Friends: Songfic/Two Shot

~Don't go look at me with that look in your eyes~

Marinette:

Era otro día en la preparatoria Dupoint y cierto chico de ojos verdes y suave cabello rubio me observaba embelesado. Tenía las mejillas de un color carmesí y una gran e innecesaria sonrisa decorada su rostro.

-Así que, ¿quieres salir conmigo?. -dijo mirandome-

Rodé los ojos frustrada.

-Te lo.diré por última vez, Adrien...¡NO!

En ese momento la campana sonó y me retiré a mi residencia.

Un dulce olor a pan recien horneado llegó hasta mi nariz anunciando mi llegada no tan triunfante a la panadería de mis padres. Tenía los ojos cansados y lo único que quería era dormir por una semana.

-Hola mamá. -dije, viendo a mi progenitora-

Me saludó cariñosamente con un beso en la mejilla mientras el incesante sonido de una llamada telefónica volvía a mi celular. Eran tantas llamadas que me dió miedo de que el aparato explotara.

-¿Ese chico de nuevo?. -dijo mi madre alzando una ceja-

-No me lo recuerdes. Hoy me lo preguntó de nuevo en la preparatoria.

Diciendo esto subí las escaleras hasta mi habitación.

Y otra llamada del rubio fue a parar a la contestadora.

-¿Estas segura de que no sería buena idea salir con él?. -dijo Tikki, flotando frente a mí-

-¡No Tikki! Lo conozco desde que tenía 10 años. ¡Es como un hermano para mí!

Hace dos semanas me había dicho que estaba enamorado de mí y le había dicho un millón de veces que sólo eramos amigos....

Pero él no parecía entender.

Aún recuerdo aquella vez cuando la lluvia y los truenos azotaban mi habitación mientras el de cabellos dorados tocó a mi puerta con un ramo de flores en su mano.

-¡Qué bonita hora de llegar Adrien! -dije aquella noche- ¡Son las dos de la mañana!

Estaba batallando contra el insomnio cuando el renombrado modelo apareció con una sonrisa nerviosa y una capucha en su cabeza.

Y con esa mirada....Con aquella mirada que me frustra. Puedo ver en el brillo de sus ojos que está enamorado de mí, pero yo no siento nada por él.

Es mi mejor amigo.

Pero cada vez que dice que me ama, me vuelve loca.

Y mientras mis ojos se cerraban y la noche llegaba a mi habitación, recordé aquella vez que intentó besarme y yo lo rechaze rotundamente.

Porque Adrien Agreste y yo siempre seríamos amigos.

Tal vez se había enamorado de mí aquel día donde me ofreció su paraguas, cuando nuestras manos se tocaron por primera vez...

Pero en mi corazón no había lugar para el amor.

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