NO MÁS HÉROES (CAPÍTULO 23)

23.-EL SONIDO DEL SILENCIO

Puede que estén pensando...que ya todo acabó...ya me encargué de Ladybug y Chat Noir...hasta hice más daño del que tenía planeado...pero aún había cabo sueltos.

Y a pesar de mi deplorable apariencia, con la cara cubierta en sangre, la armadura rota y sangre que aún salía de mi hombro, pude llegar hasta el lugar donde yacía mi asociado, aquel hombre con quién hice un trato hace más de un mes. Y con heridas por todo el cuerpo logré llegar a su guarida. El tan siniestro anfitrión que me esperaba observando el paisaje nocturno de la ciudad atravez de su enorme ventana, no tuvo que fijar su mirada en mí para confirmar mi presencia.

-Supongo...que tuviste exito- dijo para luego observarme

-Más del que tú has conseguido- respondí mientras me acercaba a él

Ambos permanecimos de pie irando a la ciudad de París bajo el velo de la noche...pero luego mi anfitrión volteo a verme mientras extendía su mano...como una señal.

-Ahora...lo que acordamos- dijo Hawkmoth

-Te dije que te los daría todos...aún faltan dos- respondí

Pero mi anfitrión no hizo más que mirarme con confusión, y en un acto inesperado y contra todo pronóstico...le clave el cuchillo a Hawkmoth Justo en el cuello, era el mismo cuchillo con el que había sido herido. Hawkmoth trataba de apartarme pero yo no lo deje a pesar de sentirme débil, y conforme él más se resistía, yo enterraba el cuchillo aún más en su cuello.

Al cabo de unos segundos, tire el cuerpo de Hawkmoth en el suelo de su guarida y agarre su broche en forma de mariposa y sin más, lo puse en un compartimento de mi traje donde estaban los otros...ahora solo faltaba uno.

Eran ya pasadas de la media noche y yo aún tenía que hacer una última visita. Ya más recuperado del dolor, logré llegar a donde me disponía, una residencia humilde con ciertos rasgos orientales. No tenía una intención similar que con los otros portadores...mi intención con éste sería más agradable y pacífica.

Me dirigi sin más a la puerta de entrada y toque el timbre como cualquier persona normal. Al cabo de unos minutos el mismo viejo con el que había hablado en el parque hace ya bastante tiempo abrió la puerta de su hogar y me miró con algo de decepción.

-hmmm... supongo...que me llegó la hora- dijo el anciano de rasgos asiáticos

-Todo lo contrario... Maestro...vine por esa taza de té que me prometió antes de partir- respondí mientras ponía mi mano en su hombro

Y así fue mi visita, una pequeña charla sobre la vida mientras ambos disfrutábamos del té como los viejos amigos que éramos.

-Aun sigo sin aprobar lo que hiciste- dijo el anciano

-Lo hice por el bien mayor...aunque debo decirle que me pase esta noche...no tenía planeada la idea de dejar a Ladybug invalida El resto de su vida...pero es un pequeño precio que se debía pagar...usted no los iba a dejar sueltos con los poderes luego de que vencieran al portador de la mariposa- respondi

-Tienes razón...pero fue cruel de tu parte el usar tu entrenamiento contra los otros...-Respondio el viejo.

-Por el bien mayor...-respondi

-Bueno...ya no veo el motivo de que use esto- dijo el anciano mientras ponía su peculiar pieza de jade en una caja carmesí con negro.

Yo tenía entendido lo que era y de igual forma puse los demas dentro de la caja: Los aretes, el anillo, el sujetador, el collar y el broche. En cuanto todos estaban en su respectivo sitio, cerré la caja y la sostuve en mis manos para luego ponerme de pie

-Ahora...¿Que harás?- pregunto el viejo mientras me dirigía hacia la puerta

Y sin más que decir, salí de aquella residencia con la caja carmesí en mis manos...

Aún la noche se encontraba en el firmamento y yo con una carga menos en mi corazón me dirigí a casa, Aunque... durante el camino sabía exactamente qué mi vida jamás sería normal...ahora...ahora más que nunca, me preocupaba el poner a aquellas personas que me importaban en peligro...estaba seguro de que Hawk Moth no era la persona a cargo y de qué había hombres más poderosos que él.

Pero...aún con la preocupación en mi cabeza, me dirigí a casa, a tratar de vivir la vida tranquila que siempre quise...con mi esposa, Lila...espero alguien me perdone si su vida es afectada por mis actos... porque ni Dios me iba a perdonar después de lo que le hice a Ladybug y Los demás héroes.

...Ya no habia person para el hombre en el que me convertí

FIN DEL CAPÍTULO 23