Macarons

:blossom: Aló aló! Jasmin reportándose! Esta vez les traigo una entrada para el concurso #EnfermedadesFB

:blossom: es un poco largo y como hace mucho no escribo estoy segura de que tiene muchos errores, pero espero les guste. Recuerden que en ningún momento trato de fomentar conductas negativas ni dañinas, es solo un fanfict :c

Qué días tan pesados fueron esos. Llevábamos varias semanas con proyectos y exámenes en el colegio. Se que la escuela siempre implicará mucho estrés, pero no recordaba algún momento en el pasado en el que me sintiera tan presionada. Entre ser una estudiante normal, con amigos y familia a la que le quiero dedicar tiempo y salvar París (claro está), no es que sea una chica que tenga mucho tiempo para relajarse.

La verdad es que entre tanto ajetreo en mi día a día, la comida se había vuelto una gran amiga para mi. ¿Cómo no iba a serlo? Mis padres son los mejores panaderos y reposteros de toda la ciudad, cada galleta era como una porción de calma y dulzura para mis problemas. Supongo que todo empezó con eso.

Durante esa temporada comencé a salirme un poco de control con eso de las golosinas, había ocasiones en las que para cumplir con todas mis obligaciones debía comer cajas y cajas de macarons y chocolates, botes de helado y galletas, pero realmente me funcionaba y no creía que fuere algo malo en particular... Pero las cosas no estaban tan bien como creía...

-Amiga, ¿No te parece que Ladybug está teniendo algunos problemas de salud? Es decir, la última vez que luchó contra un akumatizado se veía lenta y muy cansada. ¡Y mira! Es una foto que le tomé hace unos días mientras patrullaba, ¿no crees que se ve un poco más.. robusta?-

-Vamos Alya, es cosa de tu imaginación. Ya sabes que las cámaras engordan.- le dije mientras comía un pastelillo

-Puede ser... pero conozco a alguien que si está teniendo serios problemas con la comida- dijo mientras me quitaba mi alimento y salía corriendo entre risas.

"Ladyfatbug es el apodo que jóvenes le han dado a la heroína de París debido a su notorio aumento de peso. Si bien es una clara falta de respeto, los parisinos estamos preocupados por la salud de nuestra defensora" decían en las noticias.

Al parecer, mis kilos de sobra se habían vuelto una tendencia entre todos los ciudadanos. En la escuela no paraba de escuchar comentarios de gente que apoyaba y que se burlaban de Ladybug.

Siempre había sido una chica muy insegura, pero jamás había sentido algún resentimiento o una inconformidad con mi físico, mamá siempre decía que lo importante era la pureza de mi corazón y mi salud. Pero... ¿Entonces por qué me sentía tan despreciable cuando los escuchaba hablar así de mi? Los días pasaban pero los comentarios no cedían y a cada palabra me iba convenciendo que cada insulto era justificado, ¿cómo no insultar a una vaca vestida de mariquita?

-Marinette, ¿estás bien? Últimamente te he visto un poco desanimada, me gustaría saber si puedo ayudarte en algo.-

-A..Adrien.. gracias por preocuparme, ¡digo! ¡Preocuparte! Por preocuparte por mí, por qué eres muy lindo.. ¡Es muy lindo que te intereses! Ay...No, tranquilo, estoy bien- dije torpemente, como era la costumbre.

Entre los nervios tropecé y caí sobre el piso, Adrien, tan caballeroso como siempre, extendió su mano para levantarme. Noté un ligero esfuerzo en su mano al impulsarse hacia arriba... Que vergüenza... Se daría cuenta de que soy una ballena. Solté rápidamente su mano y salí corriendo rumbo al baño de chicas.

Me sentía tan avergonzada, tan triste y sola "¿Qué pasará si Adrien piensa esas cosas horribles de mi como lo hacen los demás? ¿Y si Alya comienza a apenarse por ser mi amiga? Seré una burla, mis padres sufrirán por tener a una hija tan asquerosa" pensaba mientras lloraba en silencio.

Con ninguno de mis más tristes recuerdos podía comparar el odio y la repulsión que tenía contra mi en ese momento. Entre tantas lágrimas mi estómago comenzó a hacerse pequeño y unas enormes ganas de vomitar comenzaron a nacer desde lo más profundo de mi. Levante la tapa del inodoro e hice lo que mi cuerpo pedía. "Hasta aquí, no voy a permitir que esto continúe"

Llegué a casa, me quite la ropa y me ví frente al espejo. Estaba enojada con lo que veía, con toda esa carne que no debía estar ahí y que tanto me había lastimado. Grave esa imagen en mi cabeza para asegurarme de recordar cual era el enemigo

-Tikki, ¡Motas!-

Comencé a andar por toda la ciudad, fuera del horario en el que Chat Noir y yo acordabamos en salir. Hice cuanto movimiento pude, salté y corrí por los techos hasta que la luz del sol se transformó en estrellas por las calles. Estaba agotada, pero no era suficiente, tenía que poner aún más empeño. Esa noche no ví a Chat Noir, quizas por qué nisiquiera trate de encontrarlo, no me importaba.

Llegué a casa y le dije a mis padres que saldría con Alya, que sus padres me habían invitado a cenar. Era obvio que eso no había pasado, sólo quería saltarme esa comida.

-Marinette, estás tomando actitudes muy extremas, entiendo que quieres cuidar tu salud, pero no es la forma- me dijo Tikki, mientras estaba sentada en las bancas del parque.

-Tranquila, se manejarlo. Es solo que quiero aprovechar esta motivación, no quiero caer en tentaciones tan fácil, prometo que todo saldrá bien- me atreví a decir con suma confianza, pues estaba decidida a cumplir lo que me había propuesto.

