La Familia Crece.

Our Children Presente, Fragmento No Oficial.

—¿Por qué te hiciste pipí mami?

Me pregunta mi hijo mirando mis piernas y parte de la falda de mi vestido cubiertos de líquido.

—Étienne mi niño, necesito que hagas algo por mí por favor.—Le pido a la vez que hago un esfuerzo por calmarme.

—Sí mami ¡ya sé que hacer espera!

—¡A dónde vas Étienne!

Exclamo al verlo correr lejos de mí sin saber el motivo, entonces avanzo e intento subir en la cama, como puedo logro sentarme en ella estirando mis piernas lo cual me alivia solo un poco pero ya están empezando las contracciones y es demasiado para mí estando sola con Étienne.

Pero en pocos segundos vuelvo a verlo ahora con un rollo de papel higiénico en su mano el cual me ofrece con una tierna sonrisa.

—Te ayudo a limpiarte mami.

Él enrolla un poco del papel en su pequeña mano y me seca los restos de líquido amniótico que se encuentran impregnados en la piel de mis muslos, siendo muy delicado y dulce.

—Cariño.—Lo llamo intentando aguantar la risa, es demasiado adorable e inocente pero no quiero reírme ahora. No ahora que su hermano viene, no es el lugar y él no debe vernos.

—¿Podrías pasarle el celular a mami? Necesita hablar con papi un minuto sobre algo muy importante.

—¡Está bien!

Baja apurado y rápidamente vuelve, como si hubiera sido una carrera, ahora con el celular y me lo entrega.

—Gracias mi amor.

Le agradezco con una sonrisa, tomo el celular para desbloquear la pantalla, me meto despues a mi lista de os y llamo a Adrien desesperada. Afortunadamente para mí me responde rápido, de verdad no quiero tener a Noah aquí en la cama de mi habitación y mucho menos frente a su hermano mayor.

—Rompí fuente hace unos 5 minutos por favor ven rápido, no quiero tener a nuestro hijo aquí y menos que Étienne lo vea. Pero rápido Adrien que ya siento como se mueve más y más, creo que él también ya quiere dejar mi barriga.

Le explico inhalando y exhalando mientras trato de calmarme y de no moverme tanto, el dolor no es tan intenso como el que sentí cuando estaba por tener a Adrienne y Étienne pero aún así no puedo tenerlo aquí, el motivo es Étienne.

—¿Mami estás bien?—Me pregunta mi niño preocupado, él toma mi mano izquierda mientras yo sostengo mi barriga por debajo. Tomo también su suave manito para que sepa que estoy bien.

—Claro que sí mi amor no te preocupes.—Aseguro para que esté tranquilo.

—¿Pero por qué no vas al baño?

Te puedo acompañar si quieres.

Ya no puedo responderle solo siento que algo baja desde mi interior cada vez más rápido y mi genital se abre, es como si algo fuera a partirme. ¡Dios, que llegue pronto!

—Étienne escúchame bien—Digo y respiro profundo y suelto una vez más.—Quiero que bajes a la sala y te quedes ahí un rato, yo me cambiaré la ropa y estaré contigo en un momento ¿sí? Pero ve por favor.

—¿Pero en verdad estás bien?

No quiero que te pase nada como a Adri, mami.

No ahora por favor..

—Lo estoy, pero ve rápido ¡Por favor!

Verlo salir apurado obedeciendo mi orden me quita un gran peso de encima, pero mi bebé no deja de bajar ahora tengo que hacer fuerza y pujar no puedo retenerlo o puede morir y yo no pienso correr el riesgo de perderlo.

—Por favor que llegue rápido

¡ADRIEN VEN AHORA, ALGUIEN!

Las sabanas, el colchón y mis muslos tienen líquido amniótico, Dios mío no deja de salir, siento algo grande y ancho, pero creo que tendré que hacerlo sola ya no puedo seguir esperando. Empiezo por acomodarme bien en una posición que me facilite tener a mi bebé y le permita terminar de nacer bien, ahora comienzo con mi trabajo, pujar para tenerlo.

—Solo te pido que salgas vivo y sano, por favor solo eso, resiste.

