"El asesino"

7:00 a.m

La alarma me despertó para iniciar un nuevo día de mi divertida vida.

-No sabes cuanto te amo- la apagué de un solo golpe.

Me senté y miré la hora, aún tenía tiempo para alistarme pero es preferible hacer las cosas con calma.

Observé mi pierna por un rato, intenté recordar lo de aquel día como todas las mañanas y fue una perdida de tiempo, como siempre. Llamé a la enfermera para que me ayudara a levantarme de este infierno, y por mi desgracia no lo podía hacer sólo.

No tengo una pierna. Así es, la verdad es fascinante no tener una pierna. Tienes muchos amigos, tu familia se preocupa y puedes hacer deportes sin ninguna dificultad.

- Ahora qué quieres Nath- démosle un fuerte aplauso a Marinette, por haber llegado 15 minutos tarde le darémos un premio sorpresa.

-Tu que crees- la miré, ella estaba en el marco de la puerta con ese estúpido traje que ni sé para que sirve si está en mi casa, no en un hospital.

Entiendo de que sea una enfermera y toda el tema, pero para que llevas esa maldita camiseta de color rosa con una extraña criatura en tu cuello.

- Con un simple "por favor" me basta- se fue a buscar mi ropa mientras me reclamaba.

Bueno no es tan malo después de todo, ella fue la única que estuvo conmigo en mis días de soledad. Además ella me conoce desde que tuve mi accidente y me aceptó como soy, eso la hace más especial.

-Está bien Nath, empecemos con el trabajo pesado- Levantó mis piernas tratando de darle vida o yo que sé. La cuestión es que no funciona y lo siguen intentando cómo esos deportistas sin futuro, se caen y se vuelven a levantar porque no mejor olvidarlo y dedicarse a otra cosa.

-¡Listo!- Por lo menos esta vez no ha tardado tanto.

- ¿Qué es lo que dice la gente amable cuando le hacen un favor?- puse mi mano en el mentón haciendo una pose pensativa.

- Un gracias - rodó los ojos y dándome un golpe en la cabeza con el diario que encontró por algún lado.

-Perdón, perdón, perdón- le repetía para que me deje de pegar. Paró, tiró el diario a la basura y se fue enojada a la cocina.

Ya se le va a pasar, pensé.

7:20 a.m

Voy caminando con un bastón a la escuela y una sonrisa inigualable. La mochila parecía que pesaba el dinero que roban en esta ciudad, y para mi suerte estaba lloviendo.

Un poco de lluvia le va hacer bien a las plantas, me gusta el olor a tierra mojada, si claro. Ahora explícame cuando estás sin paraguas en medio de la calle ¿quieres que llueva para sentir el estúpido olor a tierra? Oh,ya me acordé se llamaba... igual le seguiré llamando olor a tierra mojada.

7:30 a.m

-¿Que te pasó tomate?- me preguntó el rubio de la clase, uno de mis poco amigos que tengo.

Él era el típico chico popular con muchos amigos, divertido, bueno en los estudios y en los deportes. En resumen él era el chico perfecto y estúpido.

-A vos que te incumbe rubio oxigenado- le contesté. Agarré mi mochila y la tiré al asiento dónde usualmente me ubico.

¿Quién se cree para decirme tomate? ¡Bah! Es mi amigo, los amigos se hacen bromas entre ellos ¿No?

-Tenés razón, pero tengo algo que decirte y esto va en serio- cambió su expresión al decir aquellas palabras, en verdad era algo serio.

Se acercó a mí con un collar que lo había visto en alguna parte, no recuerdo quien lo usaba.

-Juleka murió- dejó caer el collar.

-La asesinaron...- respondí por mis adentros.

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:cherry_blossom: ¡Hola! :cherry_blossom:

Les traigo un nuevo fanfic, y ya vieron que el personaje de Nath es algo sarcástico. Un dato, se me hizo más fácil escribir los diálogos con la personalidad de este personaje. Si tienen alguna duda la pueden dejar en los comentarios. Gracias por leer :heart: