=Antes que den las 12= [One-Shot]

#FanficCSD

Estoy participando en el concurso de esta chica, como es mi primer concurso y mis primeros pasos en esta aplicación espero les guste mi trabajo, sin mas, empiezo con esto.

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[Marinette]

La ciudad de París estaba inundada de nieve, las calles heladas y aún así era agradable estar fuera jugando en ella. Hoy era treinta y uno de diciembre y yo preparaba hacer algo que llevaba unas cuantas semanas preparando, mas mentalmente por que aunque intentara de todo no podía formular palabra delante de aquel chico de cabellos rubios y ojos verde esmeralda que me traiga colgada de la luna boca abajo con una sonrisa grande.

Mire al cielo observando el claro azul celeste, eran las doce de la mañana y estaba afuera de mi casa esperando a Alya. Mi amiga me había ofrecido su ayuda de apoyarme en este especial día.

Como dije, habíamos planeado algo grande para que los nervios no me comieran sola y como Alya me conocía bien no hubiera tenido el valor de acercarme tan siquiera de invitarlo a salir.

Todo había comenzado unas dos semanas antes, mucho antes de navidad, Alya había iniciado una relación formal con Nino y tal parecía que en la clase igual se habían formalizado algunas relaciones, por mi parte estaba disfrutando de la vista como una chica apasionada con el amor pero que su amor no le hacia caso y que para el era invisible.

— Vamos, Marinette —. Alya intento animarme — Solo debes acercarte y pedirle una cita antes de que llegue Navidad. — Mi amiga tenia razón pero por más que intentará cada vez que veía esa sonrisa y el como me saludaba de manera normal me paralizaba y solo atinaba a saludar como un robot oxidado. Solo era eso, simple.

— Que tal si hacemos algo... — Nino hablo, seguro le había dado algo de pena por mi cara desanimada. — El padre de Adrien se ira de viaje a Italia por un desfile de moda el treinta y uno. Adrien se negó a ir por que a el no le gusta esa clase de cosas. ¿Que tal si hacemos una fiesta ese día? — Mis ojos se iluminaron y una sonrisa floto sobre mis labios pero eso se borro cuando recordé lo que pasaría después de pasar año nuevo aquí.

— Sería genial pero... — Alya bajo la cabeza — Me voy después de que termine este año... — Nino de inmediato tomo mis hombros y me agitó creyendo que era una broma.

— ¡Que buena broma, Mari! — Mire a mi amigo de tes morena y mi cara le dijo que hablaba en serio. — No me jodas... — Alya me abrazo sabiendo que era lo mejor.

Me iba a ir de Francia e iba a mudarme a China donde toda la familia de mi madre estaba. Era mi ultimo año escolar y mis padres habían decidido mudarse en ese momento a China sin ninguna problema. Las cosas hechas y papeles listos me hacían saber que no había un pero que se les oponga.

Era que por eso quería terminar todo aquí, no dejar nada por hacer, París estaba a salvo y no había peligro, tampoco necesitaban a LadyBug y el maestro Fu lo había confirmado. La heroína disfrazada de rojo había cumplido con su deber era momento de crecer por mi parte. Hoy igual se lo diría a Chat.

Antes que den las doce quiero confesarme a Adrien.

Antes que den las doce quiero pasar mi ultimo año con mis amigos.

Antes que den las doce quiero despedirme de mi felino amigo.

Antes que den las doce LadyBug se despedirá de París.

El recesó había acabado y la ultima clase era educación física. Durante ella había estado hablando con Alya y Nino. Queríamos hacer una fiesta, donde los padres de todos estén invitados. Después de todo era nuestro ultimo año juntos, cada quién iba a dar lo que pudiera, por mi parte quería hablar bien con mis padres para que después de las doce nos pudiéramos ir esta vez sin retorno.

Mire a Adrien que estaba sentado como todos en un lugar hablando con los chicos de el salón. Empezó a llevarse mejor por algún motivo extraño pero me gustaba verlo bromear y reír, era algo que nunca había visto de forma natural.

Mire las puntas de mis zapatos y hable a mi amiga.

— Alya, Quiero ese día confesar mis sentimientos... — Mi amiga me había mirado asombrada, Impactada, la había dejado sin palabras por la seguridad de la frase que había salido de mi boca.

— ¿Lo harás...? — Moví mi cabeza en un si y volví a mirar a Adrien. Por lo menos quería que supiera mis sentimientos hacia el. — Vaya, ojala esa seguridad te duré hasta el treinta y uno chica, lo necesitarás. — Y con un golpe en el hombro de forma ligera había terminado la conversación.

Ese mismo día habíamos hablado con todos los del salón, era extrañó que todos estuvieran de acuerdo, incluso Chloe acepto la idea y ofreció el gran salón de el hotel lujoso de su padre.