Le digo y continúo con mi labor esforzándome y tratando de hacerlo lo mejor que pueda, pero me estoy cansando rápido y el dolor se intensifica el triple al igual que el ardor y siento como si me estuviera quemando en esa zona, el sudor aumenta en todo mi cuerpo y la temperatura también, mi ritmo cardíaco subió al cielo por el gran esfuerzo que estoy haciendo. En verdad siento que mis caderas se partirán, no dejo de inhalar y exhalar tan desesperadamente necesito que nazca pronto y que todo esté bien, que no tenga ningún problema de salud.

—Dios, ya está saliendo..

Siento que la parte grande ya salió de mi cuerpo y ahora oigo un llanto que me hace llorar también pero sigo pujando, siendo cuidadosa de no lastimarlo solo quiero que él llegue bien aunque me esté muriendo de dolor y esté bañada en sudor.

—Vamos Noah ¡SAL YA!

Después del intenso grito que acabo de dar apurandolo pujo y hago tanta fuerza que siento como la mitad de su cuerpo sale tan rápido y facilmente, es como si se deslizara hacia fuera. Él sigue llorando con fuerza y ahora pujo solo un par de veces más y finalmente termina de salir de mi interior por completo, ahora puedo acercarme, lo hago lentamente con mi pecho subiendo y bajando debido al esfuerzo que hice, y lo veo claramente, tiene restos de sangre y líquido, su piel está enrojecida y llora a todo pulmón como si sintiera dolor, su llanto me lo contagia.

Solo lo tomo con mucho cuidado entre mis manos y lo acerco a mí, deja de llorar y se tranquiliza cuando lo recuesto sobre mis brazos y pecho y lo acomodo bien en ellos.

—Al fin estás aquí y eres tan hermoso como tus hermanos.—Le digo recordando el momento en el que ví los rostros de Adrienne y Étienne por primera vez cuando llevaban tan solo unos segundos de haber nacido. Me fijo bien, el poco cabello que tiene es del mismo color que el mío y sus ojos son azules también como los míos, brillan tanto mientras mueve sus bracitos y piernas.—Te aseguro que ellos estarán muy felices de conocerte por fin. Bienvenido a la familia bebito precioso.

Termino de decirle ignorando por completo todo el dolor y el cansancio de hace unos segundos. Solo somos él y yo, aunque ahora escucho la puerta principal de la casa abrirse bruscamente y azotar contra la pared y luego unas voces fuertes también seguido de eso.

—Creo que papá y tío han llegado Noah, ellos te van a conocer.—Le hablo a mi hijo mientras lo miro y acaricio con una sonrisa, reconociendo bien esas voces. Luego oigo y siento pasos pesados y apresurados subir la escalera y venir a mí muy rápido, para este momento soy tan feliz.

—¡MARINETTE!

Ahora alzo mi cabeza rápido y miro al padre de este bebé tan precioso que acabo de tener, él se acerca a nosotros para vernos.

—Perdóname por llegar tarde princesa.—Se disculpa y ahora mira a Noah.—¿Puedes perdonar a papá por llegar tarde a tu nacimiento y dejar a mami sola?

Su pregunta hace llorar de nuevo a nuestro bebé y ambos reímos viéndolo.

—Creo que no te perdona.

Le respondo sonriendo mientras trato de calmar el llanto de Noah.

—Gracias por esto Marinette.

Vuelvo a ver Adrien luego de oírlo.

—Por darme un hijo tan hermoso como su madre, si supieras cuán feliz soy por esto, por tenerte a ti, a los niños y ahora a Noah en mi vida. Te amo y iro lo fuerte que has sido en todo este tiempo, realmente eres una mujer maravillosa a la cuál no quiero perder jamás. Gracias por llegar a mi vida y hacerme tan feliz con tu presencia, por darme una familia.

Sus palabras me conmueven y me hacen tan feliz que ahora vuelvo a llorar como mi bebé. Acaricia mi mejilla y a la vez la cabeza de Noah sin dejar de sonreír.

—Muchas felicidades a ambos, se merecen esto y más.

Nos dice ahora Félix, él también nos mira con una sonrisa.

—Gracias hermano.—Le contesta Adrien y se levanta a abrazarlo. Ambos lo hacen con tanto amor y alegría, son tan lindos.

—¿Quieres verlo Félix?

