Érase una vez, la princesa de una gran sociedad, era amada por muchos, pero también odiada por millones.
Parecía que a ella no le importaba, siguió con su mismo carácter y su misma forma de pensar. Hasta que un día esta princesa, pidió a su padre que la dejará salir por su cuenta al mundo exterior, quería explorar por su cuenta.
—¿Quieres viajar a Madrid? ¿¡Sola!? -Dijo el padre sorprendido.
—Si, bueno no sola. Con Sabrina -Dijo con una sonrisa de súplica.
—Pero princesita, ¿Estas segura? Nunca haz viajado sin mí -Dijo preocupado.
—Padre, voy a cumplir 20 años -Dijo aún más insistente.
—Bueno, esta bien.
El padre de la princesa era muy débil ante los caprichos de su única hija, y fácilmente pago el viaje de ella y de su acompañante Sabrina.
Al llegar tuvieron hospedaje en el mejor hotel de Madrid.
Como era de esperarse, la princesa trato a todos de mal forma. En especial a aquel joven que tenía la tarea de llevar su equipaje al último piso del hotel.
—Ten más cuidado muchacho, esta maleta vale más de lo que ganaras en toda tu vida -Le dijo al pelirrojo.
—Chloe, solo hace su trabajo. -Dijo Sabrina sumisa.
—¡Tu no me digas nada! -Dijo molesta.
—Debería hacerle caso a la joven, debe tratar mejor a las personas que solo hacen su trabajo. Princesa -Dijo el joven al poner la última maleta en el carrito.
La princesita solo se quedó callada, y pensó en que aquel chico que acababan de conocer, tenía razón, no había sido una buena persona estos últimos años.
Llegaron pronto a al cuarto donde se quedarían. Aquel muchacho dejo las maletas sobre la alfombra y pasaría a retirarse.
—¡Alto! ¿Cual es tu nombre? -Dijo Chloe deteniendo su paso al elevador.
—Nathaniel Kurtzberg, ¿Porque? -Dijo seriamente.
—Dis... Dis... Disculpa por lo que ocurrió abajo Nathaniel.
Sabrina quedó sorprendida, y algo extrañada de la disculpa de su amiga. ¡Nunca la había visto actuar así! Desde... desde que las niñas de la escuela abusaron se ella psicológicamente, por el simple gusto hacia las princesas, pues estas niñas se creían mayores para pensar en princesitas. Así que Chloe decidió portarse como una princesa, y humillar las como hicieron ellas. Así se volvió en la princesa que todos conocían, que todos amaban pero muchos odiaban.
—No se preocupe, ¿señorita? -Dijo tratando de averiguar su nombre.
—Chloe, Chloe Bourgeoise -Dijo dando un apretón de manos.
Ambas se quedaron solas, ordenado un poco su ropa. Para luego salir de paseó, por aquella ciudad.
Chloe y Sabrina salieron por la noche, Chloe estaba dispuesta a festejar su primera noche sola en un lugar que no conocía.
Una par de copas, su primera vez embriagada. Sabrina su mejor y única amiga real trato de calmarla pero ella seguía, al fin logro subirla a un taxi y llevarla de vuelta al hotel.
—Chloe, baja ya llegamos. -Le dijo abriendo la puerta.
—Aah... Esta bien, ¿Donde esta mi amigo Nath? -Dijo al verlo.
La princesita se lanzo a sus brazos, sin decir nada y comenzó a tratar de besarlo a la fuerza, la princesa era todo un desastre sumida en el alcohol.
—Señorita Bourgeoise, ¡Basta! ¿Esta ebria? -Dijo preocupado.
—Si, tomo de más ¡Le dije que seria mala idea! ¡Pero no me hizo caso! Como siempre -Dijo Sabrina a Nathaniel.
—La llevaré a su cuarto, señorita tranquila -Dijo tratando de sacarse la de encima.
Al fin lograrían llevarla a su cuarto, donde esto no terminaría. Pues ahora la princesa no quería quedarse quieta.
Nathaniel la cogió de la cintura para tratar de hechar la a su cama, cuando Chloe lo agarro del cuello y lo besó, el joven quedó sorprendido por el arrebató de la princesa. Pero al final le siguió el juego. Y cerro los ojos.
—¡Oh! ¡Chloe! ¿¡Que te pasa!? -Lanzó un grito Sabrina al verlos.
—Na... Nada ¿Porque entras sin permiso? -Dijo mareada.
—Amm... gracias por todo Nathaniel, aquí tienes por ayudarnos, y adiós nos vemos luego. -Dijo Sabrina llevando a Nathaniel a la salida- ¡Adiós!
Sabrina le dio a Chloe un vaso con agua, el cual contenía una sustancia para hacerla dormir.
Durmió hasta el día siguiente, y al levantarse sentía mucho dolor en su cabeza y cuerpo.
—Buenos días, su Majestad -Dijo de brazos cruzados Sabrina.
—¿Qué pasó? ¿Porque me miras así? -Dijo aludida.
Sabrina le conto con todo detalle lo que paso la tarde pasada, Chloe muerta de vergüenza solo se quería encerrar en su cuarto y nunca dar la cara a nadie.
Llego la hora del almuerzo, y le dio por ir a comer a un restaurante de por la zona.
—Sabrina, baja despacio y fíjate si Nathaniel esta por allí -Dijo susurrando.
—¿Me buscaba señorita Bourgeoise? -Las sorprendió.
—¡Nathaniel! Ja, ja , ja, Que sorpresa verte por aquí ¿Como te va? -Dijo avergonzada.
—Señorita, yo trabajo aquí -Dijo casi riendo.
—¿No quieres acompañarme a almorzar? -Dijo cabizbaja- Yo pagó tus horas de trabajo.
Aquella tarde la pasaron juntos, la pobre Sabrina se quedo en el hotel a pedido de Chloe.
Al pasar la tarde y parte de la noche juntos, la Princesa Chloe se enamoro por primera vez, fue su primera vez embriagada de amor.
Al parecer todo iba de maravillas, cuando al tomar el taxi de devuelta al hotel, no aguantaron más y se besaron.
—¿Esto es muy repentino? -Dijo la Princesa aludida por lo que sintió esa tarde.
—Eso pasa cuando dos personas se quieren mucho, y no quieren perder tiempo de nada -Dijo y nuevamente beso a la princesa.
Estaban muy enamorados, parecía que todo sería hermoso. Hasta que una nueva princesa llego al reino, para destruir la felicidad de Chloe y desenmascarar al niño que hizo sentir a Chloe como una reina.
Ambos estuvieron muy enamorados por 2 meses -El viaje duraba 3 meses- pero una tarde, entro la nueva princesa.
—¡Nathaniel! Cuanto tiempo amor, pero ya volví, para quedarme -Dijo la niña de ojos verdes.
—¿Lila? ¿Que haces aquí? -Dijo susurrando.
—Emm... Estoy de vuelta ¿No recuerdas que tuve que viajar? -Dijo intrigada por su reacción.
Nathaniel llevo de la mano a Lila, hacía el cuarto de atrás del vestíbulo. Y le dijo que no era el momento indicado, y que debía irse.
—¿Qué? ¿Es enserio? -Dijo molesta- Esta bien, me voy. Pero te arrepentirás.
—Por favor, no le hagas daño -Le suplicó, pues sabia de lo que era capaz.
—Oh, no descuida. No tendrá ni un rasguño -Dijo la niña.
Nathaniel sabia que aquella princesa, era de esas que son muy vengativas y al preparar su venganza iban demasiado lejos.
El día paso, como sí nada ambos siguieron tan enamorados como antes.
Pronto la noche llegó y Chloe fue a su habitación, al igual que Nathaniel.
—Chloe, dejaron esto para ti -Dijo Sabrina entregando una caja.
—Seguro es de papá -Dijo abriendo la caja- ¿Que es...?
Un hermoso vestido blanco, con una nota: "Ponte linda, nos vemos a las 12pm en el jardín del hotel" La Princesa sin sospecha, hizo lo que decía la pequeña nota. Se hizo muchas ilusiones, pues creía que su Príncipe le diría que sí a la propuesta que le hizo de irse los dos juntos, a París.
No aguanto más, y bajo más temprano. Algo que no debió hacer.
La escena que vio fue al Príncipe, besándose con la Princesa Lila.
—Nath... ¿Que haces? ¿Quien es ella? -Dijo Chloe llorando.
—¿Por ella me dejaste? -Dijo Lila mirándola.
—¡Espera Chloe! ¡Lo puedo explicar!
—Ha, no ¡Tu no te vas! -Dijo atravesado un cuchillo en su estómago.
No hizo más que salir llorando del lugar, cuando un grito le hizo retroceder era Nathaniel tendido en el césped del jardín, desangrado por una herida de cuchillo, hecha por la Princesa Lila, en medió del besó que se dieron.
—¿Nath? ¿Estas bien? -Regresó y lo vio moribundo- ¡No! ¡No te vallas! No te vallas de mi lado, porque no puedo vivir sin ti...
—¿No puede vivir sin el? ¡Te aré el favor! -Dijo acercándose a ella.
La princesa la lanzó un grito de terror, antes de que su vestido blanco se marchará de rojo, pero aún seguía viva.
El cuchillo dio a parar en el cuerpo de Lila, quien cerró sus ojos para no volver a ver nunca más el cielo, ni a su querido Nathaniel.
—Ah... No puede ser... ¡Ha, ha, ha! -Dijo la Princesa entrando en una locura- Nathaniel, mi amor mi angel, ¿Nos vamos juntos? ¿Te parece? -Le hablaba al cadáver del Príncipe.
Sabrina bajo al jardín al escuchar gritos, y encontró la espantosa escena y a la Princesa a punto de clavarse el cuchillo en su pecho.
—¡Chloe! ¡No! ¿¡Que haces!? ¿¡Que es esto!? -Dijo impidiendo su muerte.
—¡Dejame! ¡Nos vamos juntos! ¡Yo lo amo! -Decía en medió de un delirio.
—Si lo amas ¿¡Porque lo mataste!? -Dijo abrazando a su amiga.
La princesa, no aguanta cada día, cada noche cada tarde. Aprendió a amar pero esta maravillosa emoción le duró muy poco tiempo, y solo la condujo a la locura, y poco después al suicido.
Ahora ambas almas, Princesa y Príncipe podrán retomar aquella cita en el jardín.
![Aquella Cita en el Jardín-[C]
[C]
[C]
[C]
[C]
[C]
[C]
[C]
[C]
[C]
[C]Érase una vez, la princesa de una gran socieda](https://image.staticox.com/?url=https%3A%2F%2Fpm1.aminoapps.programascracks.com%2F6694%2F6bdc76d66e346878c800912b773c5cf6cc8179d6_hq.jpg)
![Aquella Cita en el Jardín-[C]
[C]
[C]
[C]
[C]
[C]
[C]
[C]
[C]
[C]
[C]Érase una vez, la princesa de una gran socieda](https://image.staticox.com/?url=https%3A%2F%2Fpm1.aminoapps.programascracks.com%2F6694%2F16ec28f6ad19ebdaacdf294f46ac8073cfa9b39b_hq.jpg)
![Aquella Cita en el Jardín-[C]
[C]
[C]
[C]
[C]
[C]
[C]
[C]
[C]
[C]
[C]Érase una vez, la princesa de una gran socieda](https://image.staticox.com/?url=https%3A%2F%2Fpm1.aminoapps.programascracks.com%2F6694%2F38b6fb438c719ad62208736f3798cc5e365efd27_hq.jpg)
Comments (6)
Maravilloso… :two_hearts:
Increible
Hermoso, me dio ganas de llorar
Me gusto mucho
Llego hasta mi kokoroo (∩ ω ∩) o