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Cállate, Couffaine || Capítulo 2: La Fiesta

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—Cálmate, solamente quiero que hablemos de alguien que tu y yo conocemos... Marinette Dupain-Cheng— Profirió el garzo de manera arrogante con lentitud, haciendo una breve pausa —Quiero que te alejes de ella, Graham— Inquirió Luka con un tono amenazante, a lo que Félix río.

—Eres ♡☆♡☆, Couffaine. Usar la misma técnica por años, como hiciste con Ethan en segundo grado; espantas a los pretendientes de Marinette, esperando que algún día se fije en ti. Pero si no lo hizo antes, que te hace pensar que te hará caso ahora y más cuando sepa de tu enferma obsesión por ella— Comentó el rubio con una sonrisa socarrona en sus labios —Y te aviso, no me pienso alejar de Marinette, ella realmente me interesa y no me voy a detener únicamente porque tu me lo pidas.

—Serás...— Farfullo el zarco.

Abalanzándose abruptamente sobre el rubio, lo tomo por el cuello de la camisa para seguidamente asestarle un golpe a Félix en la mejilla; quien no tardó en responderle con un impacto en el abdomen de vuelta, haciendo al garzo retroceder. Fue entonces que el líder del equipo de fútbol, llevo sus dedos a sus fauces emitiendo un silbido, que como réplica sus compañeros no tardaron en manifestarse.

—Muchachos, al parecer Luka Couffaine necesita una lección...

—Ya tampoco te apresures, primero tienes ♡☆♡☆♡☆— Expresó Alya, llevando una fritura a su boca.

—Pero... ¿Y si Félix no es el indicado?

—Si te quedas esperando al príncipe azul, llegará tarde y desteñido, Marinette ☆♡☆♡☆♡. Al comienzo de la relación cuando estas enamorada pensaras que es el indicado y que vale la pena, pero al terminar dejaras de pensar igual y te arrepentirás, así es siempre; por eso el chico adecuado no existe— Justificó la morena.

Nuestra conversación se vio interrumpida, por el sonido de unas llaves que provenían del otro lado de la puerta, revelando detrás de ella a un Luka Couffaine quien a duras penas podía caminar, con un ojo morado y el labio reventado.

—¿Y eso, Romeo? Al parecer a alguien el tren de la inteligencia lo atropello— Mofo la morena.

—Claro, como lo supiste— Replico Luka con amargura —Al menos yo no tengo que vivir en casas ajenas mendigando el amor que nunca me dan en la mía — Retomó cínicamente dirigiéndose a las escaleras.

—Uff, que mal humor traes.

Por un momento, en todos los años de mi vida sentí pena por Luka, de alguna forma, lamentaba lo que sea que le hubiera ocurrido para terminar en ese estado tan mísero, de reojo podía irar como subía las escaleras con dificultad sosteniendo con su mano izquierda su estómago y la contraria la usaba apoyándose de la pared para lograr subir los peldaños para llegar a la cima...

—Maldito, Graham. Ojalá te pudras— Musitó el zarco, una vez cruzó el umbral de su cuarto, se acercó a su cama con dificultad, desplomándose boca arriba sobre el edredón. irando el blanco techo, extendió su mano en dirección a la bombilla, sucumbiendo ante los recuerdos que pasaban por su mente.

《Era el día más caluroso del verano y los retoños se encontraban en vacaciones, de entre ellas dos pequeñas que eran seguidas por una mayor mientras disfrutaban de un refrescante helado a pleno rayo del sol, a unos cuantos metros de su casa para descansar de la agitada tarde.

—¿Les gustó el paseo?— Cuestionó la mayor una vez dentro del domicilio.

—¡Si!— Vocearon con euforia las dos menores con su helado en mano.

—Voy a ir por las gomitas, para jugar a la peluquería — Comentó Juleka concluyendo su helado.

—Esta bien— Masculló la azabache con el granizado en su boca. Seguidamente la castaña abandono la estancia apresurándose escaleras arriba con la euforia corriendo por sus venas —¿Nana, no te vas a comer tu helado?

