νσℓνєятє α νєя ||ᵗʷᵒ-ˢʰᵒᵗ|| Segunda parte

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ⓋⓄⓁⓋⒺⓇⓉⒺ Ⓐ ⓋⒺⓇ

Me desperté.

No sabía ni dónde estaba ni cómo había llegado allí. Parecía un hospital.

Mi hijo estaba despaldas mirando a la ventana. Sus lágrimas caían por su bello rostro. No me acordaba de lo que había pasado, pero parecía grabe.

Llamé a mi hijo con todas mis fuerzas, aunque salió una débil voz. Él se giró, sus lágrimas de tristeza se convirtieron en lágrimas de alegría. Fue corriendo hacia mí y me dio un fuerte abrazo. Parecía que el tiempo se había paralizado. Sólo estábamos él y yo.

Más tarde, los médicos llamaron al resto de personas que esperaban a que me despertase. Mi mayordomo llevaba una bolsa con decenas de bellos regalos. Eran de gente que no conocía, pero ellos sí que sabían quién era. Les importaba.

Después de un rato intentando comprender lo que había pasado, entendí que había intentado suicidarme. Estuve en coma una semana. Creían que iba a morir.

Y lo recordé todo.

Sabía la razón por la que intenté suicidarme. Sabía lo que nadie podía explicar.

Unos días después, recuperé las fuerzas para poder hablar. Le conté a mi hijo y mis seres queridos lo que estaba sufriendo. No les conté el daño que había hecho.

Ellos me explicaron que , aunque el amor de mi vida no estuviese aquí, seguía estando en nuestros corazones y recuerdos.

En ese momento comprendí que la muerte es parte de la vida. No se puede ir atrás. Si me quedo en el pasado no disfrutaré el presente.

Una semana después salí del hospital. Tuve suerte de que caí desde un segundo piso y no me hice mucho daño.

Y así es cómo decidí dejar de ser un villano. Les entregué la fuente de mi poder a quienes salvaban la ciudad.

El color y alegría ha llenado mi vida. Tengo a muchas personas a mi lado, y no puedo gastar mi tiempo en tonterías.

Dentro de muchos años, podré volverte a ver.