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"POR OBRA DE LOS DIOSES"

Mi nombre es Hipólita, hermana mayor entre Melanipa, Antíope, Pentesilea y a la edad de 20 años encontré el amor. ¿En dónde? Frente a mis narices.

Durante el festival del Día de San Valentín en Temiscira, mi pueblo natal, cuando me encontraba en compañía de Chat Noir, la Diosa del Amor, Afrodita, apareció sin siquiera llamarla y su presencia no fué muy bien recibida, al menos en esta fecha estaba allí por alguna razón y mis sentimientos hacia él, la trajeron a deleitarse con aquella escena que estaba a punto de comenzar.

Quería salir, pero siendo solo yo, Hipólita, no me daba los mismos gustos y placeres que siendo LadyBug, así que me transformé y salí en busca de lo que me deparaba el día. Siendo sincera, el San Valentín no era unos de mis días predilectos, pues compartirlo como debía, al lado de la persona que me gusta, se me era algo imposible.

Sentada en los peldaños que llevaban al Olimpio me puse a pensar. Nada en concreto. Solo dejaba que mi mente viajase a todos los rincones posibles. Que este día en particular pase lo más pronto posible, era todo lo que quería. Las parejas de enamorados en las calles me empalagaban o quizá me daba celos de los felices y enamorados que estaban, ellos se habían abierto a la persona que amaban bajo el riesgo de quebrarse pero a pesar de todo, cogieron valor y lo hicieron. Y he ahí su recompensa. Sí! Lo que sentía eran celos.

Enfrascada en mis pensamientos no lo noté llegar.

- ¿Está todo bien LadyBug? - aquella voz hizo que se me acelerase el corazón.

- Esta todo bien tonto. ¿Por qué lo preguntas? - Tomando asiento junto a mí, continuó.

- He llegado hace ya un buen tiempo y no me has notado. Debe de ser algo muy importante aquello en lo que estés pensando.

- Nada por lo cuál preocuparse.

- Si no tienes ganas de comentarlo, no insistiré.

Agradecí que no esté curioseando y miramos el andar del pueblo en busca de alguna extrañesa.

- Oh! - exclamó de pronto como recordando algo - Feliz Día de San Valentín Mi Reina. - ante aquel sobrenombre me sonrojé y lo observé divertida. Enrollé mi yoyo alrededor suyo y le susurré al oído.

- Feliz Día de San Valentín para ti también Mi Tigre. - deposité un tímido beso en la comisura de su boca y ante la contracción de los músculos de este, lo solté.

Me volví a centrar en el paisaje pero sin dejar de observarlo de reojo y ver como desaparecía el leve rubor que le había producido.

- ¿Qué te parece la nueva Reina Amazona Hipólita? - pregunté rompiendo el silencio que nos acogía.

- Creo que será una Reina excelente. No la conosco muy bien pero se la ve como una verdadera guerrera. Que defenderá a su pueblo con puño de hierro.

- ¡Guau! Sí que la iras. Pero... ¿Acaso yo no defiendo también a Temiscira con puño de hierro? - miré divertida como este se acercaba a mi rostro y posicionando un dedo en mi casco, me empujaba haciendo que cayera de espaldas.

- Tú eres diferente.

Lo observé desde mi posición. Cada músculo de su brazo, cada cicatriz de batalla, cada rio que le brindaba su Miraculous, lo marcado que estaba y lo bello que era. Si tan sólo lo supiera... Si tan sólo no fuera tan cobarde.

- ¿Diferente cómo? - la curiosidad me picaba.

Desvió su mirada hacia mí, que me encontraba tirada sobre los escalones y sonrió.

- Tú eres mucho más hermosa. - ante ello me ruborizé y volví a sentarme. - Además de que la Reina no cuenta con un Miraculous que la convierta en LadyBug. - ante lo dicho se echó a reír pero a mí eso no me hizo gracia. ¿Acaso lo decía enserio? ¿Era hermosa para él? ¿Había alguna esperanza? Necesitaba saberlo. Aclarandome la garganta en señal de que parara, hablé.

- Dime... siempre quise saberlo. ¿Tienes a alguien especial en tu vida?

- ¿Especial? ¿En qué sentido? - preguntó mirando el horizonte.

