Realidad // One-shot

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               「welcome to 」๑ೃ୭̥

                 my f**king wonderland~

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Publicación: 053 彡✧

Fecha: 13/01/20 彡✧

Hora: 14:57 彡✧

Introducción┊介绍

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           │││             ¡Hola y staff!

           ││✧          ¡Miraculers y fans de la

           │✧           serie!¿Cómo están?

           ✧            

... 7u7 AGUANTEN SUS GRITOS DE EMOCIÓN, YA SE QUE ME EXTRAÑABAN. PUES AQUÍ ME TIENEN CON OTRO GRAN ONE-SHOT. BASTA DE MAYÚSCULAS.

                        ¡Luz, Cámara, Acción!

Detalles de la historia:

Narradora: Marinette

Lugar: Su habitación

Autor: Su servidora

Emoción a plasmar: La tristeza y la presión.

Realidad || One-shot

¿Realmente quiero esto?

¿Realmente siento algo por él?

¿O solamente me engaño a mi misma?

Las lágrimas corren sin parar mientras me siento inútil. Ya casi nada tiene sentido...

—Adrien... — Murmuro entre sollozos.

Sé que lo amo... Así como también sé que él ama a otra chica.

Al más mínimo detalle él corre a ayudarla...

Se nota que Kagami le importa mucho.

¿Cómo puedo quitarle yo, esa alegría que siente cuando están juntos?

La respuesta es simple: No puedo.

A mi mente viene Luka y, a pesar de que tengo sentimientos hacia él, siento que también lo he usado... Pues sabía que él iba a estar para mi cuando le necesitara.

Solo que siempre era cuando Adrien hacia notorio sus sentimientos hacia alguien más.

— Perdóname, Luka...— digo en voz alta mirando mis muñecas.

Habían cortes en ambas, que atravesaban mi piel pero sin cortar ninguna vena importante.

¿Desde cuándo me empezó a suceder esto?

Otra respuesta: No lo sé...

A lo mejor fue la presión de ser Ladybug... O quizás darme de bruces contra la fría realidad.

La realidad era que ya no podía más...

Perder todo al darme cuenta que nunca tuve nada, esa era la realidad.

Suelto un grito fuerte y desgarrador que hace que me duela la garganta mientras que con la cabeza levantada miro al techo de mi habitación.

Mis padres no están. Han salido a una linda cita... Me alegro por ellos, sé que son felices.

Ellos han podido encontrar al amor de su vida y ser felices.

Yo en cambio, con tan solo 15 años estoy acabada.

Me río sin ganas, amargamente, y al hacerlo siento un tirón en los brazos. Hago una mueca pero ignoro el dolor.

Creo... Que todo esto es demasiado para mi.

Soy la nueva guardiana...

Soy Ladybug...

¿Pero quién soy en mi vida?

A eso sí no puedo responder.

Empiezo a creer que esto de ser diseñadora no me va a llevar a ningún lado...

Nada de lo que yo quiero o hago me va a llevar a ningún lado.

Vuelvo a gritar, solo que esta vez se me quiebra la voz y rompo de nuevo en llanto, lamentando todo en mi vida de forma fuerte y cruda.

Me siento inútil, deprimida y con un sentimiento que me inunda, pero no sé que es...

¿Atraeré a un Akuma?

Eso aún no lo sé... Quizás, pero ya no importa...

Soy una terrible persona...

Otro nombre en mi cabeza... Otra persona a quién hice daño.

He hecho a Chat Noir a un lado cuando él me ha demostrado, más aún que el resto de los chicos, que me ama y que de verdad le importo mucho... Pero aún así no puedo amarle.

No puedo corresponder a sus sentimientos y me siento fatal por eso...

Soy un desastre sin remedio...

Ya le hice daño a mucha gente...

Ya fue suficiente de todo...

Estoy cansada de salir con una sonrisa todos los días a sabiendas de que algo arruinara todo...

¿Porqué soy así?

Tampoco lo sé.

A lo mejor ni debo ser ladybug... Ya me equivoqué varias veces... No sirvo para esto...

Tikki siempre dice que si, pero sé que es solo por consuelo.

—Tikki... — mi mente hace que la recuerde, pero no siento nada al hacerlo.

Lo curioso es que hoy no está. Me saqué los pendientes y los puse en la caja antes de empezar todo.

Salvo a todos cada día, pero...

¿Alguien podrá salvarme a mi?

Empiezo a reírme de mi misma por la ridiculez de la pregunta.

La respuesta es simple: No.

Creo que no, soy un caso perdido... Un barco que ya empezó a undirse...

Sin salvación.

Me quedo mirando a la nada por unos instantes dejando que las lágrimas corran en silencio por mis mejillas.

Lentamente me acerco a la pared para recostarme de espaldas en ella y me deslizo hasta el suelo. Dejo mis brazos a los costados. Duele, y mucho, pero se siente bien...

Miró la sangre correr y pienso que con ella se van mis problemas internos.

— Desde hoy ya nada va a ser igual.

Despedida

¿Qué os pareció? Déjenme sus opiniones en los comentarios. Esto es todo miraculers, nos vemos en otra.