Era un día muy soleado eran aproximadamente las 5:30 am, Juleka se había despertado emocionada, era su cumpleaños.
Cumplía 14 años, creía que al llegar a la escuela todo el mundo la llenaría de regalos y de felicitaciones, pero no era así.
Se preparó, desayuno, se puso su mejor vestimenta y fue directo a la escuela. Al entrar a la escuela estaban todos sus compañeros de clase, Rose su mejor amiga había tenido un problema por lo tanto no apareció, pero le dejó un mensaje super bonito en su celular.
Todos la saludaron pero nadie la felicito por su cumpleaños, nadie sabía, nadie se acordaba. Pasaron las horas y llegó el recreo, nadie la había saludado su emoción desapareció.. Se escondió en un lugar poco habituado por los alumnos y empezó a llorar, estaba devastada nadie se había acordado de ella, se sentía invisible. Pero de pronto apareció alguien, ese chico de pelo rojo, tímido, un artista encantador y por supuesto muy guapo.
Nathaniel: Juleka ¿Por qué lloras?
Juleka: No estoy llorando... (dijo deprimida).
Nathaniel: Creo que se porque es.
Juleka: Si, claro.
Nathaniel: Toma (le entrega un dibujo)
Juleka: ¿Qué es esto?
Nathaniel: ¿No es obvio? Es tu cumpleaños y te hice un dibujo.
Juleka: Es muy lindo, gracias (sonrojada).
Nathaniel: No llores, eres linda cuando sonríes.
Juleka: Es que nadie se acordó de mi cumpleaños.
Nathaniel: En realidad, Rose y yo queríamos hacer una fiesta sorpresa para ti, pero creo que ya no será más sorpresa.
Juleka: ¿Una fiesta sorpresa? ¿Para mí?
Nathaniel: Si, no queríamos decirte pero estás llorando y no puedo verte así.
En ese momento se miraron, nadie dijo nada, Juleka nunca había sentido algo así por nadie. Ambos se acercaron cada vez más y al fin sus labios se juntaron, fue un beso pequeño pero tierno. Nathaniel tomó la mano de Juleka y la llevó hasta su sorpresa, pero antes le tapó los ojos con un pañuelo.
Llegaron al lugar y Nathaniel retiró el pañuelo.
Todos: ¡SORPRESA!
Juleka: No lo puedo creer chicos ¡Gracias!
Nathaniel: ¿Te gusta?
Juleka: Me encanta (le da un beso en la mejilla).
Al final de la fiesta, antes de soplar las velas del pastel, Nathaniel pidió a todos silencio para decir unas palabras, dijo un discurso muy hermoso para Juleka, a pesar de que nunca habían hablado demasiado, Nathaniel sentía algo muy fuerte desde hace mucho tiempo. Al final del discurso Nathaniel le pidió a Juleka si podía ser su novia y ella aceptó.
Juleka: Gracias a todos chicos, no me lo esperaba, sobre todo gracias a Nathaniel.
Juleka se acercó a el y sus labios se juntaron por segunda vez, pero esta vez el beso fue más largo y más mágico.
Comments (1)
Ayy me hiciste recordar mi infancia con la historia, se parece mucho a un cuento que tenía https://cherryhoney.wordpress.com/2008/02/08/paco-pedacitos/ (el segundo) ;w; viva el ship