Díɑ de lɑs Mɑdres [One-Shot] Pɑrticipo #TeɑmMoon

[¡̲̅d̲̲̅̅i̲̲̅̅α̲̲̅̅s̲̅ ̲̅b̲̲̅̅υ̲̲̅̅є̲̲̅̅и̲̲̅̅σ̲̲̅̅s̲̅!]

Okno

Adivinen. ¡Sí! Un nuevo blog. No tengo mucha gana de hacer uno de mis discursos, así que empecemos de una :v

#TeamMoon

#EscritorLunar

ємρєcємσs

ρяєgυηтαs

¿Por qué quieres entrar al Team?

Soy una chica a la que le encanta participar, siempre busco la forma de ayudar a las personas en lo más que pueda.

¿Cuánto tiempo le dedicarías al Team?

Todo el que pueda. Sé que se acercan los exámenes finales en mi país, pero eso no me detiene a seguir conectada en MLBA.

¿Cuánto tiempo tardará en hacer el trabajo?

Generalmente tardo como máximo 2 o 3 días. Un día para pensar y desarrollar la idea. El día siguiente para empezar a escribir y corregir faltas de ortografía. A veces no llego y tengo que hacer la portada o el tpl al otro día.

¿Te consideras apto para el trabajo?

itamos que no soy la mejor escritora que haya pisado ésta tierra, pero sé que soy mucho mejor de lo que solía ser hace unos meses antes. Creo que podría considerarme apta.

Defínete

Soy muy romántica y cursi, con una imaginación extraña y un poco pervertida jeje. La gente dice que suelo caerle bien a las personas. Me gusta ayudar en todo lo que pueda, pero eso sí, soy muy olvidadiza.

ᴏɴᴇ-sʜᴏᴛ

Suspiró. Este es el segundo Día de las Madres que él la pasa solo. Hace tan sólo dos años su vida era totalmente diferente. No era un súper héroe, pero al menos la tenía a ella. A su mamá.

La extrañaba, vaya que sí, pero no podía quejarse totalmente de su vida. Tenía a Ladybug, a Marinette, a su novia. También estaban sus amigos como Nino o Alya, pero aquella chica en especial lideraba la lista.Ya había vivido un Día de las Madre solo, pero, esa vez, un akuma fue el causante de que el rubio no pensara en ese día.

—Ahg, estoy aburrido —dijo el kwami de color negro luego de comerse en un bocado su preciado Camembert.

—¿Y qué quieres que haga? ¿Traigo un circo? —contestó de mal humor Adrien. No quería escuchar las quejas de su compañero, al menos no por esa tarde.

—Parece que alguien se levantó del lado izquierdo de la cama —rió Plagg. El modelo sólo bufo —. Bueno, bueno, ¿vamos a la casa de Marinette? Ella siempre te levanta el humor y tiene buena comida.

—No podemos, debe estar con su familia celebrando, no quiero estorbar —dijo el rubio, triste.

Estuvieron unos diez minutos discutiendo de sí ir a la casa de la chica de cabello negro azabache o no. A pesar de que Adrien era persistente, Plagg lo era aún más. Logró convencer al rubio, el cual se transformó al instante en el súper héroe que salva a París. No le fue difícil saltar tejado por tejado para llegar a una de las mejores panaderías de toda la ciudad. Al sólo estar a una calle ya podía sentir el olor a pan que desprendía el negocio.

Se acercó a una de las tantas ventanas y se apoyó en ésta. Miraba atentamente a la joven Dupain-Cheng que tarareaba mientras batía crema. La veía pegar vueltas, saltar, sonreír. En un momento casi se le cae el bol de porcelana, a lo que el chico gato soltó una leve brisa. Pensó que quizás debía irse, así que se giró y preparó su bastón. Antes de saliera de aquella ventana, fue pillado por la chica.

—Así que el gato sólo viene a espiar a la princesa —dijo ella abriendo el cristal, quedando cara a cara con el minino.

—¿Qué puedo decir? Es imposible no hacerlo —Chat Noir puso una cara coqueta, haciendo que la chica ría por lo bajo y le dé un rápido beso en los labios.

—¿Entras?

—No, sólo pasaba a saludar —forzó una sonrisa que fue captada por la chica de las coletas.

—Entra.

—No, ya te dije, yo... —Marinette puso un dedo en su boca.

—Si yo digo que el gatito entra, el gatito va a entrar —a continuación cerró la ventana y se dirigió a la puerta de la panadería a esperar al chico.