— ¡Ofrezco el gran salón del hotel de papi! — Su voz se hizo escuchar y todos aceptaron el ofrecimiento. — Si queremos tener un buen fin de año, terminemos el año en un buen lugar!

Y con el paso de los días habíamos organizado todo, Chloe había dado ideas para la fiesta, incluso se mostró muy cooperativa y me agrado. Estuve hablando algunos días con ella incluso, un día me había pedido un favor.

— Se que fui en el pasado muy mala y quiero terminar el año tirando todo eso a la basura — Tomo mis hombros — Supe que te ibas y me causa tristeza. — Me abrazo, solo la escuchaba impresionada — Perdoname todo el mal que te haya hecho. — Me dejo de abrazar y yo aun seguía impactada — Espero te vaya bien en tu viaje...

Ese día, descubrí que las personas podían cambiar y Chloe era un gran ejemplo.

Después de todos esos días ahora me encontraba aquí esperando a mi amiga que ya se había retrasado. Escuche unos pasos yendo a mi dirección, me gire y vi como todo el grupo de chicas se encontraba con Alya.

— ¿Por que...? — Alya coloco un dedo en mi boca.

— Si queremos hacer las cosas bien, lo haremos juntas. — Una sonrisa se formo en mi rostro, abrace a Alya y a cada una de las chicas que había ido. Cada una cargaba una maleta donde suponía llevaban el conjuntó que se pondrían hoy en la noche.

— ¡Bien, a empezar! — Chloe me empujo dentro de mi casa. Mi madre y padre vio el circo de chicas que entró a su hogar y lo único que hicieron fue reírse.

Cuando ya estábamos en mi habitación Alya empezó a buscar el vestido que me pondría y cuando lo encontró lo saco de su escondite.

— ¡Joder, chica! — Alya me dio una vuelta mientras las demás chicas miraban el vestido. — Hiciste un buen trabajo haciéndolo... — Sonreí alagada por el cumplido. Las demás solo asistieron. — ¡Bien, empecemos y terminemos este día como se merece!

Y desde las doce hasta las seis de la tarde hicimos de todo para estar listas, era momento de terminar todo.

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La casa se Marinette se encontraba a un crucé de la escuela por lo que a las chicas no se les hizo complicado ir, ahí el chofer de Chloe iría a buscarlas para llevarlas a el hotel.

Marinette estaba que moría de nervios, intentaba del todo permanecer quieta y tranquila pero los nervios podían mas que ella.

Suspiro por décima vez y Juleka un poco cansada de esto la abrazó con fuerza.

— Se que estas asustada y se que esto pueda ser un adiós para siempre, pero debes ser fuerte. Se como LadyBug, se como ella, solo un día para así poder cumplir todo lo que te propusiste hoy.

Los ojos azules de Marinette se abrieron grandes asombrados. Juleka era observadora y desde un principió desde que la salvo de el akuma había descubierto que era Marinette la que portaba el traje rojo.

— Tranquila, nadie más lo sabe... — Esto ultimo se lo susurro en su oído, esto tranquilizó a la de cabello azabache.

— Gracias... — Chloe llego después de haber hecho una corta llamada.

— El chofer esta por llegar, es la hora. — Y como si iban a cometer un asesinato seis chicas sentadas se levantaron, los padres de Marinette iban a llegar después con el pastel para la fiesta así que decidieron que ellas se adelantaran.

Ni menos de dos minutos y el chofer se había estacionado en frente de su hogar. Una pequeña lemosina para ellas siete. Llegarían de forma espectacular a la fiesta.

Por otro lado, en la fiesta los chicos estaban haciendo los últimos retoques a el plan que Adrien tenía.

El chico rubio había descubierto la identidad de su Lady y al saber que era Marinette de enamoro mas de la pequeña chica de delgada figura.

— Esta todo listo, pista, luces, ramo de flores de las que a ella le encantan y el apuesto chico con los nervios de punta. — Kim se recargó en Nino mientras le decía al rubio que todo estaba listo.

— Cuando Marinette de su bello discurso de despedida de año nuevo tu podrás robartela del escenario para confesar tu amor — Max recreo la escena en su mente. — Hay una cero punto cero, cero, cero, cero — Kim miro al chico negando y riendo mientras decía mas ceros — cero uno por ciento que falle el plan mas trabajado en meses. — Nino miro la cara de entusiasmo de su amigo, parecía todo perfecto pero no lo era.

— ¡Y cuando Mari sea mía por fin le diré quien en verdad soy! — Esto dejo confundido a los chicos pero el de cabellos rubios solo creo una mentira que se tragaron.

Las chicas llegaron, el chofer de inmediato fue a abrir. Nath dio la señal de que ellas estaban llegando y como buen caballero espero a su dama de cabellos de oro.

El amor entre el tomate y la abeja había iniciado gracias a una pelea pero desde esa pelea había florecido algo hermoso pero eso era otra historia.

Nino fue por Alya y la chica no dudo en apoyar su mano en la de su pareja. Por ultimo en salir fue Marinette que estaba asustada, ansiosa, Juleka y Rose la acompañaron a la entrada en donde todos al ver a la chica de coletas con su hermoso conjuntó no pudieron quitarle los ojos de encima, mas cierto chico de ojos esmeralda que se le había caído la boca.

Marinette se había ido a sentar y solo esperaba la hora de dar el discursos.

Los invitados terminaron de llegar a las diez de la noche, ella estaba con los nervios de punta. Adrien casi no podía con la corbata que le apretaba la garganta.

La cena fue servida media hora después. Las se relajaron gracias a que empezaron a hablar de lo que había sucedido durante todo el año.

— Que buenos recuerdos... — Hablo Ivan llevándose un bocado de su carne a la boca.

— Claro, hermosos, nunca se olvidarán! — Rose hablo de forma soñadora mientras los demas seguían hablando. Marinette y Adrien se habían calmado un poco. Habían olvidado todo los nervios y estaban intercambiando alguno que otro chiste y mirada coqueta por parte de los ojos esmeralda.

Las once y medía, estaban comiendo el postre, un delicioso pastel de chocolate con fresas y moral con un toque de azúcar glas encima.

Las halagos por parte de varias personas no se hicieron esperar. Los padres Marinette estaban contentos de que les haya gustado.

— Es bueno saber que ustedes comerán nuestro último postre... — Los ojos de algunos que aun no sabían la noticia dejaron de comer. — Oh, ¿Aun no les dice Marinette? — la chica nombrada bajo la cabeza a su postre.

— ¿Ultimo...? — Formulo Adrien dejando de comer.

— Nos vamos de París, hoy es nuestro ultimo día... — Como balde de agua fría, cayo encima de Adrien. Se congeló y para disimular su asombro decidió seguir comiendo.

— ¡Si es así, por favor, sirva mas de su delicioso postre! — Y le extendió el plato, los chicos siguieron su ejemplo y la madre y padre de Marinette solo hicieron reír.

A solo diez minutos, Marinette se encontraba repasando lo que iba a decir. Era la hora o nunca. Alya había ido por un vaso de agua para su amiga, era el primer momento del día en el cual estaban solas.

— Hey... — Marinette se recargó en el hombro de su amiga — Todo irá bien... — La chica sonrió sin muchas ganas, tomo el agua de tres grandes tragos largos y subió al escenario con su copa de vino.

— Pide que no me desmaye... — Alya sonrió y tomo su copa.

— Seré la primera persona que me pondré en frente para atraparte. — Y con un poco mas de confianza, Marinette subió el ultimo escalón.

Toco el micrófono revisando si estaba encendido, cuando el sonido llamo la atención de todos ella tomo una gran bocanada de aire.

— Hola... — Saludo con la mano — Se que no soy buena para hablar en publico pero ustedes me eligieron para dar unas palabras. — Suelta una risa nerviosa. — Si por mí fuera habría esperado a que faltará diez segundos antes de la media noche y hubiera dicho "Feliz año nuevo" pero no lo hice — Cerro los ojos, tomo aire de nuevo y sin leer sus hojas preparadas dejo que su corazón hablara. — Tengo cosas que hacer antes de que inicie el año, tengo amigos que despedirme y una confesión que hacer pero lo primero lo primero... — Miro a todos los que le ponían atención, los ojos verdes esmeralda chocaron con los azules y ella fue la primera en apartarlos.

"— Quiero agradecer a todos y cada uno de ustedes por el magnífico año, a mi familia, a mis amigos, y si tuviera pareja le agradecería igual pero... — Negó y río — No la tendré... — Miro a su amiga y ella solo levanto los dedos pulgares miro el reloj. Diez minutos faltaban, el tiempo pasa volando. — Quiero hacer algo esta noche y quiero que sea especial... — Señalo al chico rubio. — ¡Ese chico, ese chic-co! — Su voz empezó a quebrase y lo único que hizo fue suspirar — Ese chico me gusta, ese chico es el amor de mi vida, el dueño de mi corazón y fantasías y hoy... Hoy le expresó mi amor — Las lágrimas en los ojos de Marinette habían empezado a acumularse. — Por que sabía que no había otra oportunidad que hoy... — Adrien había quedado petrificado,Kim trataba y trataba de moverlo para que reaccionará. Tal parece que la confesión lo dejo un poco ido.

— Vamos, amigo, es ahora o nunca de confesarse. — Adrien empezó a caminar en dirección a ella.