Dudé en si seguía el hilo de la conversación o no, aunque la aparición a nuestras espaldas de Afrodita cortó la comunicación. Entre todas las personas o Dioses que podían haber aparecido en este preciso momento ella era a la que menos deseaba. Era muy hermosa, tranquila y dulce al hablar pero la debilidad de todo hombre es su corazón y ella conocía los secretos de estos, algunas veces llegaba a hacer pasar vergüenza a las personas por pura diversión. Los Dioses jugaban con los humanos por ello estos los temían y respetaban. Nunca se debían dejar engañar por su belleza o engatusar por sus palabras, todos tenían su lado oscuro.

- LadyBug! Chat Noir! - exclamó - Que placer verlos.

Ambos nos levantamos y con una reverencia le devolvimos el saludo. Ante estos seres debíamos hablar con respeto. Lo exigían por la piedad que mostraban.

- Buenas tardes Mi Señora. - habló Chat Noir. Entre todas las Diosas del Olimpio ella era la que más amaba los halagos y cumplidos.

- Siempre tan caballeroso Chat. - se acercó a él posicionando una mano sobre sus brazos y acariciandolo. Eso me molestaba bastante pero no podía enfrentarme ante una Diosa. Así que solo me limité a desviar la mirada.

Pero esta se dió cuenta y leyó los celos en mis ojos además de lo que guardaba mi corazón. Al parecer entre todas las cosas de las que LadyBug era capaz de hacer, esconder unos estúpidos sentimientos no formaba parte de la lista y sonriendo maliciosamente, habló.

- ¿Pasa algo querida? - la miré viendome obligada a responderle. - Algo que... ¿Te moleste?

- ¿Molestarme? - bufé irónica. Yo no la llenaría de halagos. - Nada me perturba. - la sonreí haciendo que mi actuación resulte lo más realista posible.

- Oh! Por un minuto creí que te molestó el haberme acercado de más a tu compañero. - sonrió sólo para mí en señal de triunfo al ver que había dado en el blanco. - ¿Hay acaso algo entre ustedes?

Ante aquella pregunta me llené de vergüenza, pero debía afrontar las consecuencias e inspirando profundamente la encaré, creía poder jugar a su juego. Entonces decidí hablar pero fuí interrumpida por Chat.

- Entre nosotros no existe nada más que la labor de proteger a todos los habitantes de estas tierras. - habló seriamente. Aquello me dejó sin palabras y ni siquiera atiné a mirarlo.

- Eso es realmente conmovedor querido. Pero... Mienten. - rió dulce pero peligrosamente.

Chat Noir me miró confuso, tratando de buscar algún tipo de respuesta pero yo ni siquiera lo miré, más por vergüenza que por no saber contestarle.

- Jamás la mentiríamos a usted. - se disculpó Chat Noir.

- ¿Por qué no dejamos que tu Lady nos explique?

Me tenían contra la espada y la pared. Las ganas de ensoquetarle una bofetada, por más Diosa que fuese, eran muchas pero por mi bien y el de Chat Noir, me contenía.

- Yo no miento. - limité a contestar.

- ¿Así que no nos vas a decir? O mejor dicho. ¿No se lo vas a decir? - miró a mi compañero guiñándole un ojo. Aquella mujer se estaba ganando mi odio.

- ¿LadyBug? - Chat pronunciaba mi nombre cada vez con más insistencia, quería saberlo, no lo culpaba, yo en su lugar haría lo mismo. La culpa la tenía ella. - ¿Me escondes algo? - Las lágrimas escocían mis ojos. No sabía cuánto más lo soportaría.

Afrodita lo disfrutaba.

- Vamos. No hagas sufrir al pobre de tu amigo. - lo tomó por los hombros pero él cortésmente se apartó y me miró tratando de buscar una explicación a toda esta situación.

- Basta. Por favor. - la voz me temblaba. Yo no era una persona débil, jamás quize que nadie viera esa faceta mía. Era una guerrera de nacimiento, nacida en tierras griegas y nuestra especie no era débil. Pero aquello en parte me superaba.

- Díselo LadyBug. - sonó más como una orden que como una petición - O debería llamarte...

- No! - grité. - Lo haré.

- Buena chica. - se apartó de Chat y al pasar cerca mío susurró. - Esto será divertido.

Miré a mi compañero y recordé el cómo me había enamorado de él. Tenía miedo de lo que podía pasar y también de lo que no. De que se rompiera nuestro vínculo a causa de un estúpido sentimiento. Pero era mi identidad o él. Ninguna era una opción factible ni conveniente pero debía escoger.

- Chat Noir. Tengo algo que decirte. - respiré hondo mientras él solo me miraba - Lo estuve guardando hace ya bastente tiempo, he estado queriendo decírtelo pero nunca veía el momento adecuado para hacerlo. Este tampoco es el momento pero dadas las circunstancias no tengo de otra. - me observaba sin entender. ¿Acaso nunca lo sospechó?

- Sin mucho rodeo querida. - advirtió Afrodita ya aburrida.

- Chat, me conoces. Soy una mujer que odia todo sentimiento, lo ve como una debilidad pero... últimamente tu presencia me pone nerviosa, los elogios que me haces o las palabras tiernas que me regalas, significan mucho más. - suspiré y tragando saliva, confesé - Te amo Chat Noir.  Siempre te vi como un amigo, un excelente compañero que estaría allí para mí cuando más lo necesite pero con el transcurrir del tiempo ese sentimiento de amistad se fué convirtiendo en algo más. Mi interés por ti fué creciendo hasta el límite de tener celos de aquellas personas que se acercaban a tí. - miré a Afrodita la cual sonreía complaciente - Nunca antes te lo había dicho por temor a perderte. Pero siempre preferí perder tu amor a perder tu amistad. Si no me correspondes no me sentiré mal, lo entenderé. Quizás nuestro destino no es estar juntos es solo acompañarnos en todo lo que dure esta labor y con que seas mi amigo, para mí, me basta y sobra.

No lloré. No lo haría, aunque este me hubiese rechazado. Era fuerte y seguiría en pie hasta el final. Chat Noir sólo me miraba con una sonrisa que le iluminaba el rostro y eso me dió esperanzas.

- Sabía que en aquel corazón de piedra tuyo debía de haber un sentimiento, por más pequeño que éste fuera. - bromeó ocasionando que sonriera - Tus sentimientos son correspondidos Mi Reina.

Sonreí. Era lo mínimo que podía hacer. No sabía cómo más actuar. El sentimentalismo no era lo mío. Pero el momento fué interrumpido cuando Afrodita chasqueó la lengua.

- Tierno. - aplaudió - Pero me divierto más cuando el amor no es correspondido, aunque un final feliz de vez en cuando no esta mal.

Sentí cómo Chat Noir me apegaba a él y con ello me sentí protegida. Nada de lo que dijese me afectaría.

- Hasta pronto LadyBug. - se despidió ascendiendo los escalones que llevaban al Olimpo a la par que una espesa neblina la cubría. - Preferiría que hubieses sufrido pero que se puede hacer. El amor es sorprende y en el caso de ustedes, ciego. Feliz San Valentín mis héroes. - y dicho esto desapareció.

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Créditos a FERISAE

#ACOM🦄

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NOTAS

- LadyBug (Hipólita)

- Chat Noir (Heracles)

- Afrodita (Diosa Griega del Amor)

- Temiscira (En la mitología griega, era la capital y ciudad, estado del lugar en el que se creía vivían las amazonas.)

- Las Amazonas (Eran, en la mitología clásica, gente de un antiguo pueblo conformado y gobernado íntegramente por mujeres guerreras, de dudosa base histórica.)

- Olimpo (Para la mitología griega, el Olimpo era el hogar de los dioses olímpicos, los principales Dioses del panteón griego, presididos por Zeus.)

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Genial historia. Me gustó mucho.

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1 Reply 02/19/17

:)

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1 Reply 02/19/17

Que bonito :heart_eyes: me encanto, eres muy buena escritora, debiste haber ganado, pero pues ya ni modos.

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1 Reply 02/19/17

Reply to: :blossom: ACOM :blossom:

De nada, te lo mereces, sigue asi

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0 Reply 02/19/17

Reply to: Umi

Seguro a la otra si ganas :satisfied:

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0 Reply 02/19/17
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