:sparkles: Looking for her :sparkles: |•| D.E.D.K |•|

• #PatatahPleaseComeBack •

≫ ─── ≪•◦ ❈ ◦•≫ ─── ≪

Capítulo 1

≫ ─── ≪•◦ ❈ ◦•≫ ─── ≪

«Calíope»

El nombre en aquella portada se repetía en su cabeza una y otra vez durante su aburrida y repetitiva clase con Nathalie. ¿Acaso ella sabía quién era la misteriosa mujer?

Como dice el dicho, la curiosidad mataría al gato. Tarde o temprano el joven rubio terminaría preguntándose el porqué de las atareadas agendas de su padre, el gran desinterés que tiene por su hijo y la obsesión con su trabajo. Todos esto saldría a la luz algún día, Gabriel Agreste lo quiera o no.

Nathalie no podía hacer nada para evitarlo, pero había algo que sí podía hacer. Preguntarle a Adrien por qué no ha respondido su pregunta aún.

— Adrien ¿Podrías decir la respuesta en un tono más alto, por favor?

En el rostro de la mayor se notaba un gesto de intolerancia e impaciencia, al parecer Adrien llevaba mucho tiempo sumido en sus pensamientos.

— Ah; sí, claro. La Revolución sa ocurrió en el año mil setecientos ochenta y nueve— el desinterés del ojiverde por volver a estudiar aquel tema lo llevaron a soltar la pregunta finalmente.— Nathalie, ¿Quién es Calíope?

Silencio durante cinco largos segundos. Cada segundo era como una estaca clavándose en el joven corazón del muchacho; la mayor no podía sentir más qué pena por el pobre chico, su vida no sería la misma si respondía aquella pregunta.

— Una mujer, obvio. ¿Por qué lo preguntas?

La angustia y tristeza se transmitían en su mirada, cada palabra que salía de su boca eran rastros de pesar y a su vez cierta alegría extraña.

— Yo lo leí en... un libro. Sí, un libro que estaba en mi estante.

Los nervios y curiosidad por descubrir el verdadero significado del nombre de la misteriosa dama intrigaban al joven de cabellos dorados; sin embargo, la respuesta de la mayor sería lo más sutil y cortante que podía ser.

— No es de tu incumbencia, Adrien.

La voz de Nathalie sonaba algo quebradiza al parecer de Adrien, pero ella no podía dejarse caer por la simple pregunta de un adolescente.

— Llamaré al chef para que traiga tu almuerzo. Por cierto, tu padre estará fuera durante esta semana y el señor Grodd estará con él; por lo tanto, estaré como tu seguridad y tutora por los siguientes siete días.

Ésta se retiró lo más rápido que pudo de la habitación y comenzó una videollamada con su jefe, quien le daba las últimas indicaciones para que cuide a su hijo.

Todo lo que Nathalie hacía para evitar ese tema. Los grandes recuerdos que le traían aquel nombre hacían aflorar sentimientos que ella pensaba ya olvidados. ¿Por qué dejar toda una vida encerrada en un libro? La vida de una joven risueña y alegre como una radiante mañana, estaba escrita en esas páginas ya empolvadas y casi olvidadas por el tiempo. Habrían pasado ya más de quince años desde su dolorosa muerte, una muerte que nadie logró olvidar. Y menos Gabriel Agreste.

Mientras Nathalie se retiraba; el chef, Archivald, llegaba con bandejas en las manos, las cuales llevaban por dentro los más deliciosos manjares que pueda existir en todo París; no por nada era el mejor chef de Francia. Se acercaba con un elegante y gracioso caminar hacia Adrien, para así dejar la exquisita comida en frente de él.

— Buenas tardes, princesa Adrien.

La amistad que había entre él y Archivald era una que se remonta a a la niñez del menor; el lazo que se había creado entre ambos era muy estrecho, el chef al ser joven se convirtió en una especie de "hermano" para Adrien, y éste, a su vez, en un pequeño hermanito.

— Igualmente, príncipe Archivald.

Una risa fraternal surgió entre ambos y esas risas se convirtieron en carcajadas; su rutina diaria para el almuerzo. El castaño comenzó a dejar los platos sobre la mesa junto con los cubiertos, para después tomar asiento y conversar como solía hacerlo con Adrien.

Pero hoy la conversación sería diferente. El de cabellos rubios aún sentía curiosidad por saber quién era la misteriosa "Calíope" y, ya que Archivald llevaba años cocinando para Gabriel Agreste, el ojiverde esperaba que supiese algo sobre ella.

— La misma broma de siempre; nunca pasa de moda. Por cierto, hoy encontré un libro. En su portada tenía el nombre "Calíope" ¿Tú sabes quién es ella?

Enmudeció al igual que Nathalie. Tomó una bocanada de aire y sin saber qué responder; los recuerdos sobre ella venían sin parar, un vasto mar de recuerdos llegaban a su mente.

El brillo que anunciaba a las lágrimas estaba en sus ojos. Las ventanas del alma que dejaban ver cuánto dolor traía consigo este recuerdo. Quiso hablar, pero simplemente las palabras no salían de sus labios; había enmudecido por completo.

Cuando por fin pudo humedecer su garganta, unas palabras inesperadas salieron de su boca.

— Él la amaba. Con todo su ser y alma. Nunca pensó que aquel día llegaría tan pronto.

«¿Amaba?»

Pensó el rubio de ojos esmeralda. Amar era un sentimiento difícil de comprender, por no decir imposible. Amar con todo el ser y el alma, ya es algo que no veía hace unos años. Calíope comenzaba a dejar de ser un libro para ser un misterio.

«¿Aquel día?»

La última vez que oyó eso, su madre, Caroline, había desaparecido. Esas dos palabras eran unas que no quería oír en mucho tiempo, ya que sólo traían tristes memorias para el muchacho.

— ¿La conociste?

— Sí.

En el rostro del cocinero una expresión de tristeza y felicidad se reflejaba; atesoraba en su corazón grandes recuerdos sobre ella. Unas lágrimas de triste alegría brotaban de sus ojos. Todo lo que había tenido guardado durante años y años; al fin podía salir.

— Ella era muy amable conmigo. De hecho, ella fue quien me contrató. A ella le hubiera gustado conocerte.

Adrien no podía describir lo que sentía, que alguien hable acerca de ella de esa manera, podía conmover hasta las lágrimas a cualquiera.

dejó su delantal colgado sobre un perchero y tomó el pequeño libro que Adrien le había dado hace un momento. Pudo reconocerlo al instante, era el diario que Gabriel había escrito.

— ¿Mi padre lo hizo?

Respondió confundido el muchacho, quien estaba acostumbrado a ver a un Gabriel muy frío y distante. No podía imaginar a uno tomando vacaciones o riendo con su hijo mientras juegan fútbol.

— Sí, vaya que recuerdo esos tiempos.

La sonrisa que el tiempo no lograba borrar apareció en su rostro, la misma que no lo visitaba a hace ya muchos años. Recordar a la hermosa Calíope había sido prohibido por Gabriel Agreste, quien no quería volver a saber algo de ella por el miedo a sentir aquel agonizante dolor otra vez.

El jefe y señor de la casa había dictado que nadie debía mencionarla en su presencia, y menos en la de Adrien. Es por eso que Nathalie no quería responder su pregunta. Ella era la innombrable en la mansión.

— Ella conoció a tu padre en la víspera de Navidad, recuerdo que él era tan solo su estilista favorito. Toda una historia de amor que terminó con un desastroso final. Verás, e...-

Interrumpido.

Fue interrumpido por Nathalie. Ella entró y lo tomó del brazo con una fuerza que no había visto antes y se lo llevó. Parecía enojada, angustiada y asustada al mismo tiempo; el pánico y molestia se podían ver en sus cristalinos ojos.

Adrien sentía que lo que Archivald le diría sería muy importante, pero no entendía por qué ella había​ entrado de tal forma; el miedo la carcomía por dentro, pero ¿Miedo a qué?. En la mansión Agreste, los secretos eran más que los habitantes de aquella casa; y Nathalie ocultaba uno.

≫ ─── ≪•◦ ❈ ◦•≫ ─── ≪

¡Öløøw!

He aquí el FanFic que decidimos hacer junto a #PatatahPleaseComeBack

Dejar comentarios constructivos motiva mucho!

Si llegaron hasta aquí ya leyeron mucho así que no voy a dilatar más esto.

Espero que les haya gustado y adiós

~ XOXO ~