╔════✦❖✦════╗

M ɪ   H ɪ s ᴛ ᴏ ʀ ɪ ᴀ.

╚════✦❖✦════╝

Corría el año de 1995, en el que Jhon, des pues de una bella relación con Alexandra quien ahora pasaría a ser si esposa, después de un noviazgo de algunos años y una amistad la cual había empezado cuando ambos eran pequeños, cuando el día de su boda llegó, fue uno de los momentos más especiales para ellos; después de unos cuantos años de un muy feliz matrimonio, ambos decidieron que era buen momento para que alguien más llegara a su familia, así fue como después de unos cuantos años, siendo aproximadamente el año 2000, la noticia de un futuro hijo llegó a sus vidas, más adelante se enteraron de que seria una niña.

Así fue como a princios del año 2001, siendo aproximadamente las cinco o seis de la tarde, cuando el sol estaba ocultándose en aquel día bastante soleado, nació la que seria la primera y única hija de la familia a la cual nombraron Rosemarie Evangeline, una niña de tes al igual que la de su madre, ojos color cielo y cabellos rubios como el oro, desde pequeña se notó que era una niña bastante enérgica y amorosa, además de bastante astira, muy apegada a su padre ya que él era quien más la consentía, llamándola "princesa" o "rosa".

Su madre también solía convertirla mucho, pero no era tanto como su padre, quien normalmente le daba todo lo que quería, él solía de ir que su princesa era igual a la mujer que amaba, su reina, eran muy cariñosos con ella desde pequeña, cosa que le dio a la pequeña parte del carácter que obtuvo.

Ella creció en la Reserva Quileute junto a sus dos padres, ambos siempre le dieron mucha libertad para que ella pudiera hacer lo que más le gustaba, ayudándola a descubrir aquello en lo que era buena, por llamarlo de algún modo, así como ella descubrió su gusto por el canto y el baile, así también la ayudaron a superar sus miedos, ayudándola en muchos aspectos de su vida.

Algo que siempre solían hacer era sentarse en el patio de si casa para pasar las tardes junto a sus padres, ellos solían verla jugar cuando era pequeña, fueron muchas las tardes divertidas para ella, jugando con vecinos y amigos o pasando las tardes con sus padres, ella sabía que su padre tenía la habilidad de transformarse en lobo pero como su madre nunca puso, ella pensó que jamás podría, le gustaba ver a si padre estando como lobo.

Cuando tibo la edad para ir a la es uela fue en la reserva, solía mostrar hambre de conocimiento; sus padres anteriormente ya le habían hablado de los vampiros y todo lo que es relacionado con la historia del clan, cuando pudo ir a la es uela aprendió mucho más, realmente no mostró nunca algún sentimiento de odio ante la idea de los vampiros, más bien le resultaba algo muy fascinante y curioso, aunque jamas había visto uno se serca.

A ella siempre o la mayor parte del tiempo le gustaba estar rodeada de sus amigos y aquellas personas que apreciaba, aunque a decir verdad le gustaba conocer nuevas personas, no solía ser tímida con nadie, a menos que ocurriera algo que lo mereciera, por decirlo de algún modo, siempre le gustaba conocer a nuevas personas y le gustaba mucho parar el tiempo recorriendo por la reserva y las calles.

Cuando tenía aproximadamente once años, se enteró que su madre habua contraído una enfermedad, era algo que le dolió bastante pero de todas formas aprendió a pasar eso por alto, disfrutando cada momento al lado de su madre, asiendose aún más apegada a su padre ya que el era la única persona que le daba soporte a ella cuando su madre sufría una recaída.

Cuando cumplió los doce años, pasó un bonito día al lado de sus padres y sus amigos, pero parecía que ella no se iba a recuperar, tubo una recaída fuerte, a pesar de eso, ella siempre se mostró sonriente ante la vida, pero los meses pasaban y su madre no parecía mejorarse, parecía todo lo contrario, unos meses después de su cumpleaños ella, su padre parecía que no se recuperaría más hasta que un día, después de volver de la escuela, como siempre se acercó a su madre y luego de unas horas juntos ella encontró el final de su vida, pareció fallecer tranquila y en paz,

Lo único que ella alcanzo a hacer fue acercarse a su padre y como pocas veces se vio, ella empezó a llorar, fue tan fuerte el dolor que sintió en ese momento que no resistió estar en esa casa, corriendo hacia el bosque, en ese momento muchas cosas pasaban por su mente, la mezcla de dolor, condición y muchas otras cosas pasaron por su mente, solo llego a notar que su padre salió a comerme tras ella, solo llego a escuchar como él le hablaba.

"Ro... espera Rouse."

Due tanta su desesperación y condición que terminó en un lugar del bosque, no sabia ni como había llegado, solo se encontró en un ligar del bosque, estaba sentada a los pies de un árbol,tenía las manos en la cabeza llorando a más no poder, recordó como su padre se acercó a ella colocando sus manos en la cabeza, en un intento de tranquilizarla.

"Alejate papá, so-solo déjame"

Ella no sabía que en algún momento podría transformarse en lobo, pero en ese momento lo descubrió, de un momento a otro una sensación no muy agradable recorrió todo su cuerpo, solo recordó encontrarse como cachorro de lobo en el suelo, su ropa desgarrada en el suelo, se encontraba transformada en forma de cachorro lobo; de esa tarde no recuerda demaciado, solo recordó ver a su padre parado frente a ella, una ligera sonrisa en su rostro y a la vez una mirada de preocupación, unas horas más tardes, ya habiendo caído la noche, solo se encontró en el suelo, estaba en el patio de su casa, sobre su cuerpo una manta y ella completamente desnuda, como primer impulso solo se sentó sujetando la manta que cobria su cuerpo, miró a si padre fijamente preguntándole que pasó.

"Tranquila, unos minutos antes de volver a tu forma te desvanesiste, ven, vamos a que te puedas cambiar y luego descansar, mañana tenemos mucho que hacer."

Con dificultad me cubrí con la frazada mientras el se volteó para poder ir a abrir la puerta, aunque no fue la mejor idea, no dudo mucho tiempo en pie, las piernas se le vencieron así que su padre tuvo de cargarla hasta su habitación, tenían muchas cosas que hacer incluyendo presentar a su pequeña a la manada y cuadrar el asunto del fallecimiento de su madre.

Es una llovizna de 2,25 cm aproximadamente, su pelo era de tono ligeramente rubios, sus ojos eran de un tono celeste claro y sus patas son me$sanamente gruesas y lijeramente largas.