Hoy es catorce y el mundo celebra,
pero yo solo cuento lo que perdí.
Las calles se llenan de flores y promesas,
y yo, en silencio, me acuerdo de ti.
San Valentín me susurra tu nombre,
me grita lo mucho que ya no estás,
porque un día fuiste mi historia más dulce,
y ahora eres solo lo que no será.
Te amé con un fuego que nunca apagaste,
pero dejaste que ardiera sin más.
Cuando más te necesité, te marchaste,
cerraste la puerta y no miraste atrás.
Dicen que el tiempo sana la herida,
pero hay cicatrices que saben gritar.
Si el amor fue real, ¿por qué se castiga
dejando al que ama solo en su andar?
Hoy no hay cartas, ni besos, ni abrazos,
solo el eco de un "nunca más".
San Valentín es un día cualquiera
cuando el amor se ha quedado atrás.
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