008 :feet: ¡Sí, estoy lista!

No Name 06/07/19

Buenas, gente.

Hoy vengo a participar en este concurso.

Consiste en corregir blogs de otros

s de la comunidad.

Iré actualizando este blog conforme vaya

haciendo las correcciones.

#CorrectorMLBA

Primer capítulo del fanfic

Un amor secreto de Dania Marichat.

Permiso:

Texto original:

Texto corregido:

—Me gusta Adrien, pero... —Titubeó—. A veces siento que no me llevará a nada. Él por mí no suspira y siento que saldré lastimada si le digo lo que siento.

—¡Ánimo, Marinette! —exclamó Tikki—. Ya verás cómo él se dará cuenta de que tú eres especial.

—¿Pero cuánto tiempo tendré que esperar para que eso suceda? —preguntó Marinette desesperada.

Tikki la sacó de sus delirios.

—¡Marinette! Ya es tarde.

—Cierto, la escuela. —Se alarmó—. Vamos, Tikki.

Marinette llegó algo temprano.

—Niña, rompiste el récord en puntualidad. —Se bufó Alya.

—No te burles. —Se quejó.

—Hola Nino, Alya, Marinette —saludó Adrien.

«No lo arruines, te saludó, dile algo», pensó para sí misma la de coletas.

—Te saludó, dile algo —le repitió su mejor amiga en susurros.

—Y-Yo... —tartamudeó nerviosa—. Gracicas, digo, gracias... por saludarme.

—Por nada. —Él rio.

La señorita Bustier comenzó a impartir la clase.

—Muy bien, niños, hoy hablaremos del medio ambiente.

En el recreo.

—Marinette, dile a Adrien que te gusta o te arrepentirás —le advirtió la de pelo castaño.

—¿Sabes qué? —decidió—. Le diré que le amo.

—Eso, ve —la alentó su amiga.

Marinette caminó hacia él.

—Adrien.

Él la miró.

—¿Qué pasa, Mari?

—¿Sabes? —Se armó de valor—. Desde hace tiempo quería decirte que yo...

Continuará...

Primer capítulo del fanfic

Saliendo de la pantalla de Sihe.

Permiso:

Texto original:

Texto corregido:

Era un día de clase cualquiera en el que todos estaban a salvo. La señorita Bustier pasaba lista.

—Marinette Dupain-Cheng.

La puerta se abrió de golpe.

—Aquí estoy. —Irrumpió Marinette—. Lo siento, es que un gato me estuvo molestando toda la noche y... y... eh... —Intentó excusarse.

—Vale —dictaminó—, pero que sea la última vez.

—Entendido. —Marinette se sentó en su sitio.

—¿Desde cuándo tienes un gato? —preguntó Alya.

—Pues, desde hace unas semanas un gato negro no para de visitarme cada noche.

—Qué raro —cuestionó—. Bueno, mejor no hablemos más, que la profe nos regaña.

—El universo es gigante y hay muchos planetas en él —explicaba la profesora.

—¿Hay vida en otros planetas? —preguntó la de coletas.

—Por ahora no lo sabemos, pero es probable que haya vida —respondió la docente.

De repente, se oyeron gritos y la pared se rompió.

—¿¡Dónde están Ladybug y Chat Noir?!

—N-Nosotros no lo sabemos —contestó la señorita Bustier asustada.

—Pues adiós —El villano les lanzó un rayo y todos fueron absorbidos por un portal.

H̖o̖r̖a̖s̖ d̖e̖s̖p̖u̖é̖s̖

—¿Qué ha pasado? —preguntó Alya despertándose. —¡Nino, despierta! —gritó.

—¿Qué ha pasado? —repitió Nino aún soñoliento.

—No hay tiempo, hay que despertar a los demás. ¡Señorita Bustier, despierte! —gritó.

Después de despertar al resto, solo quedaban Marinette y Adrien.

—Chicos, esperad un momento, que tengo que hacer una cosa antes. Nino, ayúdame.

Los dos levantaron a Marinette sin despertarla y la pusieron encima de Adrien. Después, Alya puso la mano de Adrien alrededor de la cintura de Marinette.

—¡Perfecto! —Sacó su móvil y les hizo una foto—. Ya les pueden despertar.

—Marinette, Adrien, despertad —imploró la profesora.

—Señorita Bustier, así es imposible despertarles. Mire, se hace así. —Entonces Alya gritó—. ¡Marinette, Adrien, mirad, ahí hay un akuma!

—¡¿Dónde?! —exclamaron los dos a la vez.

—Wow, Alya, ¿cómo sabías cómo había que despertarlos? —preguntó Nino sorprendido.

—He notado que esos dos siempre están muy atentos por los akumas.

—Adrien, ¿me pu-puedes soltar? —dijo Marinette sonrojada.

Adrien, al darse cuenta de que la estaba sujetando por la cintura, se disculpó y la soltó sonrojado.

Los dos se levantaron y vieron que los demás se estaban riendo.

—Mirad que buena pareja hacen —dijo Chloé.

—Después de este momento de risas, vayamos a ver dónde estamos —sugirió la señorita Bustier.

Empiezaron a andar por las calles y se dieron cuenta de que estaban en París, pero parecía distinto.

—Chicos —llamó Alya—, ¿no creen que París ha cambiado un poco?

—¿Podemos ir primero a la panadería? —pidió Marinette.

La docente accedió.

—Vale, Marinette.

Todos llegaron a la panadería y abrieron la puerta, pero el señor que trabajaba ahí no era el padre de Marinette.

—Buenos días. —Les recibió el señor—. ¿Desean algo?

—¿Quién es usted? —cuestionó Marinette—. Esta es la panadería de mis padres.

—Niña, creo que te equivocas, porque la panadería es mía.

De repente salió una chica gritando.

—¡Ah! —exclamó la recién llegada—. ¡Esto es cada vez mejor! Primero tengo una panadería parecida a la de los padres de Marinette y ahora veo a toda la clase de Marinette y Adrien. ¡Esto es un sueño!

—¿Cómo sabes quiénes somos? —preguntó Marinette.

—Porque...

Primer capítulo del fanfic

La princesa y el sapo de Alon0719.

Permiso:

Texto original:

Texto corregido:

Esta historia comienza hace algunos años.

Un apuesto príncipe, de nombre Adrien Agreste, iba viajando por todo el mundo hasta que decidió quedarse en un lugar muy particular, más que un lugar, era PARÍS y, en ese tiempo, había bellas chicas.

El príncipe quería recorrer todo París. Hasta que conoció a una damisela llamada Marinette.

—Hola, bella damisela, ¿qué hace una gran belleza como tú a esta hora tan temprana? —dijo el príncipe Adrien.

—¿Te conozco? —dijo pensativa la damisela Marinette—. No tengo ni idea de quién eres tú.

—¿Cómo es esto posible? ¿No conoce al príncipe Adrien? —respondió Adrien.

La damisela se lo volvió a pensar.

—No, no se me hace familiar —contestó Marinette—. Ahora, me disculpará usted, pero tengo muchas cosas que hacer, llego tarde a mi empleo.

—¡¿Es posible que una gran dama como usted tenga que trabajar?! —dijo Adrien—. Bueno, entonces no le quito más su tiempo. Nos vemos, bella dama. —Se despidió cortésmente.

—Hasta luego —respondió Marinette.

En otro lugar

—Creo que mi señor se ha enamorado —dijo Nathalie.

—C-claro que no, ella es solo una gran damisela —respondió Adrien.

—Sí, claro —respondió Nathalie alargando las vocales con sarcasmo notorio.

—Bien, cambiemos de tema. Llamaré a Nino, iré a verlo —dijo Adrien.

—Sí, señor Agreste —respondió Nathalie.

—Vamos, Nathalie, ya te dije que solo me digas Adrien —dijo Adrien.

—Sí, Adrien —dijo Nathalie.

En el empleo de Marinette

—Sí, Alya, él solo vino, me saludó y me dijo damisela —dijo Marinette.

Su amiga se rio.

—Qué lindo y extraño a la vez —respondió Alya.

—Sí, qué extraño. Bueno, debo volver al trabajo, hay mucha gente hoy en el restaurante —exclamó Marinette.

—Y no entiendo cómo aguantas a la gente. Es un don tuyo, el ser camarera —dijo Alya.

Marinette rio.

—Sí, al parecer es un don. Bien, nos vemos luego, Alya —dijo Marinette.

—Hasta luego, Marinette —dijo Alya.

En otro lugar

—Hola Nino, mi amigo, hace tiempo que no te veo —dijo Adrien.

—Sí, amigo, hace mucho tiempo. ¿Recuerdas cuando nos conocimos de niños, pero tuve que regresar a París? Desde entonces no te veo —dijo Nino.

—Es verdad. Y, bueno, ¿cómo has estado? —preguntó Adrien.

—Bien, amigo. ¿Y tú? ¿Cómo va la cosa contigo? —dijo Nino.

—Más o menos, amigo, las cosas con mi padre están complicadas, por eso vine a París —dijo Adrien.

—Ya veo. Mira, en unos días habrá un baile, es el aniversario de la ciudad y todos estarán ahí. Si quieres vamos un rato a divertirnos —dijo Nino.

—Sí, claro, vamos, para despejarnos un poco —respondió Adrien.

—Además, puede que conozcas a alguien, no sé, tal vez a una chica. Yo iré con mi novia y ella llevará a una amiga. Tal vez tú y ella puedan divertirse juntos —dijo Nino.

—Sí, tal vez —respondió Adrien.

CONTINUARÁ