ℓσѕєя ιи яєαℓ ℓιfє || ¢нαρтєя σиє

Mata Hari 07/29/18

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~Marinette~

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Y volvemos a lo mismo de siempre.

No escucho el despertador de mi teléfono, mi madre me reclama diciéndome que ya no llegaré a la escuela, me despierto alterada, caigo de la cama, y me muero... Figurativamente hablando, claro está. Pero es quizás lo más literal que he dicho en modo figurativo, pues mi cuerpo ya me lo está cobrando.

Me estiro y escucho el crujir de mis huesos, al parecer, he tenido una mala postura al dormir, de nuevo.

No me baño, pues serían 10 valiosos y sagrados minutos menos, quizás esta vez sí alcance a desayunar.

No alcancé, no lograba encontrar mis zapatillas; fue tanto el desorden que tenía, que por un momento cruzó la descabellada idea en mi cabeza de irme descalza, pero rápidamente deseché la idea, pues como dije antes, es muy descabellado, ridículo en realidad.

Al final, como "raro" en mí, llegué tarde, y quizás, si Mr. Bustier no fuera el ángel reencarnado en un maravilloso ser humano que es, ya estaría suspendida por mis constantes faltas, en serio, la amo.

(...)

El viento sonaba a través de los árboles, leve, sin embargo; no cambiaba el hecho de que el sol lanzara sus ardientes espadas de fuego y que estas impactaran sobre mi rostro; si no fuera porque Ladybug puede gozar de una máscara, probablemente ya tendría el rostro más colorado que mi propio traje, el cual, en estos momentos me causaba ardor y picazón.

Mis ánimos y fuerzas arrastraban el suelo, como quisieran sacarle una mancha difícil; estaba terrriblemente agotada, adolorida por los diversos golpes que recibí producto de las luchas que el Lucky Charm no ha podido curar, o si lo ha hecho, el dolor no ha desaparecido; sin contar que no solo fue un akuma, sino varios alrededor del día.

Quería, no, necesitaba llegar rápido a casa; pero para mi mala suerte, el último ataque fue casi saliendo de la ciudad, así que aún me faltaba recorrer la mitad de esta.

Hoy sin duda, fue uno de los días más sobrecargados de mi vida, y eso que aún no termina. Al parecer, a todos se les dio por sentirse deprimidos, con cólera e irritados; y a los maestros, hoy no se les dio por enseñar, quizás estaban hartos de nosotros, dando en consecuencia que, libros y más libros fueron y serán lo que me mantenga ocupada esta semana.

Aunque, bueno, no me puedo quejar, mi Adrien estuvo conmigo en el momento en que los akumas empezaron a atacar, estaba preocupado por mí... Es tan lindo.

Cuando terminé de recorrer el infernalmente largo camino hacia casa, me destransformé detrás de la panadería y entré a esta. Ví a mis padres, los saludé a cada uno con un dulce beso en la mejilla, y cuando estaba apunto de subir al a apartamento, los oí discutir. No entendía por qué, pero preferiría no averiguarlo; tal vez no eran ellos los que discutían, tal vez era un desacuerdo entre vecinos, tal vez todo estaba bien.

Sacudí mi cabeza un par de veces oara despejar las ideas de mi cabeza, no tenía por qué preocuparme. Subí a mi recámara, me cambié a una ropa más cómoda y en el momento en el que me preparaba para echarme una siesta, me llamó Alya para invitarme a ir al cine con ella, iba a rechazar su invitación, pero me insistió tanto y pude notar su emoción por ver la nueva película que hace un par de días se estrenó, que, como siempre, no me pude negar.

Tomé una larga ducha, tenía que liberar de alguna manera el estrés de mi cuerpo, y qué mejor que en la comodidad de tu casa, con tu música favorita y un relajante baño de burbujas, además, esta mañana no me bañé.

La cita era a las ocho era a las ocho, así que tenía tiempo.

Un rato después, me vestí con un srncillo vestido rosa pastel, mis típicas baletas y agregué una fina capa de maquillaje, no quería exagerar, no soy Chloé.

(...)

Al llegar al centro comercial, me encontré con Adrien, que, al parecer, acababa de salir de una sesión de fotos para promocionar una marca, no estaba segura, pero por algo debía estar allí.

Me quedé viéndolo por un rato, se veía tremendamente sexy así de sudado y con esa ropa que le lucía fascinantemente bien, es, sin miedo a equivocarme, el chico más oerfecto que haya existido en este miserable mundo.

Y sin darme cuenta tempranamente...

<<¡DIOS! ¡Él también me está mirando! ¡Ay no! ¡Y ahora me está saludando! ¡¿Qué hago?! ¡Vamos, Marinette! ¡Respira! O muévete ¡Haz algo!...>>

¡No estoy aquí! -Grito mientras salgo corriendo a toda velocidad, sin dirección alguna.

Me detengo por un momento para verificar si él aún me estaba observando, percatándome de que su mirada ya no estaba en mí, sino en su asistente, que aparentemente le estaba diciendo algo.

<<¡UFF! ¡Qué alivio! ¡Me ha ignorado!>>

Y como si mis pensamientos lo hubieran invocado, él gira su perfecto rostro y se queda mirándome con el ceño fruncido y la mirada algo extrañada.

<<¡Demonios!>>

Entré en pánico, ¿y ahora qué haré? Y sin pensarlo dos veces, volví a retomar mi "maratón", esta vez, con dirección fija, al baño. No caí en cuenta y tropecé con un letrero que decía "No pisar, suelo mojado", y ¿Saben qué? Adrien seguía mirando, esta vez, con cara de dolor, como si de alguna manera yo le causara pesar. Al llegar al baño, me encerré y me miré en el espejo ¡Estaba totalmente roja! No solo por haber corrido, sino que, principalmente, por la vergüenza.

<<A lo mejor pensará que soy una estúpida>>

Me lancé al piso, específicamente en una esquina cerca de un bote de basura, donde seguramente debería estar metida, como la basura que soy. En ese momento, empecé a llorar, y lloré mucho. Me sentía terriblemente mal, no solo por haber quedado como estúpida frente a Adrien, sino que también porque al mirar la hora, ya eran más de las ocho, casi las nueve, la película ya había comenzado y tenía varias llamadas perdidas de Alya; he defraufado a mi mejor amiga, de nuevo.

Sabía que esa película era especial para ella, la había escuchado hablar con Nino sobre esta, era una película romántica; aunque a ninguno de los dos les gustaba ese género, se sentían de alguna manera identificados.

La historia se trataba básicamente de cómo se habían enamorado dos personas totalmente diferentes, con personalidades diferentes y gustos diferentes. Y de que a través de una amiga, se conocieron. Él un dj, flojo y despreocupado y ella, una importante reportera, educada y comprometida a su trabajo. En serio, el director de aquella película, los acosaba y "shippeaba".

Lamentablemente Alya no pudo vérsela en el momento del estreno con Nino, pues él se encontraba bastante ocupado en un viaje, en el cual, se supone que subiría su fama y lo ayudaría a cumplir sus sueños, creando diferentes mezclas de música de fondo para una película; había matado dos pájaros de un solo tiro: trabajaría con música y en películas al mismo tiempo.

De ahí mi tristeza, definitivamente no merezco una amiga como ella, siempre ayudándome en todo y con todo, y yo, ni siquiera puedo acompañarla a ver una película; soy una pésima amiga.

No debí haberme confiado tanto ni pensar que tenía tiempo ¡por favor! ¡Todos saben que soy el ser humano más impuntual y despistado! Y quizás, si hubiese venido más temprano, Adrien estaría ocupado en la sesión de fotos, el suelo no estaría mojado y él no hubiera observado mi "espectáculo".

¡Soy la peor persona que haya tocado la faz de la tierra! No sé si al menos cuento como persona, ni siquiera merezco ser Ladybug, o sea ¿Quién querría a una heroína despistada, impuntual, incumplida, torpe, que no puede ni siquiera tener una conversación normal con su "crush" sin tener la necesidad de parecer anormal frente a él? -Dije en medio de sollozos ya sin fuerzas de tanto llorar, más aún y así, seguí llorando.

Tikki me miró preocupada, la vi con ganas de decirme algo, pero yo me le adelanté, diciendo:

"Estoy bien, tranquila, sabes que a veces se me da por hacer berrinches tontos, no te preocupes que ya se me pasará".

Y sin creerme mucho, se escondió de nuevo en mi bolso, dejándome aparentemente sola con mi soledad.

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