— Ella dijo que le gusto... — Kim golpeó su cara un poco frustrado por la situación.

— ¡Si, Romeo, ahora ve por ella si no se te va ma novia! — Y como si de una película se tratase Adrien llego corriendo hacia el lugar donde se encontraba.

— Solo quiero decirles, gracias por todo y Feliz Año Nuevo... — Marinette tomo un poco de su copa y con esto se bajo del escenario. Corrió fuera del alcancé de su vista e intento seguirla.

No iba a perderla, no ahora.

— ¡Nath! ¡El ramo! — El tomate al escuchar tu nombre y el pedido lanzo el ramo directo a sus manos y siguió corriendo en busca de su chica que había salido a la helada noche de París.

A solo tres minutos antes de las doce Marinette se lanzó a correr en un lugar donde no la vean, Adrien divisó este escondite para poder transformarse.

Y como si fuera coincidencia los dos se habían encontrado antes de la transformación acabara de realizarse.

Si mover nada y sin decir nada, Marinette solo se acerco a el gato que tenia en frente de ella.

— Lamento no decirte antes pero es momento de que esta cantarina vuele... — Tal vez por la obscuridad no haya visto o solo trataba de despedirse de esa forma. La separó de el y le extendió aquel ramo de flores rojas.

— Lo sabía, en algún momento tenia que pasar... — Su sonrisa caída fue lo que le delató el que no estaba bien.

— Si pudiera quedarme lo haría pero esta decidido... — Los ojos azules siguieron sacando lágrimas, Chat solo trataba de detenerlas y al no poder hacerlo lo único que se le ocurrió hacer fue besarla, su primer y ultimo beso con la persona que amaba.

— Tal vez en otro momento, en otra vida, en otro universo nos toque nuestro final Feliz... — Tomo su cara y unió sus frentes. — Prometo que no seré tan ciego y confesaré mi amor, te protegeré y amaré no importa cuando tiempo pasé, se que estaremos juntos... — Marinette esta vez abrazo por completo al gato negro que estaba siendo sincero con ella, besos cada parte de su cara, nariz, ojos, boca, mejillas, frente para volver a atacar los labios que siempre había querido probar.

— Trataré de no ser torpe y muy tímida, aprovecharé al máximo la siguiente oportunidad... — Y sin más, los dos Kwamis salieron por si solos de los prodigios. Se alejaron un poco dejando a los dos para qué su despedida sea apropiada.

— Me gustas, Mari... — Acomodo su cabello suelto — Como Marinette, como LadyBug, como siempre eres. — Y Marinette ya no pudo decir más, Alya llegó corriendo con todos y al ver que estaba con Adrien se tranquilizo.

— Si querían privacidad había la cocina, el lobby, la habitación pero nunca me imagine que tomarían un callejón oscuro. — Adrien abrazo a Marinette protegiéndola del frío que había comenzado a sentir.

— Sera mejor regresar, Mari tiene frío... — Beso su cabeza aún abrazándola. Alya entendió el mensaje y empezó a caminar en dirección a la fiesta. Cuando todos se habían retirado Marinette volvió a hablar.

— Volveré... Volveré por ti, por ellos, por París... — Miro los ojos esmeraldas. — Volveré mas fuerte para detener a los ladrones, bandidos y rufianes de París. Volveré para estar contigo... Lo prometo — Y ahí estaba su Lady, tan segura, tan capas, tan fuerte. Tomo su mano y se inclinó.

— ¿Lo prometes, Mi Lady? — El gato coqueto se reflejo en sus ojos, Marinette solo asintió decidida y le sonrió.

— Lo prometo, Gatito...

La promesa sellada, las despedidas hechas, eran mas de media noche pero ella había cumplido todo lo que iba a ser, se fue esa misma noche despidiéndose de todo y mas de su Adrien que prometió esperarla el tiempo necesario.

Y lo cumplió, tres años después de que los dos hubieran terminado la universidad, Marinette encontró un trabajo en la compañía Agreste, iba a ser la pupila de Gabriel Agreste y no pudo rechazar ma oferta al saber que podía regresar lo mas pronto posible.

La vida puede dar giros, puede cambiar el camino y puede cambiar el tiempo pero cuando se trata de amor puro es lo único que es imposible de cambiar. La distancia no fue rival para aquella catarina y aquel gato coqueto. El tiempo les ayudo a prosperar, a crecer, a madurar y cuando se tuvieron juntos aprovecharlo al máximo todo el tiempo que se les estaba ofreciendo iniciando esta vez junto la historia de amor que los dos siempre soñaron.

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Lamento que sea largo pero espero que lo disfruten. Gracias por leer.

Besos a todos y Feliz año nuevo!