|Heathers x MLB| Capítulo 09.

#Heathers

AVISO: Contiene gore.

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Nuestro amor es Dios.

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Adrien y Marinette no regresaron a clase, ninguno de los dos tenía ganas de ver a nadie más ese día. Se escaparon de la escuela y fueron a tomar algo para intentar calmarse.

Él aún adolorido por los golpes que recibió.

Ella aún triste por la vergüenza que había pasado.

Compraron granizados, los favoritos de Adrien, y decidieron sentarse bajo uno de los árboles en el parque, el rubio puso su chaqueta en el suelo para que Marinette se sentara en ella, cosa que la chica le agradeció con una sonrisa.

Se quedaron en silencio, ella calmandose con el paso de el tiempo, pero Adrien solo se molestaba más.

No se notaba, pero el chico estaba ardiendo de rabia por dentro, algo había despertado dentro de él, algo oscuro y que no podía controlar, algo que había estado dormido durante años y que empezó a despertar cuando mataron a Chloe, pero ahora estaba completamente despierto… y sobretodo, hambriento.

La azabache desconocía lo que pasaba por la mente del rubio y solo bebía su granizado en silencio, sin tener idea de lo que le esperaba.

Adrien: Te hicieron llorar… pero eso acabará esta noche.

Marinette miró a Adrien al escucharlo hablar, su voz era suave, casi un susurro, por lo que la chica no pudo escuchar bien lo que dijo. El chico la miró también y habló más alto y claro.

Adrien: Tu eres lo único que está bien en este mundo roto.

Dijo, poniendo su mano en la mejilla de Marinette, la chica se derritió con sus palabras y sonrió un poco ante el tacto. Puso su vaso en el suelo y se pegó más a Adrien para abrazarlo.

Adrien: Puedes llorar… pero cuando llegue el amanecer quemaremos todo y volveremos a construirlo.

Marinette no entendió a qué se refería, quizás algún tipo de metáfora, la verdad es que no le importaba, ella solo quería estar a su lado, la voz de Adrien era como el terciopelo y la relajaba. Estaba en un punto que no sabía que había hecho todo este tiempo sin conocerlo, sentía que había nacido para estar con él. Estaba locamente enamorada del rubio.

Adrien: Nuestro amor es dios.

Dijo el chico, abrazando la fuerte. La azabache se separó un poco, preocupada por el chico. Se sentó delante de él y lo miró con el ceño fruncido, una mezcla entre preocupación y confusión.

Marinette: ¿Estas bien?

El chico negó con la cabeza y tomó la mano de Marinette.

Adrien: Yo estaba solo… era como un lago congelado… pero tú me derretiste.

Un par de lágrimas cayeron por las mejillas de Adrien, y el sujeto la mano de su novia más fuerte.

Adrien: ¿Ves? Ahora yo también estoy llorando.

Marinette: No estás solo, Adrien.

Adrien: Lo sé… por eso cuando llegué el amanecer, quemaremos estas lágrimas y construiremos nuestra ciudad.

El chico secó sus lágrimas con su muñeca y se levantó, ayudando a Marinette a levantarse con él. La tomó por los hombros y la acercó, asegurándose de que lo mirara a los ojos.

Adrien: Nuestro amor es Dios.

La azabache miró a su novio, la expresión en su cara le decía exactamente lo que estaba pensando.

El chico quería vengarse de Kim y de Nino, tenía un plan.

Y ella estaba dispuesta a seguirlo al fin del mundo.

Marinette: Nuestro amor es Dios.

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Más tarde, el teléfono de casa de Kim sono, interrumpiendo su quedada con Nino. Los dos mejores amigos solían pasar todo su tiempo libre juntos, eran uña y carne.

Kim empujó a Nino de encima suyo ya que estaban jugando a pelearse y se levantó,  le dio una patada en broma a su amigo y fue a contestar el teléfono.

Kim: Yolo

Marinette: Hola Kim.

Kim casi se ahoga al escuchar la voz de Marinette, seguro iba a reclamarles por lo de la escuela ese día. El futbolista llamó a su amigo con la mano y puso el teléfono en manos libres para que los dos pudieran escuchar, y para tener su apoyo moral.

Kim: Uh- hola-

Marinette: ¿Cómo supisteis que siempre había soñado estar con dos chicos a la vez?

Los amigos se miraron con los ojos muy abiertos, sorprendidos por las palabras de la azabache.

Nino le hizo señas a Kim para que contestara y el chico se aclaró la garganta antes de contestar.

Kim: Uhhhhhh… ¿lo adivinamos?

Marinette: Bueno… podríamos hacerlo una realidad si queréis… nos vemos en el cementerio al amanecer.

Y sin decir nada más, la chica colgó. Los chicos se quedaron allí en silencio procesando lo que acababa de pasar.

Nino: ¿Por que en el cementerio?

Kim: ¡Amigo! ¿¡Que importa?! NENA GRATIS.

Nino: Es verdad y ni tuvimos que comprarle una pizza.

Kim: CHOCALA.

Los amigos chocaron los cinco felices y Kim se abalanzó encima de Nino para retomar el juego de antes de la llamada.

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Mientras tanto, en la habitación de Adrien, el asentía con la cabeza, orgulloso de que Marinette hubiera conseguido engañar a esos dos idiotas, aunque no era demasiado difícil.

Ella lo miró con una sonrisa y él se acercó para besarla, empujandola hasta que cayera en la cama. Marinette simplemente se río mientras Adrien se colocaba encima de ella. El chico solo se sentó encima y se quedó mirándola con una sonrisa de enamorado.

Adrien: Nosotros podemos empezar y terminar guerras.

Marinette: Somos lo que mató a los dinosaurios.

Adrien: Somos el asteroide que chocó.

Marinette: Murieron porque Dios así lo decidió.

Adrien: No, murieron porque el mundo necesitaba espacio para ti y para mí.

El rubio colocó sus manos en las mejillas de Marinette, ella solo se quedó callada ante esas últimas palabras. Sentía que el corazón se le iba a salir, nunca nadie le había hablado como Adrien.

Adrien: Te adoro… daría mi vida por la tuya. Todos desaparecerán, y plantaremos nuestro propio jardín.

Marinette escuchaba a Adrien como si él fuera el mismísimo Shakespeare, pensando que solo se trataba de poesía y del chico siendo romántico.

Marinette: Nuestro amor es Dios.

Pero Adrien de verdad creía todas las palabras que salían de su boca.

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Ya casi era hora de encontrarse con Kim y Nino. Marinette había pasado la noche en casa de Adrien después de mentirle a sus padres y decirles que estaba con Alya.

Marinette se despertó después de una merecida siesta y vio a Adrien sentado en su escritorio, pero el objeto en sus manos la asustó.

Él chico tenía una pistola.

Marinette: W-wow, ¿es de verdad?

Adrien se giró al escuchar la voz de su novia y le dedicó una sonrisa encantadora antes de contestar.

Adrien: Si pero no te preocupes, no le pondré balas de verdad.

Marinette se tranquilizó después de escuchar eso, pero no parecía estar convencida del todo. Adrien notó eso.

Adrien: Le pondré balas Ich Luge.

Marinette: ¿Qué es eso?

Adrien: Mi abuelo las guarda desde la segunda guerra mundial. No son balas normales, son un tranquilizante muy potente que hace que parezca que estás muerto. Los nazis las usaban para fingir sus propios suicidios cuando los rusos invadieron Berlin.

La azabache no tenía ni idea de la segunda guerra mundial ni tampoco sabía Aleman, por eso no se dio cuenta de que todo lo que le decía Adrien era mentira. Incluso Ich Luge significa 'estoy mintiendo'.

La joven no sabía que él la estaba engañando y ella se lo creyó todo sin cuestionarlo, más bien, irando que Adrien fuera tan inteligente.

Adrien: Las usaremos para que Kim y Nino se desmayan durante suficiente tiempo para que la gente crea que se han suicidado y dejaremos esta nota con el motivo del suicidio.

El chico le pasó un papel a Marinette y la chica lo leyó en voz alta.

Marinette: Nino y yo morimos porque nos cansamos de esconder nuestro amor prohibido gay de un mundo que no lo aprueba.

La azabache se río un poco después de leer y Adrien sonrió. Marinette era tan ingenua.

Adrien: ¿Ves? Y cuando despierten todos creerán que son gays y se burlaran de ellos tal y como se burlaron de ti.

El plan no tenía ni pies ni cabeza pero Marinette estaba tontamente enamorada y para ella tenía muchísimo sentido en ese momento.

La azabache asintió decidida y se levantó de la cama.

Marinette: Vamos a cazar futbolistas.

El rubio sonrió de lado.

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Nino: ¿Por qué habrá elegido el cementerio? Que mal rollo.

Kim: Amigo, no preguntes solo gozalo.

Los futbolistas treparon la verja del cementerio y entraron para buscar a Marinette, los dos emocionados con la idea. Les costó un poco encontrarla pero sonrieron coquetos en cuanto la vieron, parada allí y esperándolos.

Kim: Hola~ Marinette.

La azabache los saludó con la mano mientras ellos se acercaban. Detrás de ella había un árbol grande y detrás del árbol se escondía Adrien.

Nino: Bueno, entonces nos las sacamos o-

Kim le dio un golpe en el brazo por ser tan directo,  el chico solo se encogió de brazos sin saber que hacer.

Marinette: Tomémoslo con calma, Nino… um, quitaos la ropa para mi.

Los chicos sonrieron coquetos otra vez y no tardaron en obedecer.

Kim: Okay~

Dijo mientras se quitaba la chaqueta, Marinette simplemente se quedó allí, aguantando la risa ante lo emocionados que estaban los chicos.

Kim: Te gusta eso huh.

Dijo el quarterback mientras se quitaba la camisa, enseñando sus abdominales y moviendo la camisa en el aire como si fuera una bandera. Nino se desvestia sin tanto show.

Marinette: Oof si, me encanta.

Dijo la azabache algo sarcástica. Los chicos terminaron de desvestirse y se quedaron solo en su ropa interior.

Nino: ¿y tú qué?

Marinette: Um… yo estaba pensando que podríais arrancarme la ropa vosotros, como sois tan fuertes.

Los futbolistas se miraron y sonrieron antes de asentir.

Nino: Jeje claro que podemos.

Kim: Solo mira que músculos.

Marinette: Perfecto~ A la cuenta de tres… Uno.

Nino y Kim: Dos…

Adrien: Tres.

De la nada, el rubio apareció de detrás del árbol con la pistola en alto.

Nino se dio cuenta antes y su primer instinto fue proteger a Kim, el moreno se puso delante de su amigo y recibió dos balazos, uno en el pecho y otro en la parte suroeste de su estómago. Cayendo inmediatamente en el suelo, delante de Kim.

Kim: ¿¡NINO?! OH- POR DIOS.

El quarterback gritó y quiso agacharse a ayudar a su amigo pero vio como Adrien recargaba para dispararle también, así que empezó a correr.

Adrien: Espera aquí, yo me encargo.

Dijo Adrien y empezó a perseguir a Kim.

Adrien: ¿Kim? ¡¡¡KIM!!!

Marinette se había quedado muda, mirando el cuerpo de Nino en el suelo, pero sobretodo viendo sus heridas… estaba sangrando… los tranquilizantes no hacen que las personas sangres.

La azabache se acercó al cuerpo de Nino, se sentó y tomó sus mejillas.

Marinette: ¿Nino? Solo estas dormido ¿verdad?

Dijo ella desesperada mientras agitaba al chico con la esperanza de que despertarse. Lo abofeteó, lo sacudió, le hizo r, lo intentó todo pero ya era demasiado tarde. Sus ojos se llenaron de lágrimas por la desesperación.

Marinette: ¿¡Nino?!

Insistió y empezó a llorar dándose cuenta de lo que había pasado realmente. Adrien lo había matado y le había mentido… y ahora iba a matar a Kim también.

Marinette se levantó rápidamente y corrió tras ellos con la esperanza de detenerlos.

Ella no era la única que estaba llorando, mientras Kim corría por su vida lágrimas calientes corrían por sus mejillas, acababa de ver como Nino, la persona que más le importaba el mundo, la que verdaderamente lo entendía y nunca lo juzgaba, la persona que sabía como era en realidad, su otra mitad acababa de ser asesinada delante de él.

Kim: ¡Mataste a mi mejor amigo! ¡Deja de perseguirme!

Grito desesperado, mirando atrás y viendo como Adrien lo perseguía sin piedad, la mirada del rubio era terrorífica.

Kim: ¡Era broma! No hicimos nada con  Marinette!

Insistió él pero ni siquiera eso detuvo al rubio. Kim corrió hasta llegar a la verja y empezó a treparla pero Adrien lo alcanzó.

Adrien: ¡Bajate de la verja, bájate de la p*ta verja!

Le gritó el rubio y agarró a Kim por el tobillo antes de que pudiera escapar, lo jalo y hizo que se cayera hasta el piso, el futbolista se quejó de dolor y apoyó su espalda contra la verja, al abrir los ojos vio a Adrien apuntandolo con la pistola.

Kim: ¡No entiendo nada! ¿¡Por qué haces esto?!

Lloró Kim, desesperado, sus ojos estaban rojos de tantas lágrimas y su cara estaba roja. Estaba fatal.

Adrien sonrió de lado mientras lo miraba, su dedo en gatillo de la pistola para apretarlo en cualquier momento.

Adrien: Nosotros podemos empezar y terminar guerras.

Dijo el chico con una voz tan tranquila que erizó la piel de Kim.

Adrien: Nosotros matamos a los dinosaurios, somos el asteroide que chocó.

Kim: ¿¡Que caraj-

Adrien: Los dinosaurios se convertirán en polvo.

Kim: ¡¿Que quiere decir todo eso?!

Adrien: ¡Murieron porque Dios dijo que debían!

Kim abrió la boca para hablar pero antes de que pudiera decir nada, Adrien le disparó en la frente, matándolo al instante.

Marinette llegó justo a tiempo para ver cómo el chico le disparaba. La chica empezó a hiperventilar de los nervios… era demasiado tarde.

Marinette: ¿¡PERO QUÉ HAS HECHO?!

Grito la azabache y corrió hacia Kim con la esperanza de ayudarlo pero Adrien se colocó enfrente de ella deteniendola. Marinette solo lo miró y empezó a retroceder mientras él avanzaba. El brillo de los ojos de Adrien no estaba, y Marinette estaba asustada.

Adrien: Te adoro…. Daría mi vida por ti.

Dijo el chico, repitiendo lo que le dijo hace unas horas. El rubio la tomó por las mejillas y la besó, pero Marinette se apartó de él. El la tomó del brazo y la atrajo nuevamente, haciendo que se diera la vuelta y abrazandola por detrás, fuerte, con miedo de dejarla ir.

Adrien: Nuestro amor es dios.

La imagen del cuerpo sin vida de Chloe pasó por su mente. La rubia tendida en el suelo con la taza rota a su lado.

Adrien: Nuestro amor es dios.

Luego la imagen de Nino se le vino a la mente, sangrando con dos balas en el cuerpo después de defender a su amigo.

Adrien: Nuestro amor es dios.

Y la imagen de Kim no se le tuvo que venir a la mente, ya que el cuerpo del chico estaba ahí mismo, a unos metros ella. Con una bala en la frente y lágrimas secándose en sus mejillas.

Ahí la chica se dio cuenta de que Adrien no era lo que ella pensaba… que su mente no estaba bien, y que ella había caído muy bajo enamorándose de él… pero era demasiado tarde.

Marinette: Nuestro amor es dios.

Adrien: ¡Nuestro amor es dios!

Marinette y Adrien: ¡Nuestro amor es Dios!

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