Jaimie Targaryen, un Targaryen honrado [Ep. 1] #CambioGuion

Bueno, este va a ser mi cambio de guión para el concurso. Os voy a poner un poco en situación para este fanfic ya que voy a omitir la historia principal de este personaje y voy a crear una situación propia.

Bien. Jaimie es hermano de Cersei Targaryen, los cuales han conseguido llegar a Rocadragón. A Jaimie no le gusta nada la idea de gobernar, es por eso que le deja ese "orgullo" a si hermana. Tampoco le gusta el tema del incesto, cosa que a su hermana si.

Nuestro fanfic empieza ahí, cuando Jaimie rechaza un intento de relación de su hermana y esta se enfada.

La vida del joven Jaimie había sido un tanto complicada tras la muerte, o mejor dicho: asesinato, de su padre Tywin Targaryen. El heredero al trono, su hermano Tyrion Targaryen, también había sido asesinado por Robert Baratheon, el actual Rey.

Esto hizo que en la mente del joven de cabellos plateados se creara un problema, a nivel traumático. Se prometió a si mismo no seguir las tradiciones Targaryen que habían provocado que su padre, y su hermano, fueran asesinados. También se prometió no acercarse más a Poniente, quedándose en Rocadragón.

Rocadragón había sido declarada independiente días después de la subida de Robert Baratheon al poder, a lo cual no pudo hacer nada por su inmadurez en el cargo.

Su hermana, Cersei Targaryen, se negaba a asimilar que un Baratheon hubiera usurpado el poder a los Targaryen y es por ello que ésta si luchaba por conseguir lo que era suyo por derecho. Jaimie, en cambio, pasaba sus días en aquel castillo. Andaba por la costa, mirando el mar y pensando en que pasaría si en vez de haber nacido Targaryen hubiera sido un bastardo.

Cersei, su hermana, sabía una cosa que él no sabía. Aunque prometió no decirlo ya que podría afectar muy gravemente a la mente de Jaimie, más grave aún. Desafortunadamente para ella, Jaimie ya sabía que es lo que ocurría. Se había enterado leyendo los libros de historia que se guardaban en la torre del contramaestre. No era un hijo legítimo al trono, sino que era bastardo.

Su padre, el que fue Rey Tywin Targaryen, lo había legitimado pero todos sabían que Jaimie era hijo fruto de una relación con una fulana de un burdel de Desembarco del Rey.

Cuando leyó esto por su mente pasaron varias ideas, entre ellas irse al conocido Muro para servir en la guardia de la noche. Todo fue una idea fugaz, aunque seguía en cierto modo en su cabeza.

— Vamos, Jaimie. Estoy muy sedienta de ti... quiero sentirte dentro de mi. —dijo aquella joven promiscua llamada Cersei, la cual quería tener relaciones con su hermano para tener un hijo. Un hijo legítimo heredero al trono de hierro.

— No. Te lo he dicho mil veces. Esto solo va a llevar a la desaparición de tu... nuestra casa. Lo mejor será que no hagamos nada, nunca. —A pesar de que realmente no era su hermana, y ambos lo sabían, éste seguía negado a cometer aquel acto.

La joven Cersei rodó los ojos y, quitándose el suave vestido de lino blanco que llevaba dejando al descubierto su cuerpo, se apoyó en el marco de la puerta.

— ¿Seguro que no quieres probar este cuerpo? —dijo mientras se manoseaba, pícaramente, uno de sus senos.

Jaimie no dijo absolutamente nada en aquel momento, pues no podía articular palabras. Lo que si hizo fue cerrar la puerta y dejar a Cersei, desnuda, en el pasillo. La chica, llena de ira, dio un puñetazo a la puerta y se marchó maldiciendo.

Ya había caído la noche en Rocadragón. Una noche tormentosa, pero Jaimie llevaría a cabo el plan que había estado ideando durante dos lunas. La pequeña barcaza esperaba en la orilla de la costa de Rocadragón, donde un barquero y varios soldados Targaryen lo esperaban. El objetivo era ir hacia Puerto Gaviota, donde desembarcarían él y los soldados para coger los caballos e ir al Muro.

Jaimie iba a unirse a la guardia de la Noche, pues no aguantaba las incentivas de su "hermana". El joven lo había pensado mucho, demasiado, y lo que pasó hacía dos lunas lo acabó de convencer.

El chico fue, bastante sigiloso, caminando por los pasillos. Vestía unos ropajes negros, junto con una capucha que le cubría gran parte de la cara. No tardó mucho en llegar a la barcaza, y eso que había tenido que evitar a algunos guardias que andaban por el lugar. Finalmente se subió a la barcaza, y esta zarpó con destino Puerto Gaviota.

Pasaron varias semanas hasta que llegaron al destino, ya que al ser una barcaza esta era bastante lenta porque no tenía la capacidad de los trirremes o galeras Targaryen. Al llegar al puerto no quisieron hacer la vista llamativa, así que simplemente bajaron y emprendieron el viaje hacia el muro.

Los soldados no llevaban ninguna distinción. Esto haría que parecieran cazadores u otra cosa distinta. Tenían que mantener la precaución, pues podrían cogerlos los soldados norteños.

Tardaron muchos meses en llegar al Muro, y pasaron mucho hambre y frío. No obstante, llegaron. Una vez allí, pudieron apreciar a un joven... un joven de tez blanca y cabello negro.

— Buenas... —dijo aquél joven cuando vio a Jaimie y los soldados.— Soy Jon Nieve, lord comandante de la guardia de la Noche. ¿Vos sois...?

— Jaimie... Jaimie Tormenta.—El chico dijo su nombre, pero prefirió no decir su apellido.— Deseo unirme a la Guardia de la Noche, yo solo. Estos soldados volverán a su hogar.

— Jaimie... Me suena tu cara, aunque no sé de qué. Te haremos unas pruebas para saber tu nivel. Sobre los soldados... como quieras.

Acompañaron a Jaimie a una sala, a una alcoba mejor dicho. Ese sería su nuevo hogar si conseguía unirse a la guardia.

Las pruebas fueron todo un éxito, y Jaimie consiguió unirse a la guardia de la noche. Jon Nieve, el lord comandante, quedó maravillado con aquél misterioso joven...

Si veo que este fanfic recibe apoyo, continuará la historia de nuestro joven Jaimie Targaryen! Gracias por leer!