El joven obedeció. Se des transformó y caminó hacia donde Marinette lo estaba esperando. Recibió un abrazo y un guiño por parte de ella y ambos entraron.

Por más al fondo, Tom Dupain estaba sacando del horno dos pisos de masa de vainilla con canela. Era una sorpresa para la señora Cheng, un pastel.

—Papá, Adrien está aquí —dijo la chica mientras volvía a batir la crema.

—Hola hijo —Adrien preparó su brazo para saludar al señor Dupain pero, en cambio, recibió un abrazo.

—Jeje, hola —dijo tímido.

—Bien, si vas a estar aquí, tendrás que ayudar —Marinette tomó un delantal rosa anaranjado con pequeños corazones negros y se lo puso al rubio. Se veía tan adorable.

—¿Enserio? —bufo, tratando de ocultar su sonrisa.

—¿Pero qué dices Adrien? Si ese es tu delantal favorito —padre e hija comenzaron a reír, a lo que el rubio se unió al final —. Tienes que amasar el fondant —señaló a una masa azucarada de color rosa pastel.

«¿Qué es el fondant?» pensó Adrien al ver la masa rosada sobre la mesa. Tomó el palo para amasar. No podía hacerlo. Se le resbalaba el palo, se pegaba a sí mismo y lo peor de todo es que la masa seguía tan intacta a como antes de que llegara el rubio. Al notar el tan torpe intento de amasar, la chica de rasgos asiáticos se acercó a su novio. Se puso atrás de él y estiro sus brazos para poder sujetar el palo de madera.

El cuerpo de Adrien se descontroló, cosa que siempre le pasaba cuando la chica estaba tan cerca de él. Sus hormonas se alteraron y cara comenzó a tornarse rojo. Ya la había echo suya hace semanas atrás, pero eso no frenaba las necesidades que tenía su cuerpo.

Cuando salió de sus pervertidos pensamientos, la masa ya estaba amasada. La miró por unos segundos hasta que sintió una mordida en lo que era la parte baja de su nuca. Pasó su mano en el lugar de la mordida y se dio la vuelta, mientras miraba cómo Marinette le guiñaba un ojo después de su pequeña hazaña.

Todo estaba listo, sólo hacia falta la decoración. Tom tomó la masa de fondant y la colocó sobre los pisos de bizcocho de vainilla y canela, dejando ver una capa rosa pastel sobre estos. Con la crema de Marinette comenzó a hacer mini-flores a tal velocidad que dejó sorprendido a Adrien. En el piso superior se le puso una delicada flor de caramelo que habían preparado el día anterior. Era blanca en el centro, rosa pastel en el medio y rosa coral por los bordes. El pastel estaba listo.

Ni bien terminaron unas campanas dieron aviso a que alguien había entrado a la panadería. Ligeros pasos se escuchaban hasta el cuarto en donde los tres estaban cocinando la sorpresa.

—¡Feliz Día de las Madres! —gritaron la adolescente y el padre al unísono. Adrien estaba callado.

—¡No puedo creerlo! —se podía ver la emoción que sentía la mujer al ver la sorpresa que realizaron en su honor.

Casi como corriendo fue a los brazos de su tan querida familia, mientras no paraba de decir la palabra "gracias". El rubio sólo observaba la tan adorable escena mientras hermosos recuerdos brotaban desde lo más profundo de su memoria y se proyectaba como diapositivas. Tuvo que hacer un esfuerzo para no llorar.

En medio del abrazo, la señora Cheng notó la soledad y tristeza que transmitía la zona en la que estaba parado el joven, estiró su brazo, tiró de la muñeca del chico y lo unió al abrazo.

Era un abrazo cálido y simple que desprendía paz. El simple echo de estar ahí te hacía sentir una de las personas más afortunadas en el mundo entero. Era un abrazo único y a la vez tan familiar para Adrien. Extrañaba estar en los delicados brazos de su madre, sentir su respiración en su cabeza y oler su delicioso perfume a rosas. Una lágrima se resbaló por su mejilla.

—Feliz día mamá —dijo casi en un susurro.

Fin

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¿Qué les pareció? Sé que es un poco corto, pero enserio me encantó escribir este One-Shot.

Puede que sea un poco temprano para decir esto, pero...

ｷ乇ﾚﾉ乙 Ðﾉﾑ Ð乇 ﾚﾑ丂 ᄊﾑÐ尺乇丂

Hasta la próxima