“ RED LOVE „ [ p r ó l o g o ] TaeTen

h a l l o !

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bienvenidos sean todos

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                               │ │ 𖥸   

                               │ 𖥸        ;; 15 nov 19 ( :cloud: )

                             𖥸

Me siento particularmente emocionada,

porque este es el primer fic que publico.

Tengo muchos borradores de distintas

ideas, pero esta es la más concreta y al

fin me animé a compartirla en la

comunidad.

Realmente espero que la historia sea de

agrado y disfruten la lectura tanto como

yo disfruté el escribirla. Pero antes que

nada una pregunta...

¿ les   a t r a e   saber sobre un   c r í m e n ?

• • •

Los humanos son curiosos, o me dirán que no. En su mayoría les gusta saber todo y de todos, por eso mismo han ingresado a esta historia. Curiosidad.

Ya que la curiosidad mató al gato, pues este mismo refrán tiene algo que ver con la historia que leerán a continuación. La historia de cómo asesiné a alguien, escrita por mí mismo.

Les parecerá extraño el porqué escribo acerca de esto, revelando tal confesión y condenándome a un juicio seguro, pero todo tiene su razón. Mi razón es mostrar hasta dónde puede llegar la curiosidad. El querer entrometerse en asuntos que no incumben puede llevar a la perdición, pero a las personas con sed de saber más de lo que deben se les tiene que matar.

Y pensarán, ¿Qué hice que fue tan malo como para llegar a matar? Ese es mi secreto y lo que condenó a mi querido amado. ¿Por qué matarlo? si de todas maneras me estoy condenando con un secreto que debía mantenerse tan oculto por llegar a ser un crímen. Todo lo descubrirán a lo largo de esta historia. El relato de cuando embarré mis manos de sangre sin remordimientos, sin mirar atrás y queriendo más. Esperemos que les cause suficiente curiosidad, tal como para seguir leyendo hasta el final.

Yo, Lee Taeyong, asesiné a sangre fría a la persona que más amaba y a la vez odiaba en el mundo. ¿Cómo es eso posible? Dirán algunos. Hay veces que amas tanto a alguien que puedes terminar odiándolo por causar tales sentimientos en ti. Aún me aferro a su memoria, pero el verlo morir y tenerlo para la eternidad es mucho más valioso que cualquier secreto, cual es el gran pretexto de su muerte. Creo que ya dije demasiado, comencemos con lo que importa. El inicio de todo.

• • •

Era una tarde de primavera, que ni tan primavera era, porque el frío aún se sentía a pesar del sol radiante que se elevaba en el cielo. Iba apurado por la avenida principal, tratando de alcanzar al chico de abrigo rojo que llevaba bolsas en mano, pues acababa de salir de un supermercado.

Lo había visto dos semanas atrás, en una exposición de fotografías amateur. Usaba un lindo suéter mostaza que lo hacía resaltar del resto que llevaba colores monocromáticos. Fue en ese momento que sentí que debía ser mío por siempre. Y esa noche no pude dormir sin pensar en él. Me levantaba de rato en rato porque venía a mi cabeza su elegante y juvenil silueta que me quitaba el sueño. Él era de esos sueños de los que no quieres despertar, pero a la vez sí por tener miedo a que no sea una realidad y caigas en la idealización. Pronto él se volvería una realidad para mí, mas no por el tanto tiempo que hubiese preferido.

Ese era el segundo sábado, desde que lo ví por primera vez, que lo seguía y iraba, y extrañamente no fue a la exposición de fotos, tal como había hecho el sábado pasado, y el sábado en que lo conocí.

—Habrá tenido pendientes —me dije a mí mismo mientras caminaba hacia la cafetería a la que había ido los viernes de esas dos primeras semanas que pasaron desde que descubrí su existencia—.

Cuando llegué a la cafetería tenía la esperanza de que fuera de esos lugares a los que iba con regularidad y no haya sido solo una casualidad que haya ido precisamente dos viernes seguidos.

— Tenemos demasiados clientes, no podría saber a quién se refiere usted. Lo siento —claro, un "lo siento" era lo único que podía decir, y tenía razón si creía que era un tonto por preguntar tal cosa teniendo en cuenta las tantas personas que deben de frecuentar el lugar—.

No era la respuesta que deseaba, esperaba algo más, pero no me importó y fue suficiente para todos los viernes y sábados salir a su encuentro. Esto duró poco menos de dos meses en los que ya no tenía tiempos libres, eso ya no existía más en mi agenda, ahora mis ratos después de salir de la oficina eran dedicados exclusivamente a él. El chico de la exposición de fotos que no hacía más que sacarme suspiros.

Empecé a pensar mucho más en él aquella noche. Todos esos días en que lograba verlo no me atreví a acercarme a hablarle, solo me era posible irarlo a lo lejos. Quería saber todo de él, pero recibía cualquier dato menos quién era. Su nombre era lo que más me llenaba de anhelo, y presentía que pronunciarlo en voz alta sería más dulce que el caramelo. Él era ese desconocido, que pronto se volvió un conocido y mucho más.

¿Soy un acosador? Claro que no, solo estoy enamorado. Perdida y locamente enamorado.

¿Ha sido un buen inicio? Así lo espero, aunque de todas formas me rehúso a cambiar mis palabras. Ahora mismo estoy en busca de algún representante o una editorial que quiera publicar mi declaración. También debería empezar a buscar un abogado, pero eso será en otro momento. Sé que me volveré reconocido con esta obra. Pasaré de ser nadie a alguien con solo contar un tramo de mi vida. Deseo que se encuentren curiosos para seguir con el relato, porque esto llevará un rato.

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¿Qué les pareció? Espero que les haya

gustado y sigan el fic, ya ansío publicar

el primer capítulo. Manténganse al tanto~

— n o s   l e e m o s   l u e g o —