Los días pasaron, cada vez salía a patrullar más, fingía que tomaba el desayuno en casa para que mis amigos no sospecharan y que comía fuera de casa para que mis padres estuvieran tranquilos. Cada galleta que me llevaba mamá se la daba a Tikki y cuando ella se enojaba conmigo por "no cuidar mi salud", la comía y luego iba corriendo al baño para sacarla cuando no se daba cuenta.

Fue cuestión de un par de días para ver resultados. Pero no era suficiente. Al verme al espejo seguía viendo una franja de grasa en mi abdomen, mis muslos demasiado gruesos y mi rostro muy ancho. Bajaba de peso pero no lograba verme como queria, era muy frustrante.

"Ladybug sigue en boca de todos, su drástico cambio de apariencia nos ha sorprendido. ¿Alguna vez habían visto a nuestra heroína con la cintura tan pequeña? ¿Cuál será su secreto? " era la nueva noticia. Estaban locos, ¿cintura pequeña? No dejaba de verme como una elefante.

Comencé a recurrir a medios diferentes, cada uno más radical que el anterior. Estaba decidida. Tikki no paraba de regañarme, no podía ver el esfuerzo que hacía por ser mejor, así que tuve que quitarme los pendientes. Chat Noir debía arreglárselas solo por un par de días, lo necesario para que yo cumpliera con mis metas.

Mía padres, preocupados por mi, consideraron prudente sacarme de la escuela. Todas las mañanas, tardes y noches me llevaban la comida a la cama procurando ver que lo ingería. Veía que estaban tristes, pero no entendía por qué no podían ver cómo me sentía yo. En la medida de lo posible evitaba comer, ya fuere escondiendo la comida o vomitando justo después de haberla acabado.

-Creo que esto ya no está en nuestras manos... Lo mejor será llevar a Marinette a un especialista en el tema- escuché decir a mi madre mientras sollozaba en los brazos de papá.

Me coloque los pendientes una vez más y antes de que Tikki pudiera decir algo me transformé. Salí de casa. No planeaba volver, mi orgullo me decía que no debía hacerlo. Pasé todo el día vagando, en los parques, en los tejados, escondida en las torres de Notre-Dame, realmente estaba muy cansada, física y mentalmente. Llegada la noche decidí ir a un rincón de la Torre Eiffel, un lugar tranquilo donde pudiera descansar, me dolía la cabeza como si una enorme roca me hubiera golpeado y cada vez me era más difícil ver con claridad.

-¡Bugaboo, es un alivio encontraré! ¿Dónde has estado? Has tenido a este gatito muy preocupado, te he estado buscando durante di.... Espera... Te noto demasiado pálida.. ¿estás bien?-

-Tranquilo, gatito asustadizo.. sólo.. había estado un poco ocupada....-Dije mientras intentaba ponerme de pie

-¡My lady!- fue lo último que pude oír, un grito de angustia genuina proveniente de Chat Noir. En ese momento caí sobre el, estoy segura.

No sé con certeza cuánto tiempo fue, pero sé que no fueron pocos minutos durante los cuales me desvanecí. Cuando recobre la consciencia mi madre estaba aún lado de mi, llena de lágrimas pero con una sonrisa en el rostro.

-Mi niña! Mi niña ya despertó! Tom, háblale al doctor por favor.-

Chat Noir estaba sentado al otro lado de mi, con el mismo alivio de mi madre. Se acercó a la camilla, me levanto la mano y la besó, tratando de no mover el catéter que tenía puesto.

-Gatito.. acaso.. ¿sabes quién soy?... -

-Ya habrá momento de hablar sobre eso después... Por ahora recupérate, te estaré visitando-

Luego de varios estudios el doctor dijo que tenía anemia y que mi riñón había sufrido de algunos daños. Aún así, con el tratamiento y los cuidados adecuados era cuestión de tiempo para recuperarme por completo. Comenzó a visitarme un psicólogo especialista en transtornos alimenticios, era un sujeto muy agradable y a pesar de que en un inició me comporte muy agresiva y renuente con él, me trato con delicadeza y me hizo sentir segura.

Al volver a casa todos mis amigos fueron a visitarme, Alya me abrazó como si de un milagro se tratara "No me vuelvas a hacer esto, niña" dijo llorando y sujetándome fuerte.

Seguí visitando al especialista, me dejaba decirle Jean, aunque era duro hablar de mis sentimientos me hacía sentir que me volvía más fuerte y capaz. Cada noche Chat me visitaba, se quedaba a cenar conmigo y no se iba hasta que me veía dormir. A veces sólo escuchaba "Buenas noches, Bugaboo" y sentía un beso en la frente. Su cariño y comprensión me ayudó mucho a seguir adelante. "Buenas noches mi gatito" pensaba para mi.

La verdad es aún es difícil, a pesar de que estoy llevando una vida normal ahora aún tengo malos hábitos que sigo tratando de solucionar. Tengo la esperanza de que algún día, hasta el más pequeño rastro de culpa y enojo hacia mi desaparecerá y podré estar tranquila de nuevo, amándome como soy.

:blossom: Bueno bueno, es todo por la entrada de hoy. Por si no quedo muy claro los temas que toque fueron la anorexia, un poco la bulimia e indicios de depresión. No sé mucho del tema, pero una amiga sufrió de estos transtornos y habló desde lo poquito que viví con ella en su proceso. Pero bueno! Solo espero que si alguien se sintió identificado con esto recuerde que no es normal hacerse sufrir para complacer las expectativas de otros, si sospechan que le sucede algo busquen ayuda inmediatamente. Su vida vale mucho y merecen todo lo bonito del mundo. Les deseo lo mejor y les mando muchos apapachos! Bye bye