The one that got away. :ear_of_rice: || One-shot

:ear_of_rice: In another life, I would make you stay...

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El habitual sonido de mi alarma hizo que me levantara de la cama.

Observé mi reflejo en el espejo: había una mujer pálida, delgada con ojos apagados. Ojos azules profundos que habían perdido su brillo hace mucho... Desde aquel día en que él partió.

Lavé mi cara con agua fría, lo que hizo que me despertara por completo. Cubrí mi rostro con maquillaje, intentando borrar mi tristeza. Unos cuantos toques bastaban para hacer que tomara un aspecto decente.

Cualquier persona consideraría que nada cambió en mí. Yo creería que nada cambió en mí de no ser por mí corazón roto y esos malditos ojos azules con dolor. Extraño el tiempo en que alguna vez deslumbraron por la magia del amor. Un amor secreto, que nunca pude saborear ni disfrutar, pero fantaseaba y soñaba con que fuera correspondido.

Ahora me sentía vacía, con un hueco en el pecho, que no se podía llenar por más que pasara el tiempo. No recuerdo la última vez que una genuina sonrisa se asomó de mis labios.

Hice una mueca de disgusto al tratar de subir el cierre de mi vestido. Abrí el primer cajón de mi cómoda, tomando algún rio que hiciera juego con mi conjunto. Entonces lo ví: al fondo del compartimento, se asomaba una pequeña caja llena de polvo: los aretes de Ladybug. Sentí un asco y repulsión hacia mí misma y cerré el cajón de golpe.

Un escalofrío me recorrió desde la nuca hasta los pies. Quería llorar, pero hacía mucho que mis ojos se habían secado.

Jamás me perdonaría... Jamás volvería a convertirme en Ladybug... Y la culpa siempre sería mi fiel y despreciable compañera... Para toda la vida.

[...]

20 años atrás.

No te dejaré caer. No permitiré que nadie te haga daño. Siempre estaré aquí... A tu lado.

Siento las lágrimas correr sobre mis mejillas, desprendiéndose... Cayendo como insignificantes gotas de agua que se mezclan con el aire.

Frío. Nunca antes sentí tanto frío... El familiar viento rozando mi rostro nunca se sintió tan desconocido. Qué gracioso, había caído tantas veces hacia el vacío y nunca sentí tanto miedo como ahora.

Lo miré a los ojos. Verdes como siempre, tan acogedores como siempre. Sin una pizca de temor. Confianza, estaba claro que confiaba en mí ¿Cómo siquiera pude pedirle que saltara al vacío?

Estiré mi mano, rezando porque pudiera alcanzarlo. Pero la verdad es que no podía cambiar las leyes de gravedad. Parpadeé. Y solo un segundo bastó para verlo en el suelo.

Sin saber cómo, mi yo-yo ya me estaba sujetando de una muerte segura. Quedé a unos cuantos metros encima de él y noté como el gris cemento se veía teñido de un rojo profundo. Podía observar un mar de sangre en el que estaba sumergido Adrien.

No dudé un segundo en dejarme caer y rodearlo con mis brazos. Su cuerpo yacía frío, inherte... Lo abracé tan fuerte y me mecí adelante y atrás. Ya estaba manchada por el rojo de su sangre, podía oler y saborear lo salada que estaba. No importaba, nada importaba.

Mis mejillas ardían al o del llanto que brotaba de mis ojos. Quemaba. No dejaba de pensar en el error que había cometido. Rompí mi promesa... Le dejé morir. Ni siquiera tuve el valor de decirle que lo amaba, y ahora, ya era tarde.

No sé cuánto tiempo pasé allí, aferrada a él; pero pronto noté el cansancio de todos los músculos en mi cuerpo.

No importaba nada más, no importaba quién me viera. No me separaría de él. Volví a mirarle la cara. Tenía los párpados cerrados, relajados. Su expresión me hizo recordar cada minuto que había pasado con él..

"—Hola... —saludó él.

Me giré rápidamente dejándole ver mi espalda ¿Acaso está loco este tipo? ¿Todavía tiene el descaro de plantarse frente de mí?

Extendió su paraguas—. Quería que supieras que solo estaba tratando de quitar la goma de mascar... Te lo juro —dijo.

Un casi inaudible sonido de confusión salió de mi boca ¿Oí bien? El tono de sinceridad en sus palabras me tomó por sorpresa.

—Nunca había estado en una escuela... —bajó la mirada— Nunca había tenido amigos, esto es... Nuevo para mí.

La manera en que lo decía... Su voz era tan melodiosa y calmada e hizo que en ese momento dejara atrás el rencor que le tenía. Volvió su vista hacia mí y me miró fijamente a los ojos. Nunca había visto unos ojos tan bellos.

Con un insignificante movimiento me dio su paraguas. Nuestros dedos se rozaron por un breve instante y pude apreciar lo suave que era su piel.

Casi como si fuera a propósito, un trueno resonó al mismo tiempo que nos tocamos, dejando así la mejor sensación que había tenido en mi vida.

Se fue caminando a lo lejos naturalmente, pero era tan perfecto el simple hecho de verlo dar unos pasos... Creo que... Me había enamorado...

—Creo que alguien se ha enamorado... —dijo Tikki entre risas.

No añadí nada, ¿Era esto que sentía amor?".

Dejé de mecerme al momento de sentir unas palmaditas en la espalda.

Giré mi vista para observar a Gabriel Agreste detrás de mí. Tenía los ojos empapados y pude ver el dolor reflejado en su rostro. Estaba tan sorprendido, asustado... Vulnerable.

Me aparté inmediatamente y dejé que se acercara a su hijo ya muerto. Este, no comentó nada sobre mí. No me reprochó nada, solo se contuvo a abrazarlo, susurrándole cosas apenas perceptibles para mis oídos.

—Te amo... Siempre te he amado. He sido un terrible padre... Y ahora, estás aquí... —logró terminar de decir con la voz rota.

No podía contemplar la escena. Observé el suelo, noté entonces que tenía unas zapatillas rosas. Abrí los ojos como platos, no me dí cuenta en qué punto me había destransformado. Fue entonces que la cruda realidad me hizo darme cuenta de las cosas.

Había un montón de gente a mi alrededor, observándome... Seguramente juzgándome... Retrocedí unos cuantos pasos para luego salir corriendo en dirección a casa.

Corrí, corrí hasta que no pude más por el cansancio y el sufrimiento en mi corazón. Pronto, pequeñas gotas de agua brotaron del cielo e hicieron que el rojo que aún tenía en mis manos se desvaneciera. Como si el cielo hiciera frente a mi sufrimiento, el sol que hace un rato inundaba el ambiente, se transformaba en una fría tormenta.

Continué mi recorrido caminando, con los chorros de agua aún cayendo sobre todo mi ser; sin tener expresión alguna dibujada en mi cara. Supongo que cualquier persona que me haya visto con ese aspecto habría pensado que era una loca.

Llegué a casa, subí las escaleras que conducían a mi habitación y cerré la puerta. Miré mi reflejo en el espejo. Examiné cada centímetro de mi cuerpo; repugnante, así lucía una asesina.

Recorrí mi mirada hasta llegar a mis orejas, luego a mis miraculous. Quité tan bruscamente los pendientes que empezaron a sangrar mis orejas. Contemplé por última vez los aretes que alguna vez me hicieron heroína y que hoy, me hacían una asesina. Los guardé en su pequeña caja hexagonal y azoté el cajón donde la coloqué.

Me desplomé en el suelo y abracé mis piernas con mis brazos, talvez así me haría tan pequeña que desaparecería. Volví a llorar como nunca lo había hecho en mi vida. Me juré a mí misma que a partir de ese día no volvería a ser Ladybug. No merecía tal derecho.

[...]

Tomé mi bolso y bajé las escaleras. Anthony se encontraba en el comedor, tomando café.

—Buenos días cariño —dijo sin apartar la vista de su almuerzo.

—Buenos días —respondí tomando las llaves del coche que estaban en la mesa. Me acerqué a él y le besé la frente.

—¿A dónde vas linda? —añadió después de besarme en los labios.

—Saldré con unas amigas. Vuelvo para la comida —dije cerrando la puerta.

Subí al auto y manejé durante dos largas horas. Había un maravilloso sol que acariciaba mis brazos. Me enfoqué en disfrutar la brisa que movía mi cabello. Encendí la radio, para talvez así distraerme un poco y apartar el nudo que tenía en el estómago.

Me detuve en un puesto de flores y, como hacía todos los años, compré un ramo de rosas blancas. Las olí; su perfume me encantaba y tranquilizaba.

Finalmente llegué al cementerio de París. Estacioné el carro y caminé a través de un largo camino rodeado de lápidas, algunas más abandonadas que otras.

Mis piernas temblaban cada vez que me aproximaba más al lugar. Giré a la derecha y seguí caminando, hasta toparme con una modesta pero reluciente lápida.

“Aquí descansa en paz Adrien Agreste.

(2002-2018)"

Observé la piedra en la que estaban grabadas esas palabras. Me arrodillé ante ella y mi vestido se extendió sobre el pasto. Recargué el ramo al pie de la fría roca.

Reflexioné cómo sería la vida de Adrien si aún siguiera vivo. Probablemente estaría casado y talvez ya tendría algún hijo ¿Seguiríamos en o? Seguramente no...

Miré el cielo. No había una sola nube. Inhalé profundamente y sentí que mi alma se hacía liviana. Estuviese donde estuviese, esperaba que Adrien fuera tan noble como para perdonarme, porque por más que tratara, yo jamás podría.

—Talvez en otra vida podría haber sido tu chica, seríamos nosotros contra el mundo. Talvez en otra vida, haría que te quedaras, para así no tener que decir que fuiste tú el que se marchó.

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Bueno, para los que no me conocen me presento: Soy Paki, (oh que sad, cuando escribí "Paki" se me autocorrigió como "Palo" :'v when hasta tu teclado sabe que eres un palo aaaaaahh) espero que les haya gustado :heart: . Si fue así dejen un like y comenten, me gustaría saber su opinión. No olviden repostear y seguirme.

Ufff, que fic tan sad. Este one-shot está inspirado en la canción de Katy Perry "The one that got away". Que la verdad es que está bien hermosa :'v

No sé si en sí es un songfic, porque según yo debe de tener la letra de la canción (? Pero sí está inspirado en parte del video y la letra.

También este fic es para una hermosa dinámica:

#CambiandoLadybug

🥀¿Por qué quieres cambiarlo?

Porque soy masoquista ¿Okey? :joy: Me encanta el drama y los finales trágicos y los giros completamente inesperados en la historia.

🥀Crees que es importante para la trama principal? Sí, no y ¿Por qué?

Súper sí es muy importante porque averts, se trata del casi suicidio de Adrien :v ¿A quién no le dolería que muriera :'v?

🥀¿Por qué crees que los creadores hicieron así esta escena/acción/personaje?

Creo que la escena en sí es muy buena, nos hace jugar con nuestros sentimientos al pensar el "Qué tal si..." Y aunque sabemos que no pasaría, sientes la angustia y preocupación. Obviamente los creadores de la serie hicieron esta escena para hacernos temblar.

🥀¿Como afecta a los personajes involucrados?

Uffff pues básicamente Marinette se muere. No solo porque se haya muerto su amor, sino porque literalmente es su culpa. Por eso me enfoqué en su sentimiento de culpa durante el fic.

🥀¿Crees que si hubiera pasado esto, la historia sería mejor?

NOOOOOOOOO PARA NADA. A nadie le gustaría una historia en donde Adrien muriese :joy:

🥀Esto que modificaste, ¿cambia mucho la trama de la historia? Sí, no y ¿porque? Especifica

SIIIIIII. RADICALMENTE ¡Porque se muere Adrieeeen! No habría más Chat, ni Adrien bebé, a todos nos dolería.

🥀¿Seguirías viendo la serie si hubiera pasado esta escena?

No. :joy:

Adiós popó! :heart:

PD. Ahora que lo pienso, si para nada me hubiera gustado ver algo así en la serie... ¿Por qué hice una historia cambiándolo? Xdxd

PD2. No sé ofendan por el "popó", es mi manera de expresar amor uwu. (En realidad es porque es una de mis frases favoritas, aparecía en un comercial de un bb de juguete)