Hoy es 28 de junio. A nivel mundial se celebra oficialmente el Día Internacional de la Diversidad Sexual. Es por esa razón que elegí este ship para el pequeño fanfic.
Pretendo generar un poco de conciencia.
:rainbow: ¡Feliz día de la Diversidad Sexual! :rainbow:
C]☆.。.†:*・゜☆.。†.:*・゜☆
† Prólogo † || Todas las partes
┏━━━━━━━┓
† Parte 1 †
悪魔のダンス
┗━━━━━━━┛
Era una lluviosa mañana de octubre, la conocida Noche de Brujas estaba cerca. Nathanaël despertó después de una extraña pesadilla que no recordaba, supo que era una pesadilla por el ritmo acelerado de su corazón. A su despertador le faltaban 15 minutos para sonar. Maldijo por bajo, su cuerpo resentiría esos preciados minutos en unas horas.
Miró al techo, las fotos de Adrien Agreste eran motivo suficiente para despertar cada mañana. Esos ojos verdes motivaban a cualquiera. Era su amor prohibido e imposible, pero eso no le importaba. Se conformaba con que formara parte de sus sueños.
El despertador sonó. Qué fácil era perder el tiempo fantaseando con él. Con mucha pereza se levantó de la cama y procedió con su tediosa rutina. Agradeció que su madre decidiera prepararle su desayuno favorito en un día tan tempestuoso.
— Sube al auto y espérame— le pidió su madre. Sin quejarse obedeció. Se ahorraría caminar hasta el colegio.
Miró por la ventana durante todo el trayecto. Mientras las gotas caían ponía dos de ellas a competir para matar el rato. En el radio escuchó que pasaban una canción de su banda favorita y tras un reclamo de su madre por ser muy "escandalosa" se dispuso a escucharla hasta llegar a su destino. Bajó del auto sin decirle una palabra a su madre.
Varios de sus compañeros entraban con sus paraguas abiertos otros salían del auto cubriéndose con el bolso y luego estaba Chloé Bourgeois, que hacía que Sabrina la tapara mientras la pobre peli naranja se mojaba. Rodó lo ojos y subió las escaleras.
— Alguien como él no puede ser humano, ¿no creen?— entró en el aula y encontró a todas sus compañeras, menos Chloé y Sabrina por supuesto, rodeando el escritorio de Marinette.
Del otro lado los chicos miraban con desgana a las chicas quienes suspiraban con algo. Apartó un poco a Alya y se sentó a su lado. Todas miraban nada más y nada menos que una foto del modelo Agreste.
— Vaya que es sexi— exclamó el pelirrojo sobresaltándolas a todas.
— ¡Nath! — gritó la azabache— Sabía que estaría de acuerdo con nosotras.
— ¿Cómo no estarlo?, está hecho todo un cinnamon roll
— Tienes razón, Nath— lo secundó Juleka—. Es una lástima que su vida sea todo un misterio.
Todas suspiraron en coro. Era cierto, nadie sabía absolutamente nada de su vida. Los paparazzis nunca lograban encontrarlo y sus sesiones aparecían como por arte de magia en la red o en revistas. Su paradero era también desconocido, pero traía a más de una suspirando por él, incluyendo a cierto pelirrojo.
— Escuché un rumor— Alix se sentó en el escritorio de la presidenta de la clase y tomó la revista mientras pasaba las hojas. Nathanaël hizo una nota mental para comprarla luego, esa sesión de fotos de Halloween estaba salida de sus mejores sueños— Dicen que Adrien ha vuelto a París, pero que está viviendo en la vieja mansión en la calle de Le Papillon.
— Todos saben que nadie vive ahí— rebatía Rose.
— No es lo que me han dicho— negó la de los ojos naranja— Esta semana han visto gran cantidad de movimiento en ese lugar.
— Deberíamos ir en Halloween a pedir dulce o truco, ¿no creen?— sugirió emocionada la aspirante a periodista— ¿Qué dices Marinette?— empujó del hombro a su amiga— ¿Marinette?
Por la puerta del salón un rubio se aproximaba con Nino. Marinette perdió control de su cuerpo y se mantenía ida en el dúo que entraba, uno con audífonos y el otro leyendo un libro mientras caminaba, una habilidad poco común.
— ¿Podrían quitarse? Este es mi asiento— pidió fríamente. Un tono digno de Félix.
Todas las chicas que estaban al frente se apartaron en silencio, era mejor no tentar el humor del mellizo de Rose. Su pequeña hermana solo se limitó a sonrojarse por la actitud tan descortés. El pelirrojo se levantó del lugar y rodeó el escritorio de los chicos. Félix leía "El gato negro" de Edgar Allan Poe. Buena lectura, lástima que su compañero era homofóbico y prefería ignorarlo.
— Si no cierras la boca, inundarás al salón antes que la lluvia, pero con tus babas — le susurró a su mejor amiga antes de subir.
Miró a la azabache reaccionar y ocultarse detrás de la revista. No pudo evitar reír por bajo al mirar a su amiga delirar por el pesado de Felix. Iván regresó a su lugar y él aprovecho para dibujar un rato.
Sin darse cuenta, había terminado un nuevo dibujo. Era Adrien en una especie de traje de cuero, con orejas y cola de gato. De su cuello colgaba un cascabel y sus hermosos ojos esmeralda eran verdes en su totalidad.
Observó con detenimiento el dibujo y lo entendió. No había duda, ese "Adrien" había aparecido en sus sueños. Fue justo lo que vio antes de abrir los ojos en la mañana.
Por alguna razón ya no era aterrador. En su dibujo la figura de dios griego del modelo se apreciaba en su totalidad.
— ¡Es hermoso! — un par de ojos celestes observaban su dibujo, mientras su dueña se sentaba al lado — Deberías publicarlo, tal vez Adrien se dé cuenta y le guste para alguna sesión.
— Marinette tiene razón...
— Gracias, Alya y Mari — susurró el pelirrojo mientras terminaba de sombrear el pelo. No se percató que la clase había terminado.
— ¿Vienes Nath? — él negó.
— Quiero terminar esto...
— Bueno, pero no tardes. Te esperamos afuera — Kim y su grupo de idiotas reían del otro lado del salón. La azabache les lanzó una mirada amenazante.
Cuando la puerta del aula se cerró, Kim avanzó hasta quedar de frente al chico.
— ¡Ultra gay! — le arrancó el dibujo del escritorio — ¿Otra vez fantaseando Nathanaël? ¿Cómo te puede gustar este modelito? Lo que te falta es estar con una chica, escuché que le gustas a Lila Rossi.
— Cállate Kim — se puso de pie y exigió el dibujo — Sabes perfectamente que no me gustan las mujeres.
—Das asco...— dijo arrugando el dibujo, haciendo una bola de papel con él y tirándolo hacia el frente de la clase.
Un solitario rubio cerró su libro y caminó hasta el dibujo. El resto de chicos se mantuvieron atentos a su próximo movimiento.
— Es realmente patético — el rubio subía los escalones estirando la hoja. Cuando llegó al lado de Kim la tiró en el escritorio de artista —. Kim tiene razón, él no se fijaría en ti. Eres despreciable, ni siquiera un hombre podría enamorarse de ti.
Esa fue la gota que rebalsó el vaso. Agarró el papel, empujó como pudo a Kim y al rubio haciéndose paso entre ellos. Bajó hasta llegar al frente y botó la hoja. Salió del aula dando un fuerte portazo.
Avanzó por todo el colegio, cruzó la cancha de basketball e ignoró los llamados de sus amigas. Estaba cansado de Kim y sus burlas.
Olvidó el paraguas, pero poco le importó. Solo quería caminar sin rumbo, enfriar la cabeza. Ser gay no era malo. No había día que no se repitiera eso frente al espejo.
«Me gustan los chicos, ¿y qué?», murmuró por bajo.
No sabía cuánto llevaba caminando hasta que una ráfaga lo hizo perder el equilibrio y terminó de rodillas sobre la acera. Se puso de pie y se recostó contra un portón de metal.
Miró hacia la derecha. Estaba en la mansión abandonada de la calle Le Papillon, la gran edificación con arquitectura gótica. iró cada detalle hasta posarse en una ventana del tercer piso. Le pareció ver un par de ojos verdes mirándolo fijamente. Movió su cabeza a ambos lados y cuando volvió a mirar ya no había nada.
Quitó la mano del frío metal y el portón se abrió.
Sin pensarlo dos veces, Nathanaël avanzó hasta la puerta.
Un amplio camino lo guiaba hasta la puerta. Los árboles a su alrededor solo hacían del lugar algo tétrico. Se notaba que le hacía falta mantenimiento al lugar. Tenía que ser muy antiguo, pero un artista puede encontrar la belleza en lugares que cualquier otra persona no vería.
No había timbre. Como en las películas de terror, tendría que tocar la puerta a la antigua. Tomó el aro de metal y lo golpeó con su contraparte. Provocando un eco adentro.
Nadie abrió.
Repitió el proceso. Esta vez la puerta se abrió sola.
¿Debía seguir o mejor correr? Si algo le habían enseñado las pijamadas con las chicas de la clase era, que además de que los tacones eran molestos, si en una peli de terror la puerta se abre sola lo mejor era huir. Iba a retroceder cuando las luces de la sala se encendieron.
Dejaron ver un enorme lobby, iluminado por un bello candelabro. La habitación decorada en tonos rojos y grises hacían del lugar un recinto acogedor.
Avanzó un poco, asombrándose por las escaleras que tenía al frente. Los detalles en la baranda habían captado su atención. Un par de ángeles estaban al final. Era imposible que no se deleitara con esas esculturas.
La puerta se cerró detrás provocando que el pelirrojo diera un pequeño brinco.
Desvió su atención en la habitación de la derecha, donde se encontraba una gran sala. Los sillones mantenían tonalidades rojas con una madera bastante negra. Las paredas tapizadas con cuadros que pudo reconocer eran de artistas ses reconocidos. Sin embargo, fue una pintura sobre la chimenea la que llamó su atención.
Un hombre de pelo blanco, largo hasta su cintura, tomaba del hombro a un pequeño rubio, tal vez de su edad. Ambos vestían ropa idéntica a la utilizada en la época victoriana. Fue algo en sus ojos verdes lo que llamó la atención. De no estar cubiertos por un antifaz negro y si la pintura no se viese tan vieja, pensaría que se trataba de Adrien Agreste, pero era imposible.
Escuchó algo caer en la entrada.
— ¿Quién está ahí? — preguntó con voz temblorosa.
Silencio.
— No era mi intención entrar, de verdad lo lamento — más silencio. Espero unos segundo y continuó —. Ya me voy, no quería molestar.
Iba de regreso al gran recibidor cuando una cabellera rubia se asomó. Su rostro cubierto por un antifaz y sobre su pelo unas orejas de gato.
Vestía una especie de traje de cuero negro. Tardó unos segundos en darse cuenta que se parecía a su dibujo.
— ¿Te refieres a este? — se asomó por completo. Como si le leyera su pensamiento alargó su mano derecha y le mostró un papel: era su dibujo — ¡Es hermoso!
— ¿Có-cómo?— tartamudeaba el chico — Me aseguré de botar esto antes de salir — sus manos temblaban sin parar. Nada tenía sentido.
La persona con el traje de gato pareció ignorar su pregunta y acortó la distancia. Estaba a centímetros de su cara. Comenzó a pasar una de sus garras por su mejilla. Hasta terminar en sus labios provocando una pequeña cortadura.
— Nunca había estado tan cerca de un chico — exclamó — ¡Eres hermoso!
Nathanaël presa del miedo se tensó por completo. No comprendía sus palabras, pero no pudo evitar sonrojarse con el último comentario.
— ¿Los chicos no hablan? — se acercó un poco más — Me pregunto a qué saben...
Sin darle oportunidad pasó su lengua por su mejilla. El frío o erizó cada centímetro de su piel.
— ¡Para! Por favor — suplicó.
— Así que sí sabes hablar...
☆.。.†:*・゜☆.。†.:*・゜☆
:star2: CRÉDITOS :star2:
Imagen de fondo
[Laurette Forst|itzlaurush.tumblr.com]
Imagen de portada:
Gracias por leer :heart:
![[Fanfic AdriNath] † Parte 1 †. Akuma no Dansu-[BC]Hoy es 28 de junio. A nivel mundial se celebra oficialmente el Día Internac](https://image.staticox.com/?url=https%3A%2F%2Fpm1.aminoapps.programascracks.com%2F6866%2Fd231d23a9f26274cae51366a324c1f6f0d5c1914r1-1390-1000v2_hq.jpg)
Comments (60)
Tengo la piel completamente chinita es realmente hermoso :heart_eyes: :heart_eyes: :heart_eyes: :clap:
7u7
Me encanto :'3, y es genial que hagas eso para la comunidad LGTBQ+. Mucho no la respetan y me encanto que hicieras eso, tienes mis respetos
Hay causas que merecen ser defendidas y tienes demasiada razón, muchos no respetan. Gracias por leer :green_heart:
Amo como incluiste lo qué pasó en la marcha al inicio. Y sobre el doc, CASI MUERO CUANDO CHAT NOIR LE LAME LA MEJILLA. Amo cómo estás dirigiendo esta historia :two_hearts:
Me inspiré en FN para esa parte :joy: :joy: GRACIAS POR LEER LINDA SENPAI :sob: Sos la mejor 🖤
Me acabo de enamorar
*inserte a fujoshi*
Responder a: his-bugaboo :green_heart:
Dominaremos él mundo
Responder a: Adrelizy
Así tiene que ser :smiling_imp: :two_hearts:
X2 :'v