DIARIOS EN MLBA| PRÓLOGO :book:

¡Bienvenidos sean todos a esta primera parte y al gran comienzo de una serie de historias que espero sigan en vigencia!

Para aquellos que no sepan a qué me refiero, los invito a leer este blog, donde encontrarán información al respecto y podrán ganar recompensas por ello.

Es mi primera historia como proyecto, así que espero contar con su apoyo y que les guste tanto como a mí.

Sin más que decir… ¡comencemos!

— :love_letter: —

Diario No. 1 – Prólogo

¿Qué es MLBA?

El sonido de los estudiantes ajetreados entre

los salones   se escuchaba a lo lejos. No era

de extrañarse; el inicio de clases   no tenía

mucho tras unas largas vacaciones de verano. No se hizo esperar aquel timbre tan molesto y conocido, indicando el retorno a las clases dentro de las aulas.

—Atención, clase, todos a sus lugares —se encontraba diciendo la maestra dentro del salón—.

—Abran sus libros y ubíquense en la página 215 —indicó.

Todos los alumnos se dirigieron de inmediato a sus asientos asignados para tomar la lectura, a excepción de una persona. Se trataba de Vayolet, una chica de la clase que se encontraba viendo por la ventana mientras su compañera de asiento le platicaba en voz baja.

—Vayolet… Ey, ¿me estás escuchando? —susurró la chica a su lado.

Ella solo se dispuso a voltear ligeramente, pero seguía sin prestar atención a su compañera de clases.

—¿Qué ocurre, Jaz? Dame un respiro —comentó entre quejidos aflojados.

—Chica, estás perdida, ni el libro has tomado —dando a entender que la clase ya había comenzado.

Vayolet, sin tomarle importancia, solo se recostó sobre su butaca, apoyándose con sus brazos. Sin duda, algo le ocurría para tenerla de tal manera.

—Qué sueño tan raro… —comentó en su mente, mirando de reojo la clase.

Sin darse cuenta, se encontraba cerrando los ojos poco a poco, y sin mucho que esperar, un sueño profundo la atrapó.

Todo se tornó blanco de repente. Vayolet había despertado en un lugar completamente diferente al aula de clases.

—¿Dónde estoy? —se preguntó a sí misma en voz baja—. Siento como si ya hubiera estado en este lugar… —observó por todas partes.

De la nada, un camino brillante le fue revelado. Este tenía un aspecto similar al de correos esparcidos y ventanas emergentes de anuncios.

—Si esto es un sueño, vaya que dejaré las redes sociales un tiempo —comentó Vayolet, dudosa de lo que acababa de presenciar.

—Para comenzar tu inscripción… sigue el camino —resonó una voz computarizada a lo lejos.

Llegando al final del camino, pudo observar una ventana emergente en una pared. Esta deslumbraba en sus orillas y, en el centro de la misma, estaba escrita la frase: “Iniciar sesión”.

—Es como si estuviera dentro de Internet… —repitió Vayolet consigo misma, mientras acercaba su mano ligeramente a aquel letrero tan extraño.

Al momento de hacer o con aquel botón, Vayolet fue envuelta en un remolino de ventanas emergentes que empezaron a recopilar sus datos como si leyeran su mente.

— itido. Bienvenido a MLBA —resonó la misma voz de antes.

Esta vez, apareció una figura emergente de tanto destello. Tenía la forma de una chica con un traje moteado y dos coletas en su cabellera.

—Por favor, confirme su nombre de y elija su imagen soñada. En MLBA, el anonimato es lo más importante para la convivencia. No esperes a ser un nuevo tú —dicho esto, aquella figura femenina mostró una ventana blanca con el suficiente tamaño para ser una puerta, indicando que ese era el camino hacia aquel lugar conocido como MLBA.

