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°°°·.°·..·°¯°·..· Capítulo 58 ·..·°¯°·.·° .·°°°

Dos de la madrugada y estoy junto a Marco y Brigitte en el Françoise Dupont listos para robar unas grabaciones de las cámaras de seguridad.

Marco: tenemos mucho tiempo, ¿Cuándo sale el avión?

Alya: a las siete.

Brigitte: pues démonos prisa, hay que conseguir esas grabaciones.

Alya: ¿Y si nos ven por las cámaras?

Brigitte: también robaré estás y hackearé todo para que dejen de funcionar, creerán que fue un error técnico.

Marco: esa es mi mejor amiga. Ahora vamos.

Entramos a la oficina de la directora. Brigitte fue al asiento a encender la computadora mientras nosotros estábamos detrás de ella observando lo que hacía.

Brigitte: esto será mi venganza contra Lila.

Alya: ¿Ya nos podés decir? Sólo me dijiste que íbamos a entrar aquí pero…

Brigitte: enfrente del armario de limpieza hay una cámara. Ese armario de limpieza es donde Janna descubrió a Lila y Héctor.

Marco: ¿Vas a publicarlo? ¿Qué pasará con Janna?

Brigitte: Janna no tiene porqué pagar, le enviaré las cosas a su mamá.

Alya: ¿Qué?

Brigitte: como oyeron – miré a Marco y ambos sonreímos. Brigitte es genial.

Tardamos 20 minutos en hacer todo. Salimos del Françoise Dupont y los tres paseabamos por las calles de Buenos Aires.

Marco: fue estupendo. Nunca había sentido tanta adrenalina.

Alya: lo que hicimos fue allanamiento de morada. ¡Un delito!

Brigitte: somos niños, no nos harán nada – rió –. Tomen – sacó dinero.

Marco: ¿Qué es esto?

Alya: ¿Otra vez…?

Brigitte: necesitaba obtener su paga de algún modo – se encogió de hombros –. Ahora váyanse a su casa, tienen un avión que tomar.

Los tres nos despedimos y cada uno se fue a su casa.

Seis de la mañana. Apago el despertador, me siento en la orilla de la cama y bostezo. Muero de sueño. Tengo media hora para prepararme. Entro al baño, hago todo lo necesario y salgo, me pongo ropa cómoda y bajo llevándome una sorpresa.

Señora Cèsaire: llegó hace cinco minutos. Dice que es tu novio.

Alya: si, eh… luego te explico mamá.

Señor Cèsaire: que bien porque yo también quiero una explicación – ¿Que no se supone que nos veríamos en el aeropuerto?

Alya: creí que te vería hasta el aeropuerto.

Señor Cèsaire: decidí venir antes.

Alya: hablaré con Nino, esperen aquí – llevé a Nino al patio –. Hola.

Nino: hola – me abrazó –, no podía dejar que te fueras con Marco sin despedirme.

Alya: tranquilo, sólo seré su traductora. Fue una gran coincidencia que le hayan tocado las pruebas en Brasil.

Nino: si, estoy tranquilo con eso – comenzó a poner más fuerza en mi muñeca –. Te extrañaré.

Alya: si, eh… – intenté soltarme un poco pero entre más intentaba más me apretaba – yo también.

Señora Cèsaire: ¡Alya! – en ese momento me soltó – ¡Ya llegó el taxi!

Nino: adiós hermosa.

Alya: adiós – salimos y bajé la manga izquierda de mi suéter todo lo que pude para tapar la ligera marca que Nino me había hecho.

Despierto y me pongo a hacer lo necesario para completar mi venganza contra Lila.

Tomo mi laptop y comienzo a escribir un breve texto, aumento la letra para no desperdiciar la hoja y la mando a imprimir. Junto la memoria y el papel en una bolsa pequeña.

Thom: buenos días Brigitte.

Brigitte: hola.

Señor Dupoin-cheng: ¿Lista para tu entrenamiento?

Brigitte: ¡Claro! Ya terminé mis asuntos con Kurtzberg así que comencemos.

Sabine: ¿Kurtzberg? ¿Desde cuándo le decís así a Nathaniel?

Brigitte: desde que se alió con Lila y me traicionó. Ahora necesitaré la ayuda de mis aliados para pagar con la misma moneda.

Señor Dupoin-cheng: creo que comenzaremos por esa parte el día de hoy. Contame, ¿Desde cuándo pensás así?

Brigitte: mm… desde que Alya comenzó a molestarme – y si, cómo ya había dicho antes. Alya y yo nos llevábamos mal, ella me hacía algo y yo me vengaba, otra de las razones por la que conoce muy bien como soy cuando me enojo. Ella lo vivió.

Señor Dupoin-cheng: ¿Eso hace cuando fue?

Brigitte: tenía tres o cuatro años.

Señor Dupoin-cheng: ¿Y por qué pensás así?

Brigitte: porque el Universo siempre te paga con la misma moneda, y como yo no dejo que el Universo me guíe, hago lo mismo que el Universo.

Señor Dupoin-cheng: debemos de corregir eso.

Brigitte: si – me levanté del sillón – me encantaría, pero debo hacer algo antes.

Thom: ¿Y que es eso que debes de hacer?

Brigitte: eh… entrega para Juan. Nos vemos.

Salí corriendo. No quiero que me digan que hacer, ¿Para qué si me van a terminar saliendo las cosas así? Por culpa del Universo, Adrien está enojado conmigo y… ¡Claro! El Universo no quiere que esté con Adrien. Pues lo siento mucho, pero yo estaré con Adrien.

Llego a casa de Lila caminando pues bajé del auto doblando la esquina. Dejo la bolsa de plástico en la puerta de la casa y toco el timbre, me echo a correr lo más rápido posible. Que mal que no podré ver la reacción de su mamá y de Lila.

Estoy escuchando música en mi celular cuando oigo que tocan el timbre y hago caso omiso pues ahí está mi mamá. Sigo escuchando música cuando escucho que mi mamá me habla muy enojada y no sé porque algo me dice que tiene que ver con el timbre.

Lila: ¿Qué pasó? – pregunto llegando al living.

Señora Rossi: ¿Me podés explicar esto? – me mostró su laptop y me quedé atónita al ver el vídeo de cuando Janna me descubrió con Héctor en el armario de limpieza.

Lila: ¿De dónde lo sacaste?

Señora Rossi: eso no importa ahora. ¡¿Por qué lo hiciste?!

Lila: ¡Prefirió a esa italiana que a mí!

Señora Rossi: yo nunca te enseñé eso – me dijo decepcionada –. Meterte a ese colegio te hizo muy mal Lila.

Lila: ¿Qué querés decir?

Señora Rossi: que no volverás al Françoise Dupont.

Termino de ensayar y ahora sí lo hago mejor. Desde mi ruptura con Félix he estado muy desconcentrada, pero sé que tengo que olvidarme de él y tener como prioridad la competencia.

Por fin en poco días iré a Argentina, y el hablar español no se me dificulta nada, es un idioma que aprendí a los ocho años, como mi segunda lengua.

Termino mi entrenamiento y escucho aplausos que viene de las gradas, volteo con las ganas de que sea Félix, pero no, es Luka.

Marinette: grazie, ma non l'ho fatto molto bene – dije mientras caminaba hacia él.

Luka: Cosa dici? Hai fatto incredibile.

Marinette: grazie amico – no quiero que se vuelva a ilusionar conmigo. Él solo sonrió.

Luka: Qualcosa su Félix? – negué –. Tutto sarà risolto, vedrai.

Marinette: Lo spero. Non ho mai voluto che io e lui combattessimo così.

Luka: Pronto per l'Argentina? – cambió de tema y sentí –. Puoi parlarmi in spagnolo?

Marinette: ¿Cómo que quieres que te diga? – puso cara confusa y reí –. Tú dijiste que hablara español.

Luka: torna in italiano, non capisco niente.

Lo abracé muy fuerte. Él sin duda es mi mejor amigo y siempre lo será. Estuvimos así un rato hasta que abrí los ojos y ví a Félix viéndonos, en cuando se percató de que me había dado cuenta de su presencia se fue.

Marinette: ¡Félix!

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