One Shot: Pinceladas de Amor

Era una fría tarde de invierno, las calles de la hermosa París se hallaban casi desiertas. Pero en los alrededores del Luvre se encontraba un joven artista pelirrojo que buscaba en la tranquilidad del museo algo de inspiración para poder crear una nueva obra de arte.

En sus oscuras pupilas se reflejaban tristeza, frustración y soledad y a pesar de estas emociones negativas esperaba crear algo el lo que pudiera expresarlas y desahogarse.

El tiempo pasaba y nada que lo motivara pasaba frente a sus ojos así que antes de frustrarse mas decidió irse a casa pues estaba a punto de nevar.

El chico ya había recogido su caballete y pinceles y se disponía marcharse, de pronto un sonido lo detuvo era un llanto aunque leve se escuchaba muy desgarrador y melancólico.

Nath decidió encontrar de donde provenía y siguió el sonido asta dar la vuelta al museo y ver frente a él la torre Eiffel que destacaba a lo lejos en el frío paisaje, esa vista lo dejó embelesado y la inspiración llegó de golpe a su memoria. Pero el lamento lo devolvió a la realidad.

Al voltear a su derecha en una banca estaba una chica alta y delgada.

Juleka ¿Qué haces aquí, te sientes bien? Cuestionó el chico mientras ponía su mano en el hombro de la pelinegra.

Ella lo miro sin expresión alguna en su rostro. ¿Me escuchaste? Dijo en tono de sorpresa.

Claro que te escuche, suenas muy triste. Dijo el pelirrojo en un tono suave.

En ese momento las lágrimas volvieron rápidamente a recorrer el rostro de Juleka. Pensé que estaría sola, que nadie lo notaría de todas maneras nadie se da cuenta que existo y lo entiendo ya que no soy especial como otras. Así que vine a perderme en este paisaje.

Eso no es verdad claro que eres especial el simple soy yo. Dijo Nath sentándose a su lado.

No es cierto.

Claro que si. Soy mas que eso soy invisible para ella. Dijo el chico en tono molesto agachando la mirada.

¿Para Marinette?

Si nisiquiera me notó prefirió a ese modelo guapo y rico que todo mundo ama que ami. Eso si es ser invisible.

Pero ella no te dijo nada sólo lo hizo. Yo solo comprobé lo que ya sabía que no soy bonita y no soy buena compañía.

Eso no es cierto dijo el chico tomando las manos de Juleka. Tu eres muy bonita, creativa y única. Eres diferente a las demás.

Si eso es lo malo soy diferente y no hay nadie como yo, nadie que me entienda.

Afirmó la pelinegra con frustración.

Yo si te entiendo también me he sentido ignorado e invisible, pero también se que nos puede ayudar a sentirnos mejor.

A si ¿qué?

Una nueva pintura. Dijo Nath con una tímida sonrisa.

Pero yo no soy buena con las artes.

No te preocupes tu no vas a dibujar. Afirmó él la miro directo a los ojos para después tomarla de los hombros, levantarla y llevarla a otra banca justo frente a la torre Eiffel.

¿Qué haces Nathaniel?. Pregunto ella un poco incrédula.

Tu vas a ser modelo y necesito que te quedes quieta y sonrías.

No yo no puedo hacer eso.

Claro que si. Yo confío en ti verás que con esto te sentirás mejor y además me ayudarás con mi pintura. Aceptas ayudarme. Dijo el pelirrojo con voz dulce.

Juleka se sonrojo y asintió un poco tímida.

El artista comenzó con su creación perdiéndose en su inspiración, dejando volar no sólo su imaginación sino también sus frustraciones y tristezas en cada pincelada.

Mientras tanto la tímida modelo se perdía en cada movimiento y facción del hábil pintor, eso le hizo notar el tierno rostro de Nath, sus profundos ojos verde mar y la gentil forma en que sus mechones pelirrojos caían sobre su rostro. De algún modo esto movió algo en su corazón a un ritmo lento.

Al cabo de un rato la pintura estaba terminada, pero ninguno de los dos se movía sólo se miraban fijamente.

De repente algo los interrumpió. Pequeños copos de nieve comenzaron a caer sobre sus rostros, eso los saco de su trance.

Entonces Nathaniel se quitó su chaqueta, se sentó frente a Juleka y la colocó sobre sus hombros.

Toma no quiero que se resfrié mi mejor modelo.

Vamos no es para tanto Nath.

Claro que si. Dijo el mientras le mostraba la hermosa pintura.

Ella la miró fijamente. Es muy linda tienes mucho talento.

Claro que es linda, igual que tu. Dijo el pelirrojo mientras tomaba el mechón de pelo morado y lo ponía tras el oído de la chica.

Ella solo se ruborizó y antes que pudiera formular una respuesta sintió los labios del chico posarse el los suyos. Al principio se desconcertó pero después correspondió de la manera mas tierna posible.

Al separarse él le dió un tierno beso en la frente y dijo.

Que tal si intentamos algo nuevo con una persona diferente y única, ¿tal vez con una hermosa modelo?

¿O con un joven y talentoso artista? Respondió Juleka retirando el pelo de la frente del chico y acariciando su mejilla.

Después de eso sólo se dirigieron una tierna sonrisa y se tomaron de la mano para después caminar y perderse en las nevadas calles de la ciudad del amor.

FIN

HOLA MININOS. aquí LauNoir con un nuevo One Shot siento haber tardado tanto en subir esta historia pero la verdad no tenia inspiración jaja.

En fin espero que haya sido de su agrado.

LauNoir fuera.