Aquel lugar desértico y misterioso de pronto se convirtió mágicamente en un sitio lleno de vida, una especie de ciudad. Esta empezó a aparecer por todos lados y, de un remolino de red, emergió una nueva ciudadana: S. Neksbi. Su apariencia era la de una chica alta, pelo corto en capas con una trenza a su derecha, un traje ajustado y un antifaz moteado. Aquella imagen de la mujer moteada había quedado marcada en su mente, pero ahora ese mismo aspecto fue ajustado a su estilo.

La ciudad estaba llena de lugares increíbles y deslumbrantes, un sitio como ningún otro, repleto de gente con trajes únicos y apariencias gradualmente diferentes. Sin embargo, una parte considerable de la población tenía un patrón de vestimenta parecido al de Neks. De hecho, todo el sitio tenía la misma temática. Había estatuas, en su mayoría, de dos personajes; era como si fueran un estilo de dioses o salvadores en aquel lugar.

Nuestra chica de ojos verdes no pudo dejar de notar que aquellos sujetos emblemáticos se le hacían conocidos de algún lugar.

—Esto me es familiar… —murmuró, observando el lugar.

De la nada, una mano amigable le tocó por la espalda. Era un ciudadano con más antigüedad en aquella ciudad.

Curiosidad No.1

> > Todo ciudadano en MLBA es portador de una marca en el cuello. Se cuenta que es un hechizo realizado por la monarquía en aquel lugar. <<

—¿Quién eres tú? —preguntó, algo confundida.

—Ah, lo siento. Mi nombre es Felix, un placer… y bienvenida a MLBA —dijo sonriente.

—No entiendo nada… ¿Por qué sigo escuchando ese nombre? ¿Y por qué todos lucen de esta manera? —respondió, desconfiada y abrumada.

—Vaya, de verdad no sabes nada de este lugar, ¿Neksbi? —preguntó.

—¿Ah? ¿Sneksbi? ¿Quién es ella? —respondió, confundida ante la mención del chico.

—Si miras hacia arriba de ti, podrás ver tu nombre, que por cierto es muy peculiar —dijo el chico con una leve risa, percatándose del despiste de la chica nueva.

Vayolet se dispuso a ver por primera vez a aquella chica en la que se había convertido. No se reconocía a sí misma. Era como ver a una persona completamente diferente. No supo cómo actuar ante tal situación y decidió salir corriendo.

—¡Lo siento! ¡Debo regresar a casa! —exclamó, y sin más, salió de la vista del chico, dejándolo confundido.

Después de recorrer una parte de aquella gran ciudad, pudo detenerse un poco a tomar aire en una fuente. Se encontraba dudosa, algo perdida e incluso confundida, pero algo en el fondo le resultaba familiar en todo esto.

—Debería buscar una salida. Si pude entrar, debería ser fácil salir también, ¿no? —se preguntó a sí misma, mientras observaba a la gente pasar.

A pesar de ser una gran ciudad, pudo notar que el sitio estaba algo deshabitado. En todo el tiempo que estuvo corriendo entre calles y locales, solo vio pequeños grupos de personas en cafeterías privadas o clubes públicos.

—Es extraño… Hay bastante espacio, pero no hay suficientes personas para cubrirlo. ¿Qué es este lugar? —volvió a preguntarse.

Mientras se miraba en el reflejo del agua cayendo de la fuente, pudo observar un grabado en aquel monumento de piedra.

—La historia de MLBA… —comenzó a leer con curiosidad.

“La historia de MLBA empieza a principios del siglo XV. Los fundadores, LadyBug y Chat Noir, eran héroes valientes que se encargaron de proteger a su pueblo. Fueron elegidos por los dioses de la creación y la destrucción tras haber salvado a miles de personas de un devastador desastre en su pueblo natal.”

Pero no todo fue paz tras aquel incidente. Con la llegada de nuevos héroes, no se hizo esperar el mal desde las sombras. En el siglo XX, una enorme batalla se desató en estos rincones y ambos héroes desaparecieron. Nadie supo de ellos, pero la paz volvió después de su sacrificio. Desde entonces, esta ciudad se ha encargado de honrar su memoria y convertirse en la esperanza prodigiosa que aún guardan los milagrosos de origen natal.”

—Veo que leíste la leyenda —resonó una voz a lo lejos—. Entiendo cómo te sientes ahora… También me costó creerlo todo al inicio.

—Si no tuviera este traje tan ajustado en este momento, diría que me están tomando el pelo. Es gracioso, ¿no es verdad? —respondió Neks con ironía.

Una figura femenina, alta y con un perfil de vestimenta formal, se acercó más a Neks y comentó:

—Es normal sentirse perdido al comienzo. ¿Es tu primera vez aquí? —preguntó con curiosidad aquella misteriosa y encantadora chica.

—No…, digo, sí. Es difícil de explicar, pero siento como si mi corazón ya conociera este lugar… ¿Soy rara al pensar esto de un sueño? —se cuestionó con un tono desanimado.

—¿Un sueño? —rió la mujer—. Creo que nadie te ha explicado esto, bonita.

Ahora mismo estás en MLBA, un sitio fundado por nuestros líderes más veteranos, LadyBug y Chat Noir. La leyenda que leíste hace un momento no es una simple narrativa vieja —sonrió con confianza—. Eres una LB actualmente. Si has estado alguna vez por estos rincones, tendrás que encontrar las memorias de tu paso.

Extendió su mano a la chica desanimada, ofreciéndole apoyo.

Neks levantó el rostro y pudo ver el nombre de aquella amable mujer. Era Vicky. Una marca en su cuello indicaba el número 19. Era la primera vez que Neks veía un número alto en todo el tiempo de su estancia.

No era lo único curioso de aquella carismática chica. Algo desconocido de ella era su rol tan importante en esta ciudad.

—¿Memoria del pasado? —preguntó Neks, mientras levantaba su mano para tomar la de Vicky.

—Si deseas conocer la verdad, tendrás que consultar las memorias de la comunidad. Seguro encontrarás pistas que te serán de ayuda —dijo, levantando con un suave jalón a nuestra pequeña LB. La miraba con un gesto preocupado, pero sonriente—. Bueno, espero verte pronto. Te sugiero iniciar por los clubs públicos, serán de gran ayuda.

Vicky soltó la mano de Neks y se dispuso a caminar hacia un carro que la esperaba frente a ambas.

—Gracias, Victoria… —Al momento de decir esas palabras, Neks sintió como si ya hubiera pronunciado antes esa frase. Experimentó un pequeño flashback, con una ligera imagen de una misma despedida.

Vicky alcanzó a escuchar la frase antes de irse, pero no notó la situación que estaba viviendo la chica de traje moteado. Y sin más, subió al vehículo.

—S. Neksbi, si tu destino es revivir esas memorias, tal vez tú seas esa luz que despierte a todos de esta maldición que ha roto sus mentes… —murmuró para sí misma, dando un vistazo a la ciudad por la ventana.

Mientras esto sucedía, Neksbi estaba experimentando un pequeño destello de nostalgia. Se preguntaba si sería capaz de encontrar la verdad y llegar al fondo de todo.

En un momento dado, un pequeño libro apareció frente a ella como si de arte de magia se tratara. Al leer sus pensamientos, este se materializó con una portada inusual.

—Diarios en MLBA… —leyó Neks.

—Creo que ya puedo entender… Si así será desde ahora, ninguna historia que me lleve a mi origen será ignorada —afirmó, agarrando el libro con firmeza mientras su vista se enfocaba en la gran ciudad a lo lejos...

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Finalmente, esta historia ha comenzado. Las páginas por leer apenas han abierto sus pastas, y la curiosidad por revelar los más grandes secretos del mundo MLBA apenas comienza a surgir. ¿Serás tú parte de una gran historia en MLBA? No pierdas la oportunidad y mantente al corriente de esta gran aventura.

¿Vieron los storyboards?

¡Créditos a Lemmon, es un amor!