—No, estoy llena, Maye. ¿Y si vas y se lo regalas a alguien más?

—¿Cómo a quien?— Demandó la pequeña concluyendo su helado.

—Hmm no lo sé, ¿Qué tal a Luka? El no salió y debe tener mucho calor— Sugirió la fémina, causando un rostro de desagrado en la azabache.

—No, el es malo. Me jala del cabello y me molesta, Nana.

Rosalie sonrió al confirmar las sospechas que surgían en su mente desde hace un tiempo, era claro que algo le pasaba a Luka con su pequeña nieta; acto que colmó su corazón con ternura.

—Tal vez es que le caes bien.

—No lo creo Nana, a el no le agradan las niñas.

—Entonces llévale este helado y le preguntas porque no le agradas, ¿Si?— Ánimo la mayor con sus fauces curveados en una sonrisa.

—Esta bien— Aceptó, inducida por la dulzura de su abuela.

Yendo escaleras arriba con sumo cuidado, la azabache se plantó bajo el umbral del cuarto del castaño, propiciando un par de golpes a la madera. La puerta se abrió de par en par, topándose con la mirada de un joven un poco mas alto que ella.

—Ten— Tendió su mano con el helado, el castaño atisbo confuso —¿Por qué no te agradó?— Cuestionó sin recato alguno la garza, era aún muy joven para comprender el tacto y los rodeos.

—¿Qué?— Inquirió Luka con fastidio, tratando de acallar su corazón que latía desbocado en su pecho, bajo la mirada de los orbes grandes de la pequeña, todavía seguía sin comprender el porque de la reacción de su cuerpo al estar frente a su presencia.

—¿Porque me odi…

—No te parece suficiente con tener que verte en el colegio, sino también todos los días en mi casa. Me molesta tu presencia— Interrumpió esquivando su mirada.  —Ahora déjame en paz.

Y sin decir más, Luka entro a su cuarto cerrando la puerta en las narices de la azabache, aunque inmediatamente la culpa se instalo en su pecho, envuelta en un cascarón de enojó hacia el mismo; debido a que odiaba sentirse de esa forma, tan vulnerable, tan nervioso, con una repentina felicidad acobijada en el interior de su corazón ante la vista de la zarca.

Detestaba tanto eso, no entendía realmente que le ocurría, hace unos cuantos años sentía auténtico odio ante su presencia o su simple nombre, pero actualmente hasta el más mínimo pensamiento que generaba su mente era dedicado a la mejor amiga de su hermana, carecía de comprensión de donde habían quedado sus sentimientos negativos hacía ella, que ahora lo hacían sentir un imbécil por haber llegado a pensar de tan mala forma sobre una chica tan encantadora.》

Los años pasaban y esos sentimientos que atormentaban al castaño se iban estableciendo con más intensidad, el hecho de verla todos los días no le ayudaba para nada; aunque había aprendido a ocultar su afección bajo una actitud arrogante y fastidiosa, seguían ahí, incrementándose. Tratando de esquivarlos o desvanecerlos, constantemente se perdía ♡☆♡☆, esperando que alguna espabilara aquel derroche de pensamientos y suspiros como los que despertaba la azabache en el, pero era inútil; como arena movediza entre más luchaba más rápido lo consumían.

Todas las chicas debajo sus orbes se volvían mantequilla, que se derretían ante su simple caricia, sin oponer resistencia y entregándose en bandeja de plata bajo su presencia; salvo ella, quien no sólo se oponía sino le plantaba cara a sus malos tratos, respondiéndole de la misma manera. Al castaño le encantaban los retos, pero la azabache se había convertido en su obsesión.

Alejando a cualquiera que intente robarle su corazón, previamente lo había hecho tantas veces, que le resultaba divertido, alimentarse de los nervios atemorizados de quienes la pretendían, pero ahora se enfrentaba a un verdadero reto, quien estaba decidido a no declinar en la batalla...

La susodicha noche al fin había llegado y el domicilio Couffaine se encontraba abarrotado, con personas meneando sus cuerpos al ritmo de la música, bebiendo y algunas que otras parejas de tortolos intercambiando ♡☆♡☆ por las esquinas. La opacidad del aposento era casi absoluta, a excepción de las luces coloridas que danzaban por el lugar al son de la melodía.

