One-Shot || Christmas Connection :heart:

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Bounjour mes

petits deliverys!

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Créditos a los autores de los fanarts utilizados

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Copos de nieve caían desde el cielo y tocaba con suma delicadeza la tierra. De niña mi madre me decía que los ángeles llenaban sus cubetas con pedazos de nubes y, que en cada Noche Buena, dejaban caer aquellos puntos blanquecinos para recordarnos que no estábamos solos. Yo solamente contemplaba la fría masa blanca caer mientras esperaba al mecánico.

Estábamos mi padre y yo, sentados en una helada banca de concreto pegada al centro comercial, con nuestro auto grisáceo parado enfrente nuestro, incapaz de moverse y alrededor de bolsas de distintas marcas de ropa reconocidas a nivel mundial. Pero, a pesar de tener esa tanda de prendas nuevas, ninguna era lo suficientemente abrigada como para darme el calor que necesitaba en aquel momento. Había olvidado mi campera y papá jamás de los jamases me daría la suya, así que estábamos ahí, sentados y yo temblando del frío.

El hombre junto a mí revisaba su teléfono cada cinco segundos, hacía llamadas, mandaba textos, pero en ningún momento se puso a pensar si su hija estaba bien. No, sólo quería salir de aquel helado lugar lo más rápido posible, esa era su mayor preocupación hasta ahora.

—Tuve que haber traído mi chaqueta —dije en voz baja, pero suficientemente alto como para que él me escuchara. Nada.

—¡¿Quieren apurarse?!¡Hace mucho frío y mi pequeña se está congelando! —yeah, se preocupó por mí. Nótese el sarcasmo.

Al ser de noche, no había ni un alma por la calle. Todas las tiendas estaban cerradas hasta dentro de dos días y lo único que nos daba luz era un pequeño y alto poste de color crema, cuyo foco iluminaba específicamente nuestro asiento con una luz amarillenta, provocando que mi cabello se vea más rubio de lo que solía ser.

Miré mi reloj de muñeca, ya era media noche.

—Feliz Navidad papá —volteé a verlo, pero estaba tan concentrado en su teléfono que no me escuchó —. Feliz Navidad Chloé —suspiré.

Un ruido captó mi completa atención. Provenía de la acera de enfrente. Era un ruido seco, como un golpe que resonaba por toda la cuadra, al igual que un eco. Repentinamente mi padre se levantó de la banca y me miró a los ojos.

—Debo discutir asuntos privados, estaré en la vuelta de la esquina, no te muevas. Volveré pronto —sólo asentí con la cabeza y el gran hombre hizo lo que dijo que iba a hacer.

Dirigí mi vista hacia la calle de alado. El ruido había parado y no había rastro de qué o quién lo había provocado. Suspiré.

En eso, sentí una mano tibia apoyarse en mi hombro izquierdo y, por unos segundo, sentí un cosquilleo. Giré mi vista hasta el dueño de la extremidad y me encontré con unos ojos celestes y azules cual turquesa que brillaban con intensidad a pesar de la falta de luz.

—Nathaniel, ¿qué haces aquí? —no dijo nada, simplemente tomó su chaqueta de cuero bordo y la puso sobre mis hombros, cubriéndolos, mientras una sensación de calor recorría mi anatomía.

—Te veías con frío —dijo sin mas y, con paso lento, caminó en dirección a donde había salido.

Sentí un pequeño caloramiento en mis mejillas acompañado de una sensación que hizo que mi corazón latiera rápido, no era temor, ni euforia, era algo que hace mucho tiempo no sentía...

"Amor"

Me quedé pensativa por unos momentos, pensaba en porqué había sentido eso, porqué con él, tenía muchas dudas y cuando me di cuenta estaba sola, no estaba el chofer, ni mi padre y mucho menos Nathaniel, todo volvió a ser como antes, sólo que ahora sabía que sí importaba para alguien. Me levanté cuidadosamente, me puse la chaqueta de Nathaniel y aún llena de frío partí sin rumbo esperando a encontrar a aquel chico que me hizo sentir amor de nuevo.

:hearts:

Caminé por algunas horas, me sentía exhausta y débil, nunca había caminado por tanto tiempo. Con las fuerzas que tenía, y con ayuda de mis brazos, apreté fuertemente mi abdomen con el afán de entrar en calor y evitar un dolor agudo que me había estado siguiendo desde hace minutos. Observé de reojo una pequeña fuente cubierta de nieve blanca y con un agua cristalina, junto a ella había un pequeño asiento, no lucía muy elegante ni hermoso, pero, se veía reconfortante, así que me dirigí hacía él. Acto seguido de esto, me senté y me puse a contemplar como el sol salía lentamente y las pequeñas aves volaban por encima mio, estaba amaneciendo. Estaba demasiado cansada como para seguir caminando, pero si seguía ahí iba a congelarme, me puse a pensar qué debía hacer y después de algunos segundos decidí, saqué mi celular y fui directo a mis os, entre ellos encontré a un pequeño pelirrojo y con mi mano temblorina y una sensación de angustia marqué.

—Nathaniel, disculpa, soy  Chloe, yo, necesito tu ayuda —mi voz se escuchaba quebrada y débil, al igual que como hace algunas horas.

—Chloe ¿Qué sucede? ¿Dónde estás? —dijo en un tonto de voz preocupado y ansioso, él parecía que se preocupaba por mí.

—Yo, yo, no lo sé Nathaniel, sólo, ven por mí, te lo suplico —estaba desesperada, no podía aguantar ni un segundo más ahí, solo escuché como Nathaniel colgaba y me dejaba sola, de nuevo. Mis ojos estaban cansados, mis piernas y brazos no se podían mover, estaban helados, yo sólo quería un respiro, decidí descansar mis ojos y decidí cerrarlos, esperando a que mi "salvador" supiera dónde estoy y me viniera a rescatar.

Ya no tenía ninguna esperanza en que yo regresará a mi casa, ya había perdido la fe, pero de repente apareció él.

—Por fin te encontré Chloe, no sabes lo duró que fue para mí en en..—lo abracé, estaba realmente contenta por su llegada, me sentía de nuevo como una niña al abrazar a su padre o a su madre, me sentía bien. Momentos después reaccioné, yo sólo terminé el abrazo fuertemente y le di un beso en la mejilla.

—Perdón Nathaniel, lo hice por impulso, gracias por venir —él sólo asintió dulcemente y me devolvió una sonrisa suave y cariñosa.

—Acompañame, vamos a mi auto, te llevaré a tu casa —yo moví mi cabeza de lado a lado en señal de negación y con un gesto de preocupación.

—De hecho, preferiría ir a tu casa, sí se puede, sé que es Navidad y deberías estar con tu familia festejando —dije en un tono desmotivado y cansado.

—No hay problema, vamos —me respondió tranquilamente y con una serenidad que me dio calma y paz

Nos dirigimos a su automóvil y me abrió la puerta, un gesto muy bello de su parte, me subí y acto seguido él, encendió el auto y partimos. Había un silencio agudo y largo, era un poco incómodo, así que decidí romper con él.

—Enserio disculpame por mi acción de antes, realmente me alegré de verte, creí que iba a seguir varada ahí, no era mi intención incomodarte, además disculpame por interrumpir tu reunión familiar, pero nadie iba a venir a ayudarme, nadie me quiere, ni mi propio padre y pues no sé, es que yo.. — me interrumpió con un dulce beso  que me sorprendió mucho, mis mejillas se volvieron a colorar como si tuviera dos llamas de fuego pequeñas en ellas.

—Lo lamento Chloe, no fue mi intención, lo hice sin pensar, has de creer que soy un aprovechado y un tonto —yo lo mire con ojos más sinceros y serenos que pude y le di una pequeña sonrisa

—Ya estamos a mano —reí delicadamente en señal de gracia y cause que el pelirrojo a mi lado se riera conmigo.

Nos volteamos a ver uno al otro y nuestras miradas conectaron, al igual que nuestros corazones, había sentido de nuevo el amor que no sentí en años, sabía que él era especial ya que lo había logrado y sabía que no debía dejarlo ir, surgió en nosotros un click, una conexión, una conexión navideña

Esperamos que les haya gustado nuestro primer One-Shot

☆Team Delivery☆

:sparkles: ¡Nos leemos en otro blog! :sparkles:

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CRÉDITOS DENTRO DEL TEAM

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