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°°°·.°·..·°¯°·._.· Capítulo 52 ·._.·°¯°·.·° .·°°°

¡Por fin! ¡Al fin me confesaba lo que siente! Ahora podré estar cerca de él y estoy completamente segura de que esto funcionará. Nos separamos y lo abracé, él me correspondió.

Adrien: creo que nuestros amigos tenían razón. Yo te gusto y vos me gustas – reí.

Brigitte: si tan solo no fueses un terco.

Adrien: ¿Terco yo?

Brigitte: si, vos.

Adrien: ¿Sabes algo que no me pone tan feliz?

Brigitte: ¿Que?

Adrien: que no puedo pedirte que seas mi novia, no aún – agaché la mirada.

Brigitte: pienso hablar con él hoy, cuando llegue a mi casa. Creo que mi historia con Nathaniel ha llegado a su fin, bueno, llegó a su fin desde hace mucho pero creo que yo no lo quise reconocer. Siempre he desafiado al Universo.

Adrien: ¿Cuántas veces lo has hecho?

Brigitte: uff… desde tercero de primaria. Yo iba a entrar aquí cuando tenía siete años pero no quería, así que hice tantas cosas para evitar mi cambio. En las competencias, mis amigos, mis enemigos, todas mis decisiones. Y ahora.

Adrien: ¿Ahora?

Brigitte: mi destino era no venir, me habían castigado. Eso significa que esto no es mi destino.

Adrien: ¿Algo de que preocuparse? La verdad no entiendo muy bien.

Brigitte: vos no te preocupes – escuché la notificación de mi celular y chequé que era.

:iphone: Chat :iphone:

Alya 🦊

Tu mamá está aquí

Y está muy enojada

Acaba de llegar tu papá

Así que ven rápido

:iphone: Fin chat :iphone:

¡Oh, no! Esto está muy mal, ya me descubrieron. Guardé mi celular y tomé la mano de Adrien, tengo que inventar algo para no preocuparlo. Tengo que evitar a toda costa que se entere de mi don y maldición, ya suficiente con que Nathaniel lo sepa.

Brigitte: creo que ya es hora de que me vaya.

Adrien: ¿Todo bien? ¿Que decía el mensaje?

Brigitte: como dije, me escapé y será mejor que regrese a casa antes de que me descubran.

Adrien: te acompaño.

Brigitte: ¡No! Mi mamá no le gustará nada, menos porque para ella todavía estoy con Nathaniel. Deja primero termino con él y luego le cuento esto.

Le di un beso en la mejilla y sin dejarlo decir algo bajé corriendo. Llegué hasta el patio y mis amigos detenían a mis padres para que no entraran, ¡Oh, no! El señor Dupoin-cheng. Me acerqué casi temblando, nadie tenía buena cara.

Brigitte: hola – susurré. Mis amigos miraban atentos y yo solo miraba a mi mamá que se esforzaba por no gritarme en este momento.

Thom: vámonos – dijo con el mismo tono cuando se enteró que estafaba a la gente, y no me gusta para nada.

Asentí y me despedí con la mano de mis amigos, subí al auto y junto a mí estaba el señor Dupoin-cheng.

Señor Dupoin-cheng: lo que hiciste estuvo mal ¿Sabes?

Sabine: te dije…

Señor Dupoin-cheng: tranquila Sabine. Todos los Dupoin-cheng hemos desafiado aunque sea una vez nuestro destino ¿O no Thom?

Thom: creí que eso no se hablaba hasta…

Señor Dupoin-cheng: ¿Después de los quince? – rió –. Vos fuiste tan obediente que apartir de esa edad comenzó tu rebeldía, cuando conociste a Audrey y se autonombraron los reyes del colegio.

Thom: debo itir que era un poco cierto – mi mamá le dió un ligero golpe en el hombro –. ¡Auch!

Señor Dupoin-cheng: el ego Dupoin-cheng siempre está ahí – rió –. ¿Sabes? Me recordás al quinto Dupoin-cheng. Su historia es impresionante.

Brigitte: ¿Cuál es?

Señor Dupoin-cheng: él fue el primer Dupoin-cheng en volverse una perdición. Hacía lo mismo que vos – me quedé boquiabierta –. Pero una historia no se repite dos veces.

Brigitte: ¿Y cuál fue su final?

Señor Dupoin-cheng: se suicidó después de perder todo.

Si no supiera que una historia no se repite dos veces en este mismo momento estaría temblando de miedo, pero ahora sé que eso no me va a pasar, así que no me preocupo.

Llegamos a casa y mis papás seguían enojados, sorprendentemente el señor Dupoin-cheng estaba más tranquilo, digo, no estaba de acuerdo con que me haya escapado, pero tampoco estaba como mi mamá.

Sabine: te queda totalmente pro…

Señor Dupoin-cheng: a un Dupoin-cheng no se le prohíbe nada. Ni siquiera a Thom se lo hice.

Thom: claro que… – se quedó pensando – no. Solo me contabas las historias y hablabas conmigo.

Señor Dupoin-cheng: cuando a un Dupoin-cheng se le dice la palabra "prohibir" automáticamente el factor de desobediencia se activa. Ahora vos – dijo refiriéndose a mí –, andá a tu habitación y no salgas hasta mañana.

Brigitte: está bien.

Subí como niñita saltando de escalón en escalón. Saqué mi celular de mi bolso y sonreí al ver un mensaje de Adrien.

:iphone: Chat :iphone:

Adrien :cat2:

Ya llegaste?

Todo bien en tu casa?

Brigitte :beetle:

Todo bien

Adrien :cat2:

Quería saber si tenías un compromiso el 5 de agosto

Brigitte :beetle:

Por qué?

Adrien :cat2:

Ese día llega Félix

Brigitte :beetle:

:scream:

Por fin conoceré a tu hermano

Ahí estaré

Adrien :cat2:

Bien

Descansa

Adiós

:iphone: Fin chat :iphone:

Ahora sí, hablemos con Nathaniel, entré a os y busqué el de Nathaniel, lo presioné y comenzaron los tonos.

:telephone_receiver: Llamada telefónica :telephone_receiver:

Nathaniel: bueno.

Brigitte: Nathaniel, creo que debemos de hablar.

Nathaniel: ¿Al fin te vas a animar a decirme que ya no sentís nada por mí? – me sentí mal. Lo dijo en un tono tan triste.

Brigitte: ¿Cómo te enteraste?

Nathaniel: lo comencé a sospechar desde que te besó, y Mylène me lo confirmó.

Brigitte: no sé si matarla o agradecerle. ¿Por qué nunca me lo dijiste?

Nathaniel: quería que vos te animaras, de todos modos, me hubieses mentido para no lastimarme – eso es cierto –. Yo solo quiero que me respondas algo.

Brigitte: decime.

Nathaniel: «¿Qué nos pasó? ¿Por qué nos perdimos? ¿Dónde quedó aquello que nos prometimos?»

Brigitte: Nathaniel – suspiré –, creo que esto se debe hablar en persona ¿No crees? Además, nunca me ha gustado que usen mis tácticas contra mí.

Nathaniel: creo que ese es el único modo, pero tenés razón, hay que hablarlo en persona.

Brigitte: ¿Te parece si nos vemos mañana?

Nathaniel: claro, ¿En la cafetería a la que íbamos? ¿El Jam&Roller?

Brigitte: si, ahí nos vemos. Adiós.

Nathaniel: adiós.

:telephone_receiver: Fin llamada telefónica :telephone_receiver:

¡Vaya! Fue más fácil de lo que pensé, pero ahora mañana será lo difícil. ¿Qué voy a hacer? Mi intención no es lastimarlo pero… ¡Agh! Lo ilusioné por tanto tiempo. Soy una pésima persona.

Después de tanta discusión mental, terminé rendida por el sueño y lamentablemente ni dormida pude dejar de pensar en todo.

Brigitte: perdóname Nathaniel, pero yo amo a Adrien. Lo mejor será terminar.

Nathaniel: ¿Lo mejor? ¿En serio será lo mejor? Brigitte ¿No te das cuenta de que él es tu perdición?

Brigitte: Nathaniel, él me hace feliz.

Nathaniel: y te hace sufrir, yo NUNCA te hice sufrir. Pero, ¿Sabes qué? Si te querés ir con él, andate. Así yo me salvo.

Brigitte: Nathaniel, ¿Por qué sos así conmigo?

Nathaniel: porque sos una perdición, y prefiero salvarme a quedarme a ver cómo terminas como tu antepasado.

En ese momento Nathaniel desapareció y yo me quedé sin aliento, ¿Qué está pasando?

Adrien: ¡Brigitte! – me abrazó –. Al fin dejaste a Nathaniel, ahora podremos ser felices – le sonreí y lo abracé.

Detrás de él vi a un señor colgando de una cuerda, estaba muerto.

Adrien: ¿En serio crees que terminarás así?

Brigitte: no, una historia no se repite dos veces.

Adrien: me alegra saberlo, pero ¿Sabes? Ella crecerá sin su madre.

Brigitte: ¿Que?

Adrien: si, mira – me señaló una habitación.

Fui hasta la puerta y era un funeral, había mucha gente alrededor del ataúd y tres personas de ahí sostenían a tres bebés. Había un chico en la esquina del fondo llorando.

Brigitte: ¿De quién es el funeral?

Adrien: tuyo, porque yo hice que te volvieras una perdición.

Giré a verlo pero ya no estaba, todos habían desaparecido y solo estábamos el ataúd y yo. Me acerqué y estaba una chica como yo, me fijé en su nombre.

Brigitte: Marinette…

Desperté. ¿Qué había sido todo eso? ¿Por qué soñé con el funeral de Marinette? ¿Por qué Adrien decía que era yo? ¿Por qué me dijo que será mi perdición?

Me cuestioné tantas dudas que comencé a preguntarme si en verdad hacia lo correcto.