➒┊LA GALLETA FILOSOFAL

NO LE DIGAS A NADIE PERO...

HE VISTO A LONGBOTTOM HACIENDO COSAS RARAS.

Longbottom siempre era el último en salir del invernadero, su comportamiento fué haciéndose cada vez más extraño a medida que pasaba el curso. Siempre aparecía a las tantas de la noche por el Gran Comedor, con una cara bastante... satisfactoria. Así que decidí investigar acerca de lo que estaba ocurriendo.

Nadie parecía darse cuenta de sus nuevo inusuales hábitos, cosa que me pareció bastante raro ya que un día la profesora Sprout dijo en medio de clase:

A nadie le pareció raro que dijera eso, pero a mí no me encajó del todo. Desde cuando Longbottom hacía recetas de cocina? Ya sabemos que le encanta irse por los alrededores de Hogwarts en busca de hierbas nuevas, que se pone a cantarles canciones de chayanne y que por eso crecen tan rápidas y sus pociones eran de las mejores y de mejor calidad, pero cocinero? Si eso era cierto, algo estaba escondiendo. Un día estábamos echando unos brawl stars y cortó la partida para responder un audio de whatsapp en toda mi cara:

Y le dije:

— Kiyo Longbottom para qué te sales de la partida? que tengo que hacerme la misión de atrapagemas.

Total que me dice que tiene prisa que se tiene que pirar. Longbottom nunca deja las misiones del Brawl Stars a medias y cuando digo nunca, es nunca. Le dije a esta gente que si no les empezaba ya oler fuerte el asunto y me dijeron que eran paranoias mías, así que decidí ver que estaba pasando por mi propia cuenta.

Al día siguiente decidí seguirlo, pero no hizo nada fuera de lo común. Un día, dos, tres. Bueno, habrá sido mi imaginación, pensé.

Estaba desayunando una mañana cuando entra la rubia de los periódicos y se pone a gritar:

Me atraganté con el zumo ese de calabaza que es más malo que el padre del Malfoy cuando le ponen las mechas mal en la peluquería. PERO QUÉ GALLETAS. Ahí todo el mundo sabían que eran las galletas y yo era la última tonta en enterarme, así que agarré a la rubia por el gorro ese que me llevaba y le dije:

— Rubia si me dices que está psando aquí te doy mi cuenta del brawl stars.

Aceptó el trato y empezó a contármelo todo.

Apunté todo lo que me dijo para sobornar a Longbottom y que me diera a probar esas galletas gratis, sino me chivaría a la McGonagall que era más seca que el pollo frito que ponen por las noches en las bandejas del comedor:

Cuando junté toda la información, vi a Longbottom salir corriendo del comedor cuando me vió así que fuí detrás de él. No quería que probara sus galletas porque SABÍA que no le iba a pagar ni un duro, así que corrí y corrí hasta que le pude atrapar, pero ya había sido demasiado tarde, tiró todas las galletas que tenía al Lago Negro. Todas las pruebas habían desaparecido. Fuí corriendo en busca de la profesora McGonagall y le dije lo que Longbottom estaba tramando, a lo que, con sudores fríos, recién duchada y de forma cantarina dijo:

Y TE PREGUNTARÁS...

QUÉ PASÓ CON LAS GALLETAS QUE LONGBOTTOM TIRÓ AL LAGO?

BIEN PUES...

TRALALERO TRALALÁ ENCONTRÓ EL MATERIAL Y HUYÓ A DUBAI, TRAS EL ÉXITO QUE VIÓ QUE CONSEGUÍA CON LA VENTA DE GALLETAS, CONTRATÓ A MÁS DE 150 EMPLEADOS PARA HACER UNA PRODUCCIÓN MASIVA DE LA GALLETA FILOSOFAL, SE HIZO DE ORO, GANÓ UN PATRIMONIO DE MÁS DEL 1000007162282726262% SU AURA GANÓ +1726728117161618161611781 Y TRALALERA PUSIRENA FUÉ MANTENIDA Y FELIZ CON TODOS SUS LUJOS POR TODA SU VIDA, GRACIAS A SU EXISTOSO MARIDO Y SUS EXITOSAS GALLETAS.

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