Y mientras el chico de cabellos dorados se embriagaba con el sabor agridulce del beso de su amada, en el otro lado del mundo se encontraba Gabriel Agreste, un hombre frío e insesato que se hacía llamar a sí mismo "un diseñador de porte y confianza".
Estaba en Londres organizando las cosas para su próximo desfile, y por supuesto, a aquel descorazonado no le importaría arrastrar a su hijo a la fría capital británica para pegarle un tiro en la cabeza tal y como lo hizo con su esposa.
Porque Gabriel Agreste era un vil asesino.
Y la gente se sorprendería si supieran lo que esconden los fríos ojos azules del diseñador.
Aquel tirano recordaba muy bien cuando le restregó en la cara a su hijo que era un maldito imbécil.
Gabriel suspiró mientras llevaba un cigarrillo a su boca, viendo como la luz del amanecer empezaba a cubrir su rostro.
Empezó a tirar de su cabello como un completo maniático mientras unas risas oscuras y llenas de demencia empezaban a inundar la habitación.
Cada noche hacía eso mientras ahogaba sus remordimientos en un gran trago de alcohol.
Recordaba muy bien la noche en la que le disparó a su esposa en la cabeza, dejándola tirada en el suelo.
Y quería hacer lo mismo con el chico de cabellos dorados.
Quería acabar con la vida de aquel adolescente que apenas estaba empezando a sentir los dolores del amor.
Quería asesinar al joven de sonrisa encantadora y cristalinos ojos verdes.
-¡El desgraciado de Adrien estaría mejor muerto!. -gritó el diseñador mientras unas gotas perladas de sudor empezaban a descender por su rostro-
Pero no sabía que su hijo ya había intentado morir muchas veces.
Y no sabía que su hijo se ahogaba en la desesperación.
Pero, los brazos cálidos de la señorita de traje rojo estaban haciendo que Adrien empezara a sonreir de nuevo.
Pero Gabriel no lo sabía.
No sabía que el sabor agridulce de un beso lleno de dolor estaba llenando el vacio del corazón del rubio.
Y no sabía que la chica catarina tal vez sería lo único que salvaría a su hijo de una pronta destrucción.
Ahora esta historia vuelve a la capital sa, donde dos superheroes veían como el amanecer llegaba a sus corazones.
-Chat... -dijo Ladybug-
Y la mirada destrozada del superheroe se encontró con el fulgor de los ojos de la heroína.
Pero cuando se encontraba con las piezas rotas del corazón del rubio le era imposible hablar.
Chat Noir se acercó a ella y susurró:
-Por favor cariño, no digas más. Si me vas a dejar con lágrimas en los ojos y el corazón hecho pedazos, entonces hoy y sólo hoy te pido que te quedes. Que te quedes conmigo.
Y el de ojos verdes se recostó sobre su pecho, mientras sentía su respiración.
Y es que era imposible para el adolescente hablar con normalidad cuando estaba cerca de ella, le era imposible no perderse en el brillo de sus ojos....
Pero en ese momento su anillo empezó a brillar, agontando el tiempo de su transformación.
-Bueno, este chico ya se va...
Abrazó su cintura y besó el dorso de su mano.
-Pero quisiera verla mañana, mi lady.
Y diciendo esto desapareció entre la oscuridad.
~~~
Okay, esto originalmente iba a ser más gore y despiadado pero las reglas de amino no me permiten expresar mi amor por la sangre y cadaveres....
Asi que, les ofrezco este capitulo bien shipeador y romantico, hago lo mejor que puedo :'v.
Miraculous Writer~ se despide.
![A scar on my heart: Capitulo 3-[I]Y mientras el chico de cabellos dorados se embriagaba con el sabor agridulce del beso de su](https://image.staticox.com/?url=http%3A%2F%2Fpm1.aminoapps.programascracks.com%2F6890%2F5568000618aeb3447a009051902b74f959bfe3f7r1-341-512v2_hq.jpg)
Comments (9)
Sigo esperando la siguiente parte ;)
Responder a: Miraculous writer~
Oki :heart:
Responder a: vale
Ya puedes encontrar el siguiente cap en mi perfil :heart:
Responder a: Miraculous writer~
Graciass :heart:
Si quieres te consigo un doctor, por que creo que te estás muriendo por hacerlo cursi :v
Iba a ser gore, pero las reglas de amino no me lo permiten :'v
No me gusta lo cursi, pero hago lo que puedo :'v
Responder a: Miraculous writer~
Te entiendo :'v
Que Hermozo :heart: Siguee Pliss y avisame