¿Quién robó los huevos de Pascua? :rabbit: :rainbow:

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:white_medium_small_square: | L L A M A D O   S O S !

El staff de MLBA tiene una dinámica de Pascua preparada para ustedes... Pero ¡Algo ha pasado! ¡Alguien ha robado los huevos mágicos que teníamos listos para que ustedes encontraran!

Solo tú podrás ayudarnos a encontrar al culpable. El cual es nada más y nada menos, ¡Un miembro del staff! 🤯

Créditos a Magg por los espectaculares fanarts de las opciones de la encuesta. :sparkling_heart: :sparkling_heart: :sparkling_heart: :sparkling_heart: :cupid: :cupid: :cupid:

Todos vayan a su perfil a darle amor uwu.

𝚌 𝚑 𝚊 𝚙 𝚝 𝚎 𝚛   𝟷 .— :ferris_wheel:

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Ahogué un grito al momento en que contemplé el salón del corazón de MLBA sin los huevos de Pascua mágicos que había guardado allí.

No había ni rastro del polvo. Lo único que escuchaba, era el corazón latir una y otra vez.

Di unos pasos atrás, con un nudo en el estómago que me provocó náuseas.

El staff me iba a matar. Se me había encargado hacer las decoraciones para el evento de Pascua, como lo primera prueba como líder; y ahora, a unos días de la gran celebración, todo se había esfumando.

¡Me echarían del castillo! ¡Me exiliarían del reino!

Decidí ir inmediatamente a la oficina real. Seguramente debían estar ahí Vicky e Ydal.

Atravesé el largo corredor que conectaba con la sala corriendo. Aquel pasillo adornado con las más exquisitas pinturas de los artistas del reino. Aquel corredor que jamás me había parecido tan largo como ahora.

Me encontré a Mabel de camino, quien apenas iba a saludarme, cuando la tomé de la mano y seguí corriendo.

—¡Wow! ¿Qué pasa? ¿Por qué tanta prisa? —preguntó sin aire.

—Cuando estemos con todas te explicaré —contesté sin mirar atrás.

Mabel abrió la puerta de par en par. Y ambas, —exhaustas por correr tanto— comenzamos a balbucear enunciados incomprensibles para las que nos miraban extrañadas.

—¡Es la sala del corazón! ¡Los huevos de Pascua no están! —logré decir después de normalizar mi respiración agitada.

Vicky e Ydal intercambiaron miradas. Mabel abrió los ojos como platos y dio unos pasos hacia atrás.

Vicky tomó el teléfono que había sobre su escritorio, y marcó un número sin titubear ni perder la compostura.

Me pregunté a quién llamaría con tanta firmeza y seguridad. iré su sensatez, sabía exactamente qué hacer para una situación tan específica.

—¿Hola? Necesitamos de su ayuda. Ocurrió otro robo —pronunció y asintió varias veces.

No alcancé a oír más de lo que decía a la otra persona en la línea.

[...]

A pesar de ya alguna vez haber entrado al salón del corazón de MLBA, me quedé embelesado por el gran brillo que irradiaba del objeto.

Apenas se percataron de mi presencia, me convertí en el centro de atención de las 5 autoridades de MLBA. Cada una observándome de una manera peculiar y diferente. Algunas más nerviosas que otras, como Amélie.

Vicky e Ydal sin embargo, intercambiaban unas palabras al momento que crucé la entrada.

Mabel y Paki me miraban con aspecto curioso. Ambas me examinaban como si fuera un espécimen nuevo por descubrir.

—Me alegra que estés aquí —empezó Vicky, para luego dirigirse a Mabel y Paki— Les presento al detective que resolvió el caso del robo del corazón de MLBA.

—Buenos días señoritas —me presenté y tendí mi mano.

—Buenos días —respondió Mabel aceptando mi mano. Paki también imitó el gesto.

—Lo amos a usted, por su anterior éxito en el caso del robo del corazón del reino —añadió Ydal, dirigiéndose a mí— Y estamos seguras que podrá resolver este embrollo en el que nos hemos visto envueltas.

—Como ya ha de suponer, la culpable del crimen debe ser una de nosotras 5. Puesto que somos las únicas que tienen a esta habitación —continuó Amélie, quien hasta el momento, no había dicho nada.

Paki me relató cómo fue que se enteró del suceso. Desde que entró al salón, hasta el cruce con Mabel.

