𖧷𖧷✞𝓜𝓪𝓷𝓭𝓪𝓭𝓪 𝓓𝓮𝓵 𝓒𝓲𝓮𝓵𝓸✞𖧷𖧷 ➪𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 1

Hello guys

Pequeña aclaración

Aunque me base en los ángeles de la biblia y hay ciertas referencias a esta, la historia no tendrá que ver en nada con la religión, creando un mundo nuevo donde existe un cielo distinto a como lo ve la religión cristiana y las demás religiones.

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Adrien tras un largo día de escuela, ya se encontraba en su habitación donde decide tomar una pequeña siesta, al despertar nota la presencia de una chica poco común. El ahora tendrá que saber cómo manejar su vida junto con esa presencia, mientras poco a poco va creciendo un sentimiento desconocido para el.

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—Los angeles, ¿qué son los angeles?, según la biblia un ángel es una criatura con capacidades y poderes sobrehumanos (2 Pedro 2:11). Nunca creí en ellos hasta que tuve la oportunidad de conocer a uno más bien dicho a una…

Un día donde las nubes negras se podía observar en todo París y lluvia azotaba fuertemente. Un chico de pelo rubio, ojos verde tal cual la esmeralda y unos labios de un radiante color durazno, se encontraba en la última hora de escuela.

—Sabes Nino, mi madre decía que en días dónde una fuerte lluvia azotará París, era porque un ángel, se dirige a nuestro mundo, a ayudar a quién lo necesitará—mirando la ventana.

—Bro, eso no tiene sentido…—mirandolo confuso.

—Ya se que no tiene sentido, pero es mejor decir eso a decir que solo está lloviendo—dirijiendose a la ventana más cercana.

—Si, pensar eso no están aburrido—respondio mientras se dirija a el—Me pregunto, ¿a qué hora llegará la maestra?.—Preguntando al aire.

—¡Espero que que no tarde mas!, mi preciado tiempo se está despreciando—contesto una voz femenina entrometiendose a la conversación.

—Chloé, ¿no tienes nada mejor que entrometerte en nuestras conversaciones?—pregunto sin voltearla a ver.

—Yo nunca me entrometo a nada, si mi querido Adrien está en ella—Tomando el brazo de Adrien.

—Chloé, porfavor no hagas esto, es de muy mala educación—zafándose del agarré del brazo.

—Pero Adriboo…—haciendo un puchero.

Justo cuando Adrien iba a responder la puerta del salón se abrió, dando a conocer que la maestra ya había llegado.

—Hola Chicos, perdón por la tardanza, hubo un problema en la biblioteca y me tocó a mi resolverlo—Avanzando al escritorio hubicado en medio de la habitación—Porfavor tomen asiento, la clase iniciará en breves—Dejo su cosas en el escritorio y inmediatamente busco algo en su bolsa.

Los chicos se apresuraron a tomar asiento, menos una…

—¡Maestra no se le vuela a ocurrir llegar tarde!—replico Chloé

—Seguro que no Chloé— contesto la maestra calmadamente—bueno toma asiento—Señalando el asiento correspondiente.

Chloé más calmada camino hacia su respectivo asiento. La clase transcurrió de la mejor forma posible, los chicos participaron activamente, los ejercicios fácilmente fueron resueltos, solo las personas más tímidas no respondían o más que la maestra pidiera su aportación a la clase, la hora paso rápido y en un abrir y cerrar de ojos ya había sonado la campana de salíada, algunos como si fueran un rayo ya se encontraban fuera del salón, pero en el caso de otros salieron más calmadamente.

—oye bro, ¿Viene por ti?—Pregunto mientras recogía sus cosas de su escritorio.

—Si dudo mucho que con esta lluvia me dejen irme solo, sin llover esto no pasa lloviendo no creo que esto suseda—Colgandose su mochila y emprendiendo el pasó a la salida.

—mmm… —Andando hacia su dirección—¿Jugamos hoy?—tocando su hombro

—No sé si pueda, te mando mensaje si tengo tiempo—dijo desanimado

—¿Ahora de qué tienes clases?—Alzo la cabeza.

—Mi padre quiere que practiqué piano durante dos horas más la tarea de hoy…

—Entiendo, no digas más…—interrumpiedo a Adrien.

Los chicos bajaron cuidadosamente las escaleras, en su caminata hacia la salida no hubo ningún silencio, los amigos se lo arreglaron para tener temas de conversación todo el tiempo.

—Adios Adrien, te veo el lunes—Despidiendose de su bro con un gesto de mano

—Adios, hasta el lunes—Siguió el gesto, mientras bajando cuidadosamente las mojadas las escaleras.

Cada uno se dirijo a su respectivo camino, como de costumbre Adrien camino hacia la puerta del auto color gris, donde lo esperaba la asistente de su padre Nathalie.

—Buenas tardes Adrien—Abriendo la puerta para el hijo de su jefe.

—Buenas tarde Nathalie—Sonrió para ella a la vez que se metió en el auto.

El trascurso en dirrección a la mansión Agreste, fue silenció tanto que se podría decir que se encontraban de luto, nadie esbozo ningún sonido. El silenció duro todo el recorrido, los minutos pasaban realmente lento para el chico, lo único que en ese momento quería era descansar de aquel día tan agotador de la escuela.

—«chocolate no vendría nada mal para el tan atroz clima de hoy»—pensó Adrien.

Momento más tarde Adrien ya se encontraban en su habitación descansando un poco en su cómoda cama.

—Realmento no quiero tocar el piano durante dos horas—giró la cabeza en su almohada—«Tomare mi teléfono y pondré melodías de piano, ya ha funcionado, así que está vez también lo hará, y aprovecharé para dormir un poco»—Penso mientras lo hacía—«Tanta variedad para escoger»—Esbozó una pequeña risa—«Esta Bastará»— Poniendo su teléfono en la almohada desocupada—«A dormír…»—cerrando sus párpados, no tardó mucho para que él cansancio le ganará y cayera en un sueño profundo.

Una media hora había pasado, cuando una silueta se aparecía a lado suyo.

—se ve tan plácidamente dormir, ¡que envidia!— susurro para ella misma—¡Yo también quiero!— acomodándose en el lado desocupado de la cama—¿Qué es esto?— tomo el teléfono de Adrien—Claro es el invento de los humanos, ¡que interesante…!— Dijo mientras ponía cuidadosamente el Teléfono en el suelo—¡A dormír!—exclamo silenciosamente.