#THGEM

¡Hola a todos! Hoy vengo a enseñarles mi blog para el #THGEM

¡Empezemos!

La historia de Ágata

(Voy a contar la historia en 1a persona)

Fui una gema creada poco antes de la rebelión. Las diamantes hacían pruebas con las gemas para comprobar su grado de "perfección" y que no fueran defectuosas. Yo tenía un 93%. Eso estaba dentro de lo "defectuoso", pero aun así decidieron enviarme a la batalla, porque necesitaban soldados. Según las demás gemas, las ágatas somos versátiles, ya que hay de muchos tipos, con múltiples poderes y tamaños. Yo soy un ágata roja con una raya blanca.

El problema es que ser un ágata no garantiza tener poderes únicos. Después de mucho entrenamiento, lo que he conseguido es sacar un sable de mi gema. Bueno, algo es algo. Al menos así puedo luchar.

La guerra lleva ya un tiempo. Las diamantes han decidido enviar más tropas, y yo estoy entre ellas. Nos han clasificado en pequeños grupos liderados por cuarzos. La líder de mi grupo es una cuarzo verde que tiene cara de malas pulgas. Nos han enviado a la Tierra en una nave.

Una vez allí, la cuarzo verde nos guió por la ruta que nos habían encargado, pero de repente... una emboscada de las rebeldes. En cuestión de segundos, todo mi grupo se poofeó y tan solo quedamos un rubí y yo. En ese momento apareció la rebelde que nos había atacado, que era una simple perla. ¿Cómo una perla podía haberse cargado a todo un grupo de soldados? La rubí se asustó y echó a correr, pero la perla sacó una lanza y la poofeó.

Yo también me asusté, pero sabía que con semejante soldado no podía hacer nada, así que saqué mi sable.

La perla corrió tan rápido que me tiró al suelo sin yo siquiera haberme movido. "Estoy acabada" pensé. En un último intento de defenderme, estiré los brazos, aunque sabía que de nada serviría. En ese momento, ocurrió. Una ráfaga de viento salió de mis manos y tumbé a la perla. "¿¡Pero qué!?" exclamó ella. "Al final sí que soy un ágata con poderes" pensé yo, y sonreí. Al menos tenía una oportunidad. Haciendo uso de mis recién descubiertos poderes de aire, luché valientemente contra la rebelde. Pero de repente unos árboles que estaban detrás nuestra cayeron. Eran gemas que nos buscaban. No tenía ni idea de si eran de las diamantes o rebeldes, y salí corriendo. Para mi sorpresa, la perla vino conmigo. "¡Se acercan!" gritó. Corrí más rápido y la adelanté unos metros. Siempre he corrido muy rápido. "¡Eh, espérame!" gritó ella. No sé muy bien por qué le hice caso, pero retrocedí a ayudarla. Le di la mano y entonces, nuestras gemas repentinamente se iluminaron.

"¿¡Q-qué...!?" dije, o dijimos, o no sé muy bien qué había pasado. Aún así no perdimos tiempo y seguimos corriendo.

Llegamos a una cueva y nos metimos allí a descansar. Entonces nos desfusionamos. "¿Qué pasó?" pregunté. "Nosotras... ¿nos fusionamos?" dijo ella. "¡¿Ehh...!? Pero... ¡fusionarse está prohibido entre diferentes tipos de gemas!" exclamé. Ella se quedó mirándome y dijo: "Vuelve con los tuyos. Adiós". Y antes de que pudiera impedírselo, se fue. Salí de la cueva. "¡Eh! ¡Perla! ¡Vuelve!" grité. Entonces sentí un dolor intenso en la espalda. Giré la cabeza. Un soldado rebelde me había clavado una katana en la espalda. Sin quererlo, me poofeé.

Y bueno, esa es la historia de Ágata. La historia continúa, pero después de la rebelión, y era esta parte la que quería presentar para el #THGEM.

¡Espero que os haya gustado!

¡Hasta el próximo blog!