Le pregunto sin dejar de sonreír mientras lloro de felicidad.

—Me encantaría pero debemos llevarte con él al hospital para que sean bien atendidos.

—Félix tiene razón, no quiero que les pase nada.—Añade Adrien preocupado.

—¿Mamá?

—¿Estás bien?—Oír las dulces vocecitas de mis hijos y ver sus rostros me hace llorar aún más y cubrir mi rostro. No puedo con esto..

—Vengan aquí niños.—Adrien los toma de sus manitos y juntos vienen hacia mí.

—¿Él es Noah?—Pregunta Étienne.

—Sí cariño, él es Noah, su hermano menor.

—Es muy pequeño y se parece a ti mami.—Me dice Adrienne.—Hola Noah, yo soy Adrienne.

—Y yo Étienne, tus hermanos mayores.—Se presentan y ambos tocan las pequeñas manitos de mi bebé.

—Su piel es muy suave.

—¡Mamá mira!

—¡Está tomando nuestros dedos!—Exclaman emocionados y sorprendidos. Noah agarra sus dedos índice con fuerza, como si no quisiera soltarlos y ellos no pueden dejar de verlo, su carita.

—Tenemos un hermano ahora.

—Y ahora son los hermanos mayores.—Añade Adrien con una sonrisa.

—Su mano es muy pequeña, papá ¿él se quedará así siempre?—Pregunta Étienne.

—No pequeño, al igual que ustedes su hermano crecerá pero siempre será menor.

—¿Y podemos hacerle una fiesta papi?

—¿A Noah?—Le responde a Étienne.

—Una de bienvenida, y puedes invitar al tío Nino y a la tía Alya.—Contesta.

—¡Y a la tía Agami y al tío Félix también!—Exclama alegremente Adrienne.

—Por favoor papá, dí que sííí.—Suplican juntos.

—Está bien, haremos una fiesta para celebrar la llegada de Noah y darle la bienvenida a la familia.

—¡Gracias!—Ellos están tan felices y emocionados.

—Es muy lindo, igual que mami.

—Adri y yo te cuidaremos mucho Noah, y vamos a jugar y a divertirnos mucho también, te prestaremos nuestros juguetes y conocerás al tío Nino, a la tía Alya ¡y a toda la familia!

Le dice Étienne, ambos son muy delicados. Tanto los niños como Adrien y Félix están muy concentrados en mí y en Noah, no miran nada más.

—Te amo.—Le digo a mi bebé.

—Te amamos.—Le dice Adrien y tomamos nuestras manos mientras Adrienne y Étienne siguen muy concentrados en su hermano menor. Parecen enamorados de él.

Our Children, Pasado,

Fragmento Extra No Oficial.

—Buenos días princesa.—Me dice el amor de mi vida mirándome con una sonrisa que me acelera el corazón aunque estoy recién levantada y es muy tarde. Son las 7 casi 8 de la tarde, dormí toda la noche hasta hace unos dos minutos que me levanté.

—Buenas tardes mi amor ¿qué haces?—Pregunto acercándome a la mesa de la cocina por la parte exterior apoyando mis brazos sobre ella y mirándolo solo a él aunque ahora noto a mi lado un plato con trozos de queso que me abren todo el apetito, babeo imaginando el sabor y siento deseos gigantes de devorarlos todos yo sola. El olor me enamora.

—Preparo qui— ¡no comas eso!—Exclama y me arrebata el queso y se lleva el plato apurado, luce un poco asustado y nervioso como si fuera a comer veneno o algo. Deja el trozo de queso junto al resto y el plato en la otra mesa.

—Tengo hambre..—Anuncio sintiéndome como una niña pequeña que necesita atención.—El queso se veía delicioso.

—No puedes comerlo, es peligroso para el bebé.

—¿Bebé?—Adrien me mira un poco confundido.

—Ah, sí.. cierto que estoy embarazada.

—¿Y si vas a ver a los niños? Yo terminaré pronto aquí.—Sugiere pero deja lo que hace de lado y se me acerca.

—Te amo.—Me dice una vez más, luego me besa y acaricia mi rostro. Él es demasiado tierno, a veces se parece a un niño pequeño.

