''Las heridas del amor'' Twoshot || Team Coco

↺│Hola cocos

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           │   “Soñar no cuesta

            │    Amar es soñar

            │    llorar no lo es .”

「 :ear_of_rice: 」; O5 / O2 / 18

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Para evitar confusión, queremos aclarar que en la parte en que la rubia va con el hombre e iba a ser golpeada, la protagonista evita que él golpe a la rubia.

La rubia no se defiende, es defendida por la protagonista.

↺│Las heridas del amor

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사랑의 상처

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Ahí estaba ella, sentada frente aquel viejo espejo roto. Cubría aquellos magullones morados con un polvo rojo que era de su madre. Le dolía lo que le ocurría, más sin embargo, ella se volvió a golpear, ella sabía que era culpa, él siempre se lo repetía. Cuando acabó soltó en llanto, si ella solo no lo hubiera provocado, si hubiera obedecido, nada hubiera ocurrido.

Ella caía muy seguido en depresión, solía tomar unos rotos pedazos del cristal y pasarlos sobre su muñeca izquierda, decía que esto la calmaba, pero sinceramente, a mi nunca me convenció este argumento.

Al acabar de llorar, terminó de cubrirse el magullón y de maquillarse algunas heridas causantes por ella misma. Salió de su habitación con la misma blusa de siempre, él la amaba, ella pensaba que mostraba mucho, siempre había sido muy culta y le gustaba ser respetada.

—¿No crees que te maquillas mucho hija?—

—Es la moda madre—

Siempre era la misma respuesta, no se sentía preparada para contar lo que le ocurría, tenía miedo de que si lo contaba él enfurecería y todo acabaría peor.

Ella lo amaba, ella creía que todo lo que hacía era por amor y para tener ambos una mejor vida, lamentablemente, no era así.

Salió de su hogar con lo que se suponía ser un maquillaje de moda, más sin embargo solo era un magullón cubierto el polvo.

Pasó varias calles y hogares, todo parecía en calma, una chica caminando a la escuela, nada raro con eso, solo que detrás de esa chica había una gran historia.

Llegó al colegio, estaba asustada, pero trataba de lucía normal, no quería preocupar a nadie, cualquier actitud rara sería notada por él y eso sería malo.

Estaba intentando llegar a clases sin ser percibida, iba un poco tarde a como él había acordado que llegara. En el camino se encontró con dos amigas, una pelirroja con lentes y tez morena y una peliazul con ojos a juego y tez clara. Ella no quería verlas, las quería ignorar, más sin embargo no pudo.

—¿Sigues usando esas blusas? ¿No son muy escotadas?—

—No deberías usarlas, tu eres hermosa con tu ropa normal, no debes usar estos atuendos.—

Ella calló, no podía darse el lujo de saber por que las usaba y ocurría en su vida, si tan solo ella les hubiera permitido enterarse.

—Esta bien si no quieres, piensalo, lo decimos por tu bien.—

—Tiene razón, no puedes mostrar lo que no quieres, por que yo se que en el fondo, aunque no nos digas, quieres tomar una chaqueta y cubrirte.—

No era mentira lo que decían, con tan solo verde en el espejo se daba asco, verse tan descubierta le hacia pensar que era una de las chicas que trabajan en las esquinas. Las chicas se fueron luego de minutos de darles sermones, se le había hecho tarde, más de lo que ya estaba. Ahora ella temblaba y su corazón se aceleraba, él podía enterarse de la situación y se enfurecería por llegar tarde a clases. Caminó por los pasillos lo más rápido y silencioso posible para llegar a tiempo, al hacerlo lo vio, no sabía por que él estaba ahí, debería estar con su...bueno....no debería estar ahí.

Ella caminó más y más despacio, pero por error tiró los libros que cargaba en sus temblorosos brazos y él se percató.

—No deberías estar aquí—

—Lo sé, es solo que, yo...yo...las chicas me interrumpieron—

—Entonces deberé prohibirte que hables con ellas—

—¡No, tú no puedes! ¡Es mi vida! ¡Mis amigas! ¡No lo haré!—

Recibió una golpe, le faltó al respeto y violó la regla número uno:

“No deberás gritar ni alzar la voz hacia mí ”

Pero no pudo evitarlo, se enfureció por la orden que él le había dado. Ahora tenía una marca morado sobre su ojo, era demasiado notable y se veía muy grave, llamaría mucho la atención. Él, sin ayudarla, se fue junto con otro hombre que lo acompañaba. Aquella indefensa chica se levantó y fue al baño cubriendo aquel magullon que acababa de salir. Estando ahí sacó un poco de polvo que traía entre su maquillaje y fue dando pequeños toques en su ojo, cada vez que lo hacia quedaban sus dedos más claros por la diferencia del color. Terminó de cubrirse el magullon y se percata de que sus dedos están cubiertos de aquel polvo y de sangre proveniente de su ojo derecho, abrió la llave del agua y dejando un poco de ambas sustancias en el frío metal, se lavó sus sucias manos y dirigió una sonrisa al cristal para lograr fingir y sentir que todo estaba bien.

Estaba dispuesta a salir cuando llegó ella, aquella chica de rubios cabellos, ojos azules y tez clara, era la más popular y debido a este rango su autoestima es demasiado alta.

—¿Mucho maquillaje no crees? Ni con todo ese maquillaje podrás mejorar tu rostro—

Ella seguía callada, solo soltó una lágrima de dolor y pena, tomó la manga de su blusa y se limpió dejando ver el magullon.

—¿Qué te ocurrió? ¿Quién te hizo eso?—

Bajó la cabeza y la agito en señal de negarlo, intentó salir del baño pero la chica frente a ella no se lo permitió.

—No te dejaré ir hasta que me digas, dime, quiero ayudar—

Ella se sorprendió, la chica popular no habría ayudado a chicas como ella, vaya que la había hecho sentir lástima y preocupación.

—Fue él —

La chica rubia se separó de ella y apretó su puño, se dirigió a la puerta y salió. Ella estaba ahora sola en el baño, se puso a pensar a donde iría la rubia y de inmediato se le vino a la mente la imagen del causante de todo este dolor.

Tan pronto como reaccionó se levantó y salio corriendo por los pasillos de aquellas dos personas, buscó y buscó y finalmente los encontró a ambos en el pasillo número tres, las aulas de psicología y química se encontraban ahí.

—¿Como se atreve a golpearla? ¡Es solo una niña!—

—Es mía, por eso puedo hacer con ella lo que quiera.—

Él estaba a punto de golpear a la rubia, pero ella lo impidió, por un momento superó su temor a ser golpeada y se puso frente a la chica para que no lo hiciera.

—¡Golpeame a mi! ¿No es lo que haces todos los días? ¡Pues anda!—

—Esta bien, si enserio quieres—

La golpeó. Todo el mundo ahora sabía que ocurría en la vida de ella, todos incluso sus profesores y amigos. Ahora ella yacía en los brazos de la rubia, desmayada del fuerte golpe que había recibido, se escuchaban susurros y plegarias para que despertaran, y a lo lejos, una ambulancia en camino.

Continuará...

  ↺ │Despedida

            │ Como siempre esperamos les

            │ haya gustado, sin más que

            │ decir el Team Coco se despide!

Créditos :

Historia :

Lady

TPL y redacción :

@Http.sofi