigo mío cuya habilidad ya estaba más que perfeccionada, ese amigo es Cupido Morningstar, habiéndolo citado en un punto dejando a la población fuera del perímetro, evitando pues que cualquier muggle curioso viese le comenté mis expectativas y ese objetivo que tenía en mente, pidiéndole su ayuda... -- ¿Entonces qué dices, me ayudarás, guapo? -- Fue lo último que dije mirando hacia sus ojos esperando su respuesta, obteniendo una bastante asertiva.

Así pues empezó a darme todo la parte teórica, de cómo tenía que concentrar mi magia, como debía divisarla... Sentirla, concentrandome para que la potencia se diese, que de su forma de explicar casi parecía poético, se notaba que le gustaba aquella habilidad e incluso me ejemplificó con varios hechizos, viendo en primer plano como sin sonido algunos de su voz, los hechizos eran efectuados. -- Es tu turno, Dyl.-- Fue lo que dijo posterior a toda la cátedra y los ejemplos haciéndose a un lado, dejándome el "podio" para mí solo.

Caminé al centro del patio viendo a aquella mesa con objetos colocados encima, una lata, una pluma, papel y una pelota, el punto era que yo hiciese un hechizo diferente con cada objeto así que empecé dirigiendo mi varita en dirección a la pluma, me concentré... Canalice mi flujo mágico en la palma de mi mano y en mi mente, entrecerrando los ojos pero sin perderle de vista para así pensar

(Accio pluma)

Posterior a decir el hechizo abrí los ojos viendo directamente al objeto, notando como este solo se movió un poco del lugar, solté un bufido desilusionado, faltaba practica, volví a mirarle... Poniendo toda mi concentración sobre mi nuevo objetivo, mirándome ya con aquella pluma en las manos, alentándome a mi mismo para lograrlo, canalice mi flujo mágico en la palma de mi mano respiré profundo y actúe.

(Accio pluma)

Y así fue como la pluma a la velocidad de la luz fue hacia mi mano izquierda la cual extendí al segundo para agarrarla haciendo que soltara un grito de la emoción, fuí tras Cupi y me le aventé abrazándolo tras un ¡Lo logré! Emocionado, aunque me bajé de inmediato ligeramente apenado y volví a pararme al frente, ahora apuntando al papel... Cerré los ojos unos instantes y posterior a eso concentré mi flujo de magia en la palma de mi mano y en mi cab za "visualizando" dicho flujo recorrer mi cuerpo como si se tratara de electricidad, miré directamente al papel aún apuntando a este y pensé, visualizando la cantidad y forma del hechizo.--

(Incendio)

Sin más de mi varita salió un "chorro" de fuego que se dirigió directamente al papel, el cual ardió en llamas al impacto convirtiéndose en cenizas y dejando una mancha negra en la mesa por el fuego... Cada vez esto iba siendo más sencillo y eso me alegraba, aún tenía la lata por lo que apunté a esta y repetí el mismo procedimiento, canalice mi flujo mágico tanto en la palma de mi mano como mi cabeza, visualice mi objetivo y... Pese a un pequeño dolor de sien por estar forzando la mente [sumado a ser reciente la habilidad de la Oclumancia y estar un poco sensible ahr], solté un suspiro bajo llevando más concentración de la anterior y pensé.

(Do vitae)

Con esto la lata se vería comprometida con aquella transmutación que había divisado, una linda mariposa monarca la cuál se fue formando a base de la materia que tenía la lata quedando más grande de lo que normalmente sería "Ve y párate en el hombro de Cupi" estás fueron mis órdenes y una vez que la transmutación se dió la mariposa fue volando hacia Cupi parándose en su hombro, sonreí amplio y dejé que la mariposa se quedara en el hombro de Cupi.

Aquella tarde terminamos el entrenamiento, pero Cupi me dió otra cita para dentro una semana... Semana que ocupé para ir perfeccionando la magia no verbal, cada vez le agarraba más cariño a la magia no verbal y debía itir que había hecho una opción genial...

La semana transcurrió y Cupi acudió avmi casa nuevamente, esta vez para la "prueba final", me pidió que hiciera un combo sencillo, cómo quisiera pero que lo hiciera, por ende dejé a Cupi en medio del gran salón estando a su lado derecho, metros separado de él y apunté al frente, canalizando mi flujo mágico en la palma de mi mano y en mi cabeza, para así proceder.

(Noctis eternum)

Así fue como el salón se llenó de sombras por completo, ni si quiera la luz de luna que se lograba escabullir por las ventanas lograba verse, dejando en completa oscuridad el lugar, que siendo un espacio de mi completo conocimiento volví a canalizar mi flujo mágico en dichos lugares (la palma de la mano y la cabeza aysí) para lograr al final apuntarme al pecho y pensar.

(Celerus)

Adquiriendo una velocidad sobre-humana me desplacé de forma ágil y sumamente rápida hasta asegurarme estar detrás de Cupi, dibujando una sonrisa con dejes maliciosos recordando cierto momento en la sede cuando lo acompañé por primera vez al lamento del Dementor, mordiendo un poco mi labio inferior antes de soltar un par de risas y alzar la varita apuntando a la altura de su garganta, canalizar mi flujo de magia una última vez en los mismos lugares (palma de la mano y cabeza ahr) que ya me estaba acostumbrando haciéndolo casi intuitivamente y pensar.

(Suffoco)

Con esto las vías respiratorias de Cupi se irían cerrando de forma gradual buscando que muriera de asfixia y pasar de aquel colo rosa a un lindo color morado por la poca circulación de sangre si era que no se defendía, cosa que obvio hizo ya que se deshizo casi al segundo del hechizo debido a que tanto la oscuridad como el hechizo fueron simplemente un vago recuerdo de momentos atrás, para aquella tarde ya había dominado la magia no verbal.

Actualmente ocupo la magia no verbal como protección y una ventaja extra contra mi adversario, amo mucho la habilidad y sin duda alguna me ayuda bastante en los duelos de la Orden, sumado al hecho de que los pensamientos tienden a ser millones de veces más rápidos que las palabras y eso es sublime, me ha ayudado por sobremanera.

Gracias, Cupi.~ :two_hearts: ☄

▭▬▭▬▭▬▭▬▭▬▭▬▭▬▭▬▭▬▭