—Yo igual te amo pero ojalá la comida esté rápido o de lo contrario me comeré los muebles de la casa..—Él ríe por mis palabras.

—No va a ser necesario, estoy haciendo suficiente como para que todos en especial el niño que tienes dentro, queden satisfechos. No habrá espacio en su estómago para nada más después de esto.—Me explica sonriendo divertido.

—Está bien..iré a ver a Adrienne y a Étienne.

—Yo fuí a verlos hace unos 20 minutos y estaban durmiendo juntos.

—Veré si aún duermen.—Me separo y dirijo hacia la escalera y mientras la subo no puedo evitar pensar en lo mucho que dormí, ni siquiera cuando estuve embarazada de Adrienne y Étienne me sentí así de cansada y agotada sabiendo que fuí madre primeriza y prácticamente tuve que hacerlo todo sola, yo no contaba con Adrien. Creo que en esos momentos tenía más energía que ahora, estaba más despierta lo cual no tiene mucho sentido ya que debería ser al revés.

Termino llegando a la puerta de la habitación de los niños, ellos están despiertos y lucen como yo, despeinados con su cabello rebelde y ojos mediocerrados, también frotan sus párpados y bostezan. Quien me mira primero es Étienne y enseguida me llama muy feliz y emocionado, yo entro y él me abraza, nos acercamos juntos a su hermana.

—Hola mami.—Me saluda Adrienne, ella está igual que yo, medio dormida y se ve cansada. Me siento con Étienne a su lado, lo abrazo y con mi otra mano libre acaricio la suave mejilla de mi hija.

—¿Aún tienes sueño?—Niega lentamente con su cabeza y vuelve a bostezar.

—Veo que están muy bien.

—Pero te extrañamos mucho mami y queríamos estar contigo pero preferimos dejarte dormir.—Me explica mi hijo, él se oye un poco decaído.—Jugamos con papá pero él después tuvo que irse para preparar la cena y Adri y yo nos quedamos solos.

—Papá está muy ocupado siempre y tú duermes y sales mucho mamá. Extrañamos pasar tiempo con ustedes y jugar..—Ahora que mi hija me dice esto me doy cuenta de que es verdad, en estos últimos días hemos estado haciendo muchas cosas y los hemos dejado de lado a ambos, los hemos dejado solos.

—Adri ven.—Alzo mi brazo y ella se acomoda en ese lado de mi cuerpo al igual que su hermano y la abrazo como a él.—Hablaré con papá y entre los dos veremos si vamos mañana a.. ¿dónde les gustaría?—Les pregunto.

—Al parque de diversiones no podemos ir porque mami tiene a mi hermano dentro.—Dice Étienne con tanta ternura, juro que me lo quiero comer a besos. Mi niño es muy dulce.

—¿Y tú Adri? ¿Tienes alguna idea?—Le pregunto.

—No mami, no se me ocurre nada.—Responde aún pensando.

—¿Qué les parece si solo salimos a pasear por la ciudad? Y pueden comer lo que quieran, podemos jugar tanto como quieran también.

—Si tú y papi están con nosotros acepto.—Me dice mi hija mirándome con una sonrisa.

—¡Yo también y así comeremos todos juntos!—Exclama mi hijo muy feliz.

—Pero hay que ver si papá tiene trabajo mañana, si tiene no podremos ir.—Vuelve a decir mi niño poniéndose algo triste.

—Pero puedo ir yo con ustedes.

—Pero queremos a papá con nosotros también, no será lo mismo mami.—Ellos vuelven a ponerse tristes y siento que van a llorar pero cuando voy a hacer algo para consolarlos y evitar que lloren y se sientan mal entra su papá con nosotros, los niños se bajan y se le acercan rápido, juntan sus manos frente a él como si fueran a rezar.

—Por favor papá, ven con nosotros mañana, sal con nosotros, Adri y yo te extrañamos mucho.—Le pide Étienne.

—Dí que sí papi, hace mucho no salimos todos juntos y lo extrañamos mucho..—Termina de decirle Adrienne.

—¿Por qué están así?—Le pregunta a ambos al verlos tristes.—¿Qué sucede?

—Mami dijo que tiene que ver si mañana trabajas, y si lo haces no podrás salir con nosotros.—Mi corazón se rompe al ver a mis niños empezar a llorar, desde mi posición oigo como sorben su nariz y los veo frotar sus párpados entonces Adrien se agacha a la altura de ambos. Acaricia sus mejillas, toma sus pequeñas manos siendo muy delicado.

—¿Quieren saber algo?—Les pregunta y ellos asienten.—Hace unos minutos me llamaron del trabajo y me dijeron que tengo permiso de quedarme en casa no solo un día, si no que un mes.—Les dice sonriendo al concluir sus palabras.

—¡¿En serio papá?!

—¡¿Un mes entero papi?!—Preguntan emocionados.

—Así es, papá no volverá a dejarlos solos nunca.—Luego ambos lo abrazan con fuerza mientras él les corresponde el abrazo de la misma forma y si yo pudiera me agacharía junto a él pero hay alguien dentro de mí que no me lo permite, por el momento solo puedo sentirme feliz por ellos. Ahora los niños se voltean a verme junto a su papá que sostiene sus manitos.

—¡Papá irá con nosotros mamá!

—¡Podremos estar todos juntos al fin!—Exclaman sonriendo ahora, y yo miro a Adrien después sonriendo como él y los niños.

—Te amo papi.

—Y yo también, eres el mejor papá del mundo.—Le dicen ambos estando muy felices.

—Yo también los amo, ustedes, su hermano que viene en camino y su mamá son las personas que más amo en el mundo.—Él se levanta y se acerca con los niños a mí, me besa en mis labios y le correspondo ese acto.

—¿Qué se sentirá besar a alguien?—La pregunta de mi hijo hace que Adrien y yo lo miremos sonriendo.

—A mí también me gustaría saberlo, ¿podrías decirnos que se siente papi?—Le pregunta Adrienne curiosa.

—No creo que sea algo que deban saber ahora.—Responde, por lo que veo él también nota lo tiernos que son.

—Pero ustedes se dan besos todo el tiempo, la tía Alya y el tío Nino también.—Responde nuestra hija.

—Es verdad y no olvides al tío Luka y a la tía Chloé, al tío Félix y a la tía Agami.—Añade Étienne.

—Solo sabrán ese sentimiento cuando ambos crezcan y se enamoren.—Les vuelve a decir.

—¿Por qué?—Pregunta mi hijo.

—Porque eso solo lo puede responder su corazón, además yo sí sé lo que se siente besar a alguien.

—¿Eso es porque amas a mamá?—Le pregunta de nuevo.

—Así es, y lo hago desde antes de que ustedes nacieran.—Les dice mientras yo lo miro y acaricio su mejilla, me gusta mucho darle cariño de esta manera, acariciando su piel aunque ahora no puedo evitar reír por esta conversación entre él y los niños.

—Eso es mucho tiempo, ¿Crees que alguien se enamore de mí algún día papá?—Le vuelve a preguntar muy curioso.

—Claro que sí.—Le contesta con una sonrisa y acariciando su mejilla como yo.

—Podré tener una novia tan bonita como mamá.—Dice como si estuviera emocionado porque ese momento llegara.

—¿Y quien no se va a enamorar de mi hijo? Si es el más guapo del mundo, y si ninguna niña lo hace estoy yo, tu mamá mi amor.—Le digo acercándome y besándolo en su mejilla y tomando su rostro entre mis palmas.—Que te he amado desde que estabas dentro de mí junto a tu hermana, como lo está ahora tu hermano.

—¿Y de mí? A mí me gustaría casarme algún día como se casó la tía Alya y la tía Agami, ellas se veían tan bonitas con sus vestidos y estaban muy felices también.—Nos dice Adrienne ansiosa.—Yo quiero ser una esposa también ¿Puedo serlo papi? ¿me dan permiso de casarme?—Adrien y yo reímos luego de oírla, la inocencia de ambos me mata.

—¿Y con quien te casarias o te gustaría casarte?—Le pregunto mirándola sonriendo.

—¿Con quién puede ser?—Nos pregunta.

—El matrimonio se da entre dos personas que se aman así que si vas a casarte debe ser con alguien que ames.—Le explico.

—Alguien que ame..—Repite pensativa.—Yo quiero mucho a Gérard, ¿Puedo casarme con él?

—¿Gérard Adri?—Le pregunta Étienne.

—Sé que ahora no puedo verlo pero me gustaría ser su esposa algún día, porque no quiero a nadie más.—Intento aguantar la risa de lo tierna que es y Adrien hace lo mismo aunque está un poco serio desde que la niña dijo eso.

—Primero deben pasar tres cosas para que puedas casarte con él princesa.—Le dice mirándola.—La primera es que tú y él deben llegar a una edad apropiada, la segunda es que tus sentimientos por él sean correspondidos es decir, que él también te quiera, y la última..—Ahora toma las manos de nuestra hija, se acerca a ella mientras yo abrazo a Étienne y acaricio su rostro también como lo hacía con su padre.—Esta es la parte más importante porque, para casarte mami y yo debemos estar seguros de que Gérard no te hará daño, porque no te daremos permiso de casarte con alguien malo que te pueda lastimar, ¿Si princesa? Mami y yo queremos lo mejor para ti, que seas muy feliz y que nunca más vuelvas a ser herida. ¿Entiendes?

—Sí papi, tú y mamá solo quieren cuidarme así que entiendo bien todo lo que me dices.—Adrien se sienta y la sienta a ella en sus piernas como yo tengo a mi hijo.

—Yo tampoco quiero que vuelvan a lastimarte Adri, no quiero que nadie vuelva a hacerte llorar como esos hombres malos. No quiero que nadie te haga daño de nuevo, yo te quiero mucho y como papá y mamá también quiero que estés muy bien.

—Yo quiero lo mismo para ti, y te quiero mucho eres el mejor hermano del mundo, gracias por estar conmigo siempre Étienne y cuidarme también como mami y papi ¿sabes algo?—En este momento no llorar de felicidad no es una opción y Adrien me abraza y acaricia mientras vemos y oímos juntos a nuestros hijos.—Estoy segura de que Noah te va a querer mucho como yo y mami y papi, y nos vamos a divertir mucho jugando los tres juntos. ¿Verdad Noah?—Le pregunta mirando mi barriga y acariciándola junto a Étienne también, aunque..

—¿Noah?—Pregunto.—¿De dónde salió ese nombre?

—Un día Étienne y yo fuimos a la casa de la tía Agami y el tío Félix y nos pusimos a pensar en un nombre para mi hermano mamá, le dijimos a la tía Agami y nos ayudó hasta que nos gustó Noah.—Nos explica nuestra hija mirándonos.

—Por favor no se enojen, no se los dijimos antes porque estaban muy ocupados pero prometo que lo íbamos a hacer.—Nos dice Étienne algo asustado.

—Mi amor tranquilo, no estamos molestos.–Le digo para calmarlo, en verdad cree que le haré algo o que me enojaré.

–Así es pequeño, de hecho ahora que lo dijeron vamos a ponerle ese nombre a su hermano.—Dice Adrien como leyendo mi mente.

—¿De verdad papá?

—Así es, se llamará Noah Agreste Dupain-Cheng ¿Qué les parece?

—¡Suena muy bonito!

—Ahora ya tienes un nombre.—Le dice mi hija.—Noah.

—Adri y yo lo escogimos ¿te gusta?—Al preguntarle eso siento una patada dentro de mí, y también ví su forma en mi barriga.

—Creo que sí le gusta ¿no es cierto mi amor?—Le respondo.

—Es nuestro primer regalo para nuestro hermano mami, le buscamos un nombre y se lo dimos.

—Es precioso, muchas gracias a ambos ¡los amo!—Exclamo besandolos al final.

—Noah será muy afortunado por tener a unos hermanos como ustedes, será muy feliz y los amará a ambos.—Les dice Adrien

—Nosotros también papá, como amamos a mami y a ti, estamos muy emocionados por conocerlo y jugar mucho con él ¡quiero mostrarle todos mis juguetes!—Dice Étienne.

—¡Y yo los míos! en verdad quiero compartir todo con él.

—Adrienne y yo te esperamos Noah, todos queremos conocerte y verte ya..—Dicen y acarician mi barriga suavemente como si estuvieran dándome masajes. Juro que amo a mi familia y soy muy feliz estando con ellos.

El Parto de Marinette fue el fragmento ganador de la encuesta que realicé hace unos días :hearts: