“ RED LOVE „ [ c a p 8 ] TaeTen

h a l l o !

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bienvenidos sean todos

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                               │ │ 𖥸   

                               │ 𖥸        ;; 24 ene 20 (🌦)

                             𖥸

El final del anterior capítulo fue muy

woaah y este nuevo se pone cada vez

mejor. Veamos qué le ocurre a Taeyong

en este nuevo capítulo. Otra vez me

emocioné y escribí demás, el noveno

capítulo ya lo tengo listo y me siento

emocionada por publicarlo también.

Si son nuevos o se perdieron algún

capítulo, aquí le dejo una wiki con

los capítulos anteriores.

¿ e n t u s i a s m a d o s ?

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v e r g ü e n z a   y   ¿ s u e r t e ?

Sentí mi ser pesado, mis pies no estaban en el suelo, los sentía flotando. Era una mezcla de sensaciones indescriptibles, caía y luego me elevaba en cuestión de que mi amado iba soltando palabras en cámara lenta. Pronto dejé de escucharlo, él seguía moviendo la boca, pero no me era posible oír ni un solo ruido. Me dolía la cabeza, se calentaba y se enfriaba, mis ojos eran sacados de sus órbitas. La vista se me nubló poco a poco, luego no vi nada y caí.

Recuperé el sentido al pasar el tiempo, trataba de incorporarme y no lo conseguía, mis rodillas solo se doblaban por sí solas, sin poder mantenerse firmes para soportar mi peso. Habían persona a mi alrededor observando la escena, mí escena. Una rochosa obra de teatro que dejó a más de uno con sorpresa y falsa preocupación en el rostro, pues ya sabía que lo único que los mantenía ahí era la curiosidad.

En serio detesto mucho ese sentimiento disfrazado de otros sentires, engañan y su único propósito es fastidiar a otros. Puede que gracias a ella también se hayan hecho descubrimientos que mejoraron la calidad de vida humana con ayuda de la experimentación, pero nada más que eso era bueno. En fin, estaba sentado en el suelo tras haber perdido el conocimiento segundos atrás. Un rostro pálido y preocupado estaba frente a mí, preguntando por si me encontraba bien, pero yo no podía responder.

Estaba enfrente mío y yo solo deseaba irarlo un poco más. Es como cuando eres un infante, estás jugando con tus amigos y tus padres dicen que ya es hora de volver a casa y tú cada vez pides cinco minutos más. Algo así era mi situación, solo deseaba cinco minutos más para observarlo, y pasados eso quería otros cinco extra. Era tan bello tenerlo cerca, sentir su respiración chocar con mi rostro y poder irar la perfección que describía su rostro sin un poro visible. Era ver un ángel, un verdadero ángel con una belleza no terrestre, claro que no era de este mundo. Ante mis ojos presenciaba algo divino y magistral, solo él mirándome con sus ojos oscuros y llenos de secretos por descubrir. Un tesoro en bruto.

Ya no podía seguir irándolo, ya parecía estar loco a ojos de los demás, y ellos tenía razón; estaba loco de amor por un desconocido. Mi estómago se revolvió, con las típicas mariposillas revolotear dentro, pero estas revolotearon tanto que no pude hacer nada más que vomitar ahí mismo. El teatro que estaba llevando a cabo no podía ponerse más dramático ni vergonzoso. De haber sabido que iba a pasar todo esto no me hubiera fijado en mi aspecto en el baño del restaurante. Hubiese deseado mil veces más que me haya visto así de sudoroso, que haber vomitado en sus rodillas, pues se encontraba arrodillado.

Un hilo de saliva descendía por la comisura de mis labios, el público espectador de la escena se había ido por el asco que causaba verme en ese estado, pero él no se había movido. Estaba ahí para mí y eso me conmovió el corazón antes de bajar la vista y ver sus pantalones manchados de la desagradable sustancia. Únicamente logré pronunciar unas disculpas, aún estaba atontado y eso no podía ser negado por nadie.

—Lo siento, yo no quería...

—Lo sé, lo sé. No te preocupes —dijo mientras me tomaba de las manos y me ayudaba a reincorporarme—. Mala comida, ¿verdad?

—¿Hmm?

—Te vi salir del restaurante de al lado. Vamos, te llevaré al baño y yo iré a cambiarme.

—¡Te pago la tintorería! —dije preocupado, tenía el cerebro frito y hecho un nudo. Mi vergüenza nunca había sido tan grande, en ese tiempo fue lo peor que alguna vez pudo pasarme—.

—No, está bien. No hay problema.

—Por favor, déjame disculparme por lo ocurrido de alguna manera.

—Ya te disculpaste, lo sentí sincero así que creo que con eso estoy bien.

—¿Seguro?

—¡Claro! —respondió de forma despreocupada, amable, soltando una risa en conjunto a mostrar su aperlada sonrisa. Era la complementación perfecta y solo hacia que mi corazón no parara de acelerarse cada vez más—.

Después de ese intercambio de palabras, él se dirigió al camerino de empleados y yo entré al baño a lavarme la cara. Miré detenidamente mi reflejo, sonreí un poco y noté lo horrible que era. Me encontraba con la piel pálida como la de un muerto. Empecé a pensar en mi mente lo tonto que era, y la tan horrible y detestable primera impresión que había causado, con eso mis mejillas se tornaron rosas y dieron un poco de color a mi piel. Mi día había ido en picada, ¡acaso no podía empeorar! Claro que lo haría y no lo sabía.

Salía del baño y él estaba parado, apoyado en la pared contraria. Me sonrió y me extendió una camiseta, yo solo lo miré confundido.

—Tu camisa está manchada —Al verme al espejo no me había captado de aquel detalle, pero al parecer él era muy observador, o yo solo era muy despistado—.

—Oh. Gracias —dije sonriendo, y luego me arrepentí por lo poco atractivo que me veía haciéndolo—.

—Podemos volver a empezar la presentación, si deseas.

—Sí... ¡sí! —soné patético—.

—Me llamo Ten, soy el recepcionista del lugar. ¿Cómo te llamas?

—M-me llamo Taeyong, Lee Taeyong.

—Encantado, Taeyong —me extendió la mano y se la estreché, él no paraba de sonreír, le salía natural y eso me agradaba—. ¿Te gusta la fotografía?

—Anteriormente, en la secundaria, era un pasatiempo, pero ahora no tanto.

—Entonces, ¿por qué viniste?

—A ojear, ver qué hay.

—¿Eres curioso?

—No realmente, solo me llamaba la atención el nombre de la exposición. Quería ver el lado "amateur", en algunas fotos es notable y en otras no tanto.

—Yo sí soy curioso, a veces demasiado. Me gusta saber todo de todo, creo que es una cualidad de familia —empezó a reír y no pude evitar también hacerlo—. Ya has venido antes, ¿no?

—Sí, es que como semanalmente renuevan la galería es imposible no venir a ver las nuevas exposiciones.

—Es verdad, por eso es que vine a trabajar aquí, me gusta mucho el lugar y vi que había una vacante disponible así que no pude resistirme a tomar el puesto —quedamos en silencio unos segundos y miró la hora—. Aún me quedan unas horas para que termine mi turno, iré a mi puesto. Si quieres puedes dar una vuelta, y cualquier pregunta que tengas me avisas.

—Está bien —sonreí y él se alejó. Llené mis pulmones de aire y solté un escandaloso suspiro que me relajó instantáneamente—.

Habíamos tenido nuestra primera conversación de muchas más que habrían en el futuro. Me sentía afortunado de aquel suceso, pero aún la vergüenza seguía alojada en mi ser. Fue un momento un tanto traumático, nunca antes había sufrido un desmayo y el que haya ocurrido en ese mismo instante lo convirtió en algo que llevaría de por vida en la memoria. Me llenaba de felicidad haber interactuado con él, olido su perfume amaderado que noté la primera vez que lo ví, tenía toques de almizcle y el picante de la pimienta; tan rudo en comparación a su apariencia.

Daba vueltas a la exposición mientras planeaba mis siguientes pasos. Si me preguntaba dónde trabajaba; cuántos años tenía, puede que sea mayor que él; cuáles son sus intereses sexuales, claro que esa pregunta sería más adelante o si empezaba a mostrar atracción hacia mi persona podría tener que anular ese paso. Ahora lo difícil de todo sería qué pasará con Kun. Todo estaba arreglado en mi cabeza, las citas, la boda, las canciones que se pondrían y hasta las flores, cuántos invitados quería y el color en general; todo, absolutamente todo menos Kun estaba ya pensado. De haber sabido que conseguir información y conocerlo hubiera sido tan sencillo como vomitar frente a él, me habría ahorrado serios problemas y el involucrarme con un chiquillo que no sabía lo que quería.

Y hablando del rey de Roma, justo en ese momento mi celular empezó a timbrar y en la pantalla se veía la llamada entrante de Kun. Contesté inmediatamente.

—¿Hola?

—¿Así nada más vas a decirme? ¿Nada de "mi amor", "cariño", "mi cielo"?

—Déjate de tonterías, Kun. ¿Qué ocurre?

—¿No te puedo hacer ni una da broma? Qué aburrido que eres...

—Dime ya qué pasa.

—Te lo diré, pero que sepas que me siento ofendido.

—Sí, sí. Perdón, ahora habla.

—Mi primo hará una fiesta de cumpleaños por sus dieciocho, y será de las fiestas más grandes jamás celebradas en todo el mundo. Obvio tengo que ir, y la invitación es con pareja. Entonces necesito que seas mi acompañante y te presentaré como mi novio, y no puedes negarte. Te espero a las nueve en punto. ¿Tienes auto?

—No.

—¡¿No tienes auto?!

—Ya te dije que no —puse los ojos en blanco—.

—¡¿Qué clase de novio falso eres?!

—No lo sé, dímelo tú.

—Aish. Voy a llamar a mi chofer, iremos en limusina.

—¿Limusina? Solo iremos a una fiesta, no es necesario.

—Claro que sí lo es. ¡¿No escuchaste la parte de que será de las fiestas más grandes jamás celebradas en todo el mundo?! ¡Irán hasta celebridades!

—Bueno, has lo que creas necesario. ¿Pasarás por mí o voy a tu departamento?

—Yo iré por ti, porque no quiero que te desarregles, en una hora te mandaré un traje con una criada de mis padres.

—Está bien —suspiré—.

—¡Nos vemos, bebé! —cortó la llamada y yo solo pude pensar "¿por qué a mí?"—.

Caminé hacia la salida cuando una voz me detuvo.

—¡Hey! ¡Taeyong!

—¿Eh? Ya me tengo que ir.

—Pues te dejo mi número de teléfono, me agradaste y podríamos salir a comer —quedé sin habla por unos segundo y balbuceaba cosas mientras miraba el papel—.

—Sí, a mí también me agradaste —¡me gustas!—.

—Nos vemos —lo vi sonreír por última vez en ese día y fue lo más hermoso que vi en toda mi existencia—.

—Nos vemos. ¡Te llamaré! —sonreí también y me alejé por la vereda hasta mi edificio—. ¡Vaya día! —susurré por lo alto—.

Estaba pensando en que podría dormir a gusto, hasta que recordé la fiesta a la que iría con Kun. No sabía qué me estaría esperando, pero sabía que no sería nada bueno.

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¿Les agradó el capítulo?

Me gustaría saber qué celebridades

les gustaría que asistieran a la fiesta

del primo, aún no conocido, de Kun ^^

Espero que apoyen el fic y le den

mucho amor~ ♡

— n o s   l e e m o s   l u e g o —