—¿A qué hora sucedió esto? ¿Y cuándo fue la última vez que entró a la habitación antes que desaparecieran los huevos mágicos? —pregunté a Paki, mientras sacaba mi pluma y cuaderno.

—Hoy por la mañana alrededor de las 10:30. Ayer por la noche entré una vez para contar el número de preparativos que estaban listos —reflexionó por un momento, mirando hacia el techo— Creo que eran entre las 8:00 y 9:00 PM.

—¿Todos los huevos estaban terminados? —continué con las preguntas.

—Así es, los terminé ayer —contestó.

—¿Por qué los huevos estaban en la sala del corazón? —me dirigí hacia Vicky.

—Verá, esos huevos de Pascua no son ordinarios. Gracias a la magia del corazón de MLBA, estos pueden tener poderes para esconderse. Y en su interior, contienen un regalo sorpresa para quien los encuentre.

—Te dije que no era buena idea usar la magia para encantar los huevos. Era demás peligroso. Y ahora aquí están las consecuencias —interrumpió Ydal, cruzándose de brazos.

—Pues si me hubiera encargado yo, nada de esto habría pasado —protestó Amélie, fulminando con la mirada a Paki.

—¡Hey! ¡Pues tal vez si no me lo hubieran dejado todo a mí, la situación sería diferente! —exclamó Paki. Para luego cerrar la boca y morderse la lengua.

En unos instantes, el tranquilo interrogatorio se convirtió en una incómoda discusión; y yo me encontraba en el ojo del huracán.

Necesitaba pensar con claridad. Examinar la escena solo. Así que les pedí a todas que salieran de la sala. Después de analizar el escenario, iría con cada una en privado a interrogarlas.

Solo se dieron cuenta de hasta qué punto la conversación se había descarrilado cuando les hice la petición. Salieron de la sala sin protestar y en silencio.

Me volví hacia el corazón, en busca de cualquier posible pista.

Caminé alrededor de la habitación observando cada detalle de la misma. Los azulejos del piso estaban impecables, y formaban un diseño alrededor del corazón.

Contemplé el candelabro que colgaba del techo, que iluminaba el corazón, haciendo lucir aún más su esplendor.

Di un paso, y sentí un crujido bajo mis pies. Se trataba de un diminuto pedazo blanco de cascarón de huevo. Observé a su alrededor, en busca de piezas más grandes.

Más lejos, encontré un cascarón vacío. Lo tomé y noté que no había ningún diseño pintado sobre él. Lo cual, era bastante raro; pues Paki ya me había confirmado que todos los huevos estaban listos.

Tampoco mostraba señales de magia —no lo decía porque conociera mucho sobre el tema— sino porque se veía como un simple cascarón vacío. Sin ningún encanto.

Guardé la evidencia en una bolsa transparente y me planté en la entrada.

Justo antes de salir, me percaté que a mis pies, había un trozo de mimbre. Lo recogí y salí del salón.

¿Mimbre? Mi mente estaba en blanco. Lo único que escuchaba, era el eco de mis zapatos de entre el silencio cargante que había en el pasillo.

¿Por qué habría un pedazo de mimbre? No era un material común de ver. Y mucho menos en la sala del corazón de MLBA.

La única respuesta razonable que encontré, era que la persona que había robado los huevos, lo hubiera hecho llevándolos en un cesto de mimbre.

Giré a la derecha al final del pasillo. Seguí caminando con dirección a la sala de encantamientos. Quería comprobar que el cascarón de huevo que encontré, estuviera libre de magia.

Entré a una sala llena de libreros que llegaban a lo más alto de la habitación. Las paredes estaban pintadas de un azul oscuro y había pequeñas estrellas doradas que brindaban una tenue luz al lugar. La sala tenía un aspecto oscuro, que a la vez, —decorado con velas— resultaba brillante y permitía crear una atmósfera equilibrada.

En el centro del cuarto, había una larga mesa con un libro de tapa roja colocado en medio. A su lado, habían algunos otros libros cerrados y varios tubos de ensayo colocados en una gradilla.

—Hola, ¿Qué haces aquí? —preguntó una silueta femenina que me observaba desde una esquina.

Me sobresalté al escuchar su voz. No podía alcanzar a distinguir quién era por la sombra del librero que la cubría; pero su voz no me era para nada familiar.

Vestía una larga capa que le cubría desde la cabeza a los pies; y parecía que un trapo le tapaba la boca. Se acercó hacia mí. Yo, por instinto, retrocedí un poco.

—¡Achu! —estornudó cubriéndose la boca con su brazo.

Me reí para mis adentros. Toda el aura misteriosa que por un momento me asustó, había desaparecido con aquel estornudo.

—Perdona... Estoy enferma —dijo sorbiéndose la nariz— Soy Nika, tal vez no me ubiques mucho.

—Claro que sí, no llevas mucho tiempo en el castillo. Pero, ¿por qué no estás con los demás demás del staff?

—Hace semanas que estoy enferma, así que me di de baja temporalmente... ¿Necesitas algo?

¿Debía confiar en ella? También era un miembro del staff, así que podía entrar a la lista de sospechosos. La miré con desconfianza, pero terminé por aceptar su ayuda. Después de todo, yo no sabía nada de magia.

—Venía a analizar este cascarón de huevo —dije mostrándole la bolsa donde se encontraba—. Quiero comprobar que esté libre de magia.

Lo miró detenidamente y tomó el envoltorio.

—¿No sabes nada de magia? —se volvió hacia mí. Yo negué con la cabeza.

—Es muy fácil, mira —sacó el cascarón de la bolsa y aplicó en él unas gotas de un líquido rosado que había en un frasco sobre la mesa.

—Este es un indicador de magia, si este cascarón estuviera encantado, absorbería el líquido y desprendería un brillo del mismo tono rosado. Pero el líquido permanece en el cuenco, así que este cascarón es ordinario —continuó de explicar.

Me quedé perplejo. La magia era un universo completamente nuevo para mí. Lo que acababa de mostrarme, parecía tan sencillo y sin embargo, mi mente se preguntaba cómo era aquello posible.

Volví a guardar el cascarón en su envoltorio y me despedí de Nika.

Salí de la habitación con un solo pensamiento en la cabeza. Ahora las cosas comenzaban a ser más claras. Caminé por el pasillo hasta llegar a la habitación que estaba seguro, me revelaría quién había robado los huevos de Pascua. Solo necesitaba hacer unas cuantas preguntas a una persona.

—¡Ya te dije que no puedes hacer eso! Esas criaturas arruinan todas las estatuas que hay en el jardín.

Escuché el reprocho de alguien cuando pasaba por la oficina real.

La puerta estaba un poco abierta, y logré distinguir a Vicky y a Mabel a través de ella.

—¡Pero son tan lindas! ¡Merecen alimento como cualquier otro ser vivo! —replicó Mabel. Ésta se dirigía con paso apresurado hacia la salida, así que me despegué rápidamente de la puerta.

—Oh... Esto... Hola —comentó apenada en cuanto me vio. Bajó la mirada y salió corriendo en la dirección opuesta de donde nos encontrábamos.

Dejó caer una pluma de pichón cuando se fue disparada. La recogí para entregársela, pero ya se había ido. Así que decidí guardarla en mi bolsillo.

No era buen momento para entrar a ver a Vicky, por lo que decidí dar una vuelta más. Me crucé con Paki en el corredor, y me brindó una cálida sonrisa.

—¿Cómo va el caso? —llevaba una pila de ropa doblada en las manos.

—Ahora que te veo, me gustaría hacerte una pregunta —me detuve para ayudarle con algo de la ropa que cargaba— ¿Qué diseños tenían los huevos?

—Pues... Eran 5. Estaban inspirados en 5 akumatizados que elegimos: Oblivio, Silencer, El Coleccionista, Dark Owl y Señor Pichón.

—¿Señor Pichón? —pregunté recordando la pluma que había recogido de Mabel.

—¡Sí! Ese especialmente me gustó mucho, le añadí unas plumas como detalles.

¿Acaso la pluma de Mabel tendría que ver con la desaparición de los huevos de Pascua? Acompañé a Paki hasta su habitación y le devolví la ropa que le ayudé a cargar.

Me volví una vez más al salón del corazón. Sentía que había algo de lo que me estaba olvidando. Pero justo antes de entrar, me percaté de que la puerta ya estaba abierta. Y había alguien dentro.

To be continued.

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¿Quién habrá robado los huevos de Pascua? Analiza toda la historia y se el héroe que salvará la Pascua en MLBA. :eyes:

Comenta tus teorías, ¡Queremos leer todo lo que piensan! :sparkles:

Pronto habrá una nueva parte de la historia, así que permanezcan atentos. :eyes: :sparkling_heart: