Desde aquella noche el chico de cabellos dorados albergaba en su corazón la esperanza de que su lady al fin lo estuviera apreciando más que como un amigo.
Y el sentimiento de tristeza se iba esfumando lentamente.
-Tecnicamente, no te dijo que te amaba. -dijo Plagg alzando una ceja-
Pero el adolescente no podía pensar en otra cosa más que en el calor de la cintura de su amada, o en esos cristalinos ojos azules que le daban luz a su vida.
Adrien llevó las manos a su rostro hasta cubrirlo por completo, mientras la sangre subía a sus mejillas liberando un pequeño sonrojo.
-Joven Adrien, su padre está a punto de llegar. -dijo Nathalie, entrando a la habitación-
De inmediato el rostro del rubio palideció y su cuerpo empezó a temblar como lo haría una hoja en una fría noche de verano.
-Esta bien Nathalie. -dijo-
Diciendo esto la secretaria de Gabriel salió de la habitación, no sin antes dejarle a Adrien cientos y cientos de deberes innecesarios para agotarlo aun más.
¿Cómo demonios iba a convivir con el asesino de la mujer que le había dado la vida?
Porque el adolescente había estado allí la noche en que su padre le voló la cabeza de un tiro a su madre.
La vió tirada en el suelo, con un charco de sangre decorando su pecho mientras las lágrimas empezaban a destrozar el rostro del rubio.
Y el trauma de ese recuerdo había quedado instalado en el corazón del adolescente como un puñal que hacía que su corazón sangrara.
Así que, el chico tenía dos opciones: podía quedarse allí y lucir como un completo estúpido hasta que su padre llegara o bien podía volver a los brazos de la señorita de traje rojo...
Obviamente eligió la segunda.
-Plagg, llévame con ella.
Y una sonrisa llena de melancolía se dibujó en su rostro mientras se convertía en Chat Noir.
Y así, salió por la ventana.
Adrien había pasado todo el día pensando en lo que vería a continuación.
Y francamente, aquel panorama no podría ser más perfecto: la noche parisina y cientos de estrellas iluminando el cielo.
Pero el brillo de éstas no era nada comparado con el brillo de aquellos ojos, aquellos malditos ojos azules en los que no podía parar de pensar.
Chat Noir vió como la oscuridad de la noche le entregaba la silueta de su amada, con su cabello corto y aquel antifaz que cubría su rostro.
-Hola, mi lady. -dijo Chat-
Y besó el dorso de su mano nuevamente.
-¿Quisiera bailar conmigo señorita?. -preguntó-
-Pero...No tenemos música.
Chat tomó su cintura y la acercó más a su pecho mientras le susurraba al oído:
-Escucha el latido de mi corazón...Es toda la música que vamos a necesitar.
Y al decir esto besó su frente.
-Gato tonto. -dijo ella-
Y una risa ecantadora y dulce llegó hasta los oídos del chico de ojos verdes. La risa de su amada era todo lo que necesitaba oír.
-¿Chat?. -dijo ella-
Y aquellos ojos azules chocaron con los suyos.
-Tú..¿Me amas?
-Te amaré hasta que la última estrella del universo muera. -respondió-
Y todo lo que el adolescente deseaba era que ese momento fuera eterno.
Pero no sabía lo que encontraía al llegar a casa.
![A scar on my heart: Capitulo 4.-[I]Desde aquella noche el chico de cabellos dorados albergaba en su corazón la esperanza de q](https://image.staticox.com/?url=http%3A%2F%2Fpm1.aminoapps.programascracks.com%2F6893%2Fa82a69cd3c9265e1bc43501001e45e0af62f3addr1-300-390v2_hq.jpg)
Comments (7)
Y mi capituló nuevó donde está ?
Lo voy a empezar a escribir :)
Responder a: Miraculous writer~
Okii :heart:
Responder a: vale
Ya puedes encontrar el proximo en mi biografia :)
Me súper mega encanto y me avisas plis
Hermoso -iora- T^T :'v
Gracias y avisame :heart: