"Oh, queridísimo, ¿cómo podrías siquiera imaginar que la perfección surge de la nada? La verdadera belleza —la auténtica, deslumbrante, arrebatadora belleza— es el resultado de una devoción inquebrantable al arte, de una pasión ardiente que consume cada fibra del ser. Crear, mi querido, no es un acto meramente casual; ¡no, no, no! Es una danza sublime entre la inspiración y la disciplina, entre el chispeante destello de una idea y la laboriosa, meticulosa, infinitamente detallada ejecución."
"