—No puedo creer que mis padres se enojaran por eso— Renegó Alya vociferando, debido a que la alta música opacaba su voz.

—¿Cómo no se iban a enojar? Si te suspendieron por abrirle la puerta a un perro— Replicó Juleka voceando con gracia acariciando su voz.

—No es cualquier perro, se llama guisante.

—Hasta nombre le pusieron— Manifesté jocosamente.

—Por cierto, ¿Quién es ella?— Cuestionó Nathaniel, el novio de Juleka apuntando su dedo en dirección a la rubia.

—Soy Rosita, mucho gusto— La susodicha extendió su mano el dirección al joven, quien la tomo con recelo.

—Es mi guarda espaldas— Las palabras de Juleka se desvanecían en su boca, avergonzada.

—¿Guarda espaldas?— Demande, llevando la copa de alcohol a mis fauces.

—Hola bonita— Proclamó una voz bajo el sonido de la estrepitosa música, aleje la copa velozmente, dejando caer algunas gotas de champaña sobre mi preciado vestido.

—Hey, viniste.

—Claro, ¿Acaso no era lo que querías?— Demandó el rubio, abriéndose campo para dejarse caer en el largo sillón a su par.

—Si...— La sangre subía por mis mejillas al recordar la vergonzosa escena en el aula, agradecí a la tenue luz que evitaba la claridad del lugar —¿Qué tal te parece la fiesta?— Cuestione vislumbrando de reojo a Juleka, quien asentía levemente la cabeza en señal de apoyo.

—Esta genial, se lucieron— Inquirió, dirigiéndose a Juleka.

—Gracias.

—¿Deseas algo de tomar?— La mirada de Félix se plantó en la mía. Poniéndose de pie, haciéndose presente el sudor en mis manos.

—Seguro, un poco de agua estaría bien— No quiero emborracharme y hacer el ridículo frente a Félix.

—Bien. Ya regreso— Seguidamente el rubio, desapareció entre la multitud de gente que danzaban frente a nuestras narices.

—Juls. Iré al baño, dile a Félix que ya vuelvo.

—Esta bien.

Me levanté del sofá, contrayendo un leve mareo debido a la pequeña cantidad de alcohol en mi sangre, no solía tomar frecuentemente, pero con la dosis justa tendría las agallas de estar junto a Félix toda la noche sin avergonzarme ni una vez, teniendo cuidado de no tropezar con la parva mesa de centro me dirigí a las escaleras, mi cuerpo se sentía caliente y a pesar de mi tranquilidad podía sentir el calor abrasar mis mejillas, caminé peldaños arriba esquivando a las parejas y personas plantadas conversando en ella, como una gran pista de obstáculos de carne y hueso.

Después de una eternidad, al fin me hallaba frente a la puerta del baño, propiciando leves golpes a la madera obteniendo mutismo como respuesta, me digné a abrirla topándome con una escena que me dejó ojiplática; Luka, se encontraba saliendo de la ducha, inconscientemente mis ojos hicieron un vaivén rápido de su cuerpo, irándolo descaradamente, las gotas de agua abrazaban su trabajado abdomen completamente desnudo, que a pesar de su holgazanería de jamás ir al gimnasio, tenia una muy buena genética, que era mejor ni hablar ♡☆♡☆.

Por un momento comprendí, a lo que se enfrentaban aquellas chicas que visitaban su cama, si nunca había detallado que el hermano de su mejor amiga era un completo galán, pero como todo buen cuerpo, su interior se encontraba hueco.

—¡¿Qué haces ahí parada, María?¡— Vocifero el masculino, sacándome del trance con el entrecejo fruncido.

—Pe-Perdón— Chille de vuelta, cubriendo mis ojos.

—¡Qué esperas! ¡Sal de aquí!

Y por primera vez en la vida, le hice caso a Luka Couffaine, con la palma encima de mis ojos y la contraria sobre la perilla, cerré torpemente la puerta, quitando mi mano segundos antes para darle el último vistazo a su cuerpo; avergonzada y conmocionada me dirigí a la planta inferior, olvidando la verdadera razón a la que me dirigía al baño, sin poder suprimir el recuerdo de la anatomía del castaño ♡☆♡☆ ante mis iris.

—Volviste linda— Notificó Félix, una vez me encontraba a su par.

—Si— Replique apabullada.

—Chicos, ¿Juegan verdad o reto?— Proclamó Nino, inmediatamente sentí la mirada esmeralda del rubio sobre mi, requiriendo aceptación.

—Seguro.

—Mira tu agua— Félix dejo el vaso frente a mis narices, el cual no dude en tomar —¿Me traerías un Vodka por favor?— Necesito urgentemente bloquear aquella escena en mi cabeza.

—Claro.

Félix no tardó en regresar, con una bandeja de pequeños shots de vodka en sus manos, instalándola encima de la mesa; Nathaniel tomo la botella girándola sobre si misma, deteniéndose en Iván, para seguidamente volverla a girar y caer en la rubia.

—¿Verdad o reto, Rosita?— La zarca atisbo sin recato alguno sobre su hombro, en dirección a Juleka buscando aprobación.

—Adelante, es sólo un juego, aquí no me tienes que proteger de nadie, todos somos amigos hace años.

—Esta bien— Asintió la pequeña para luego establecer su vista en Iván —Verdad.

—¿Tienes novio?— Seguidamente silbidos se hicieron presentes en la mesa, molestando a Iván quien los ignoraba.

—No, lo siento. No bateó hacia ese lado.

—Uhhh, te rechazaron amigo— Comentó Nino con sorna.

—Ya ni modo, ¿Sera una señal que debo volverme del otro bando?— Bromeó Iván, girando la botella, la cual aterrizó en Juleka y Alya.

—Tus amigos son muy divertidos, me agradan— Comentó el rubio, su aliento chocaba con mi rostro, permitiéndome detectar el olor a trago en su organismo.

—Si, siempre son así. Ya sabes que cuando quieras, aquí tienes un lugar— Replique internamente desconcertada, no puedo creer que lo que me había ocurrido con Luka me haya dejado más consternada, que el hecho de tener a Félix a una tan corta distancia.

—Reto— Se apresuró a decir Alya, antes de que Juleka pudiera concluir la pregunta.

—Hazle un baile ♡☆♡☆ a Iván, para que no se nos voltee—

—Lo intentaré pero no hago milagros.

La morena se levantó de su silla, ♡☆♡☆♡☆, quienes la iraban atentamente anonadados por su habilidad, de repente mi lado vacío del asiento se sumió. Gire sobre mi hombro encontrándome con el semblante serio de Luka a unos cuantos centímetros del mío.

—Amigo, casi que no vienes. Te perdiste mi rechazo— Reclamó Iván, quien extendió su puño chocándolo con el de Luka frente a mi rostro.

—Estuve ocupado— Declaró el azul, deteniendo su vista sobre mis orbes por un segundo. Trágame tierra, te lo ruego.

—Marinette, ¿verdad o reto?— Estaba tan concentrada en desaparecer que me olvidé por completo del juego.

—Reto.

—A ver algo ♡☆♡☆...— Nino hizo una leve pausa antes de continuar —Besa a la persona a tu derecha— Mire en dicha dirección encontrándome con un Félix sonriendo de lado.

—Sólo si tu estas de acuerdo, linda— Justificó el rubio, con sus esmeraldas establecidas en mis ojos a unos pocos milímetros de mis labios, que por primera vez en la noche esas mariposas en mi estomago que sólo podía avivar el, se alborotaron.

Asentí, sin apartar su vista de la mía, siendo solo el y yo por ese momento, opacando la fuerte música de fondo; Félix extendió su mano delicadamente a mi mejilla, deslizándola hasta mi nuca acercándose lentamente a mi. Finalmente sus labios se encontraron con los míos, disfrutando a ojos cerrados por primera vez la calidez de otra boca sobre la mía.

Los labios de Félix eran suaves, salvo por alguna que otra aspereza en ellos, su olor a licor acariciaba mi nariz embriagándome con su aroma, las mariposas volaban más frenéticamente que nunca, y una inmensa felicidad abarrotó mi corazón animándome a poner mi mano en la mejilla del rubio, disfrutando de su suave tacto; sus fauces danzaban sobre los míos que intentaban imitarlo torpemente, sintiendo la mirada inquisitiva de un castaño hacia nosotros, reviviendo en mi mente aquel bochornoso momento.

Sin aviso o decoro alguno, el rubio ♡☆♡☆♡☆♡, provocando que me separará abruptamente abriendo mis ojos.

—¿Y, te gustó?— Inquirió el susodicho.

—Eh... Si— Replique vacilante y le dedique una leve sonrisa para afirmar. ¿Así de tosco era besar a alguien? Pero si Félix tenia casi la misma suerte con las chicas como Luka no será porque no sepa besar, ¿O si?

—Cuando lo harán, ¿Realmente creen que podrán soportar hasta el matrimonio? Eso mismo dijimos Nino y yo el primer mes— Reclamó Alya.

—Amigo, si tu no te ♡☆♡☆ a Juls, tarde o temprano alguien lo hará y no serás tu.

—Hasta el matrimonio, queremos hacer las cosas bien— Recalcó Nathaniel plantando un corto beso sobre los labios de la morada.

—Agua fiestas. Más bien vamos al Jacuzzi, ¡El último en llegar tiene que llamar al director!— Declaró Marc. Para seguidamente salir corriendo escaleras arriba junto a los demás.

—Tenga cuidado señorita Juleka, con esa cantidad de agua se puede ahogar en el jacuzzi— Se escucho decir a Rose subiendo escaleras arriba tras su protegida.

—¿Qué ocurre?— Inquirió Félix, notando que sólo éramos el y yo en el sofá.

—No es nada, vamos— Corrí escaleras arriba seguida por Félix hasta llegar al Jacuzzi.

La noche paso entre risas y retos, influenciados por el alcohol que le hacía perder el pudor hasta el mas recatado, para suerte de la garza, el castaño había desaparecido desde aquel momento incómodo en el sofá, aunque una incógnita más grande crecía en su interior.

Había compartido la noche completa con Félix, permitiéndose conocerlo un poco mas, pero mientras sus lazos se iban estrechando, a Marinette su adoración por el se le iba extinguiendo; dejándole un sabor agridulce que constantemente afectaba su efusividad, tratando de convencerse que eran debido a la ebriedad.

La ímpetu con la que proclamaba su amor por Félix a los cuatro vientos había desaparecido, dejándola con un vacío rebosante de obnubilación, rosando la decepción; no sabía si era el beso o el hecho de que el rubio se había convertido en su capricho en los últimos años, volviéndosele costumbre irarlo, reemplazando ese sentimiento difuso por afección.

—¿Quieres que te acompañe a tu casa?— Inquirió Félix con una sonrisa.

—Me voy a quedar a dormir, aún así. Gracias.

—Esta bien linda— Declaró el rubio, plantando un beso en mi frente —Buenas noches.

—Buenas noches.

Las luces del alba amenazaban el firmamento por el lado oeste, irrumpiendo en la oscuridad iluminada por la tenue luz de luna, dando paso a los intensos rayos de sol que profesaban su calor a quienes su luz alcanzaba. Félix se había marchado, Alya y Mylene insistían en quedarse a dormir pero tenían un pequeño problema...

#DramaWNo

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Cállate, Couffaine || Capítulo 2: La Fiesta-—Cálmate, solamente quiero que hablemos de alguien que tu y yo conocemos... Marin
Cállate, Couffaine || Capítulo 2: La Fiesta-—Cálmate, solamente quiero que hablemos de alguien que tu y yo conocemos... Marin
Cállate, Couffaine || Capítulo 2: La Fiesta-—Cálmate, solamente quiero que hablemos de alguien que tu y yo conocemos... Marin
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Perdón la tardanza, me demoro más editando los capítulos que escribiendolos :sweat_smile: :joy:

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0 Reply 06/19/22
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