Un amigo mío (quien me introdujo en el mundo del misticismo y lo paranormal) disfrutaba de ir con amigos o solo a lugares abandonados, cuando llevaba más gente con él se llevaban un tablero de ouija.
Él llevaba tiempo preparándose para ir a un lugar cerca de donde vivimos, es una casa en Orizaba Veracruz en la cual te dicen que si te quedas una noche a dormir… te puedes quedar con la casa, él pensaba que era poca cosa y me invitó, pero me pidió que comprara un radio de poco alcance (yo no sabía para que era).
El día que fuimos a quedarnos eran las 9 de la noche, hablamos con el dueño (el cual no vive en su propia casa) y nos advirtió de que no hacer, las cosas eran: no tomar fotos después de cierta hora, no estar en dos habitaciones específicas al mismo tiempo, también mencionó algo del refrigerador pero no le entendimos.
Pasando unas 3 horas ya solos el sacó una libreta y empezó a escribir, tampoco le pregunté porque sinceramente estaba asustado como para sugestionarme más, me dijo después de haber dibujado y escrito que saliéramos de la habitación, también me dijo que checar a bien lo que había dibujado y escrito, yo sinceramente no entendía lo que vi pero lo memoricé, salimos de la habitación y esperamos unos 15 minutos, entramos y la libreta estaba en otro lugar y tema “X” garabateadas. A los segundos me pidió sacar el radio y prenderlo, me dijo que hablara mientras movía los canales rápidamente, me explicó que era una forma de oír al ente/espiritu. No recibíamos respuesta pero empezaron a aventar cosas en la habitación, no solo moverlas, sino aventarlas, el refrigerador sonaba como si pegaran desde adentro y sin pedir señal… empezamos a oír una voz en el radio, era una voz andrógina pero grave, estoy seguro de que hablaba español pero no logré entender ni una palabra. Mi amigo aunque estaba acostumbrado a esas cosas estaba pálido, me dijo “mira” mientras señalaba a la nada, sé que su reacción era legítima pero no vi nada. Me dijo que teníamos que irnos de ahí, que era algo que no era común.
Estábamos agarrando de nuevo nuestras cosas y cuando mi amigo quiso agarrar su cangurera… se la aventaron lejos, ni si quiera fue por ella, solo corrimos hacia la entrada de la casa, conforme salimos de la sala de escucharon dos puertas cerrarse de golpe.
Después de eso lo he acompañado a más lugares y aunque si pasan cosas… no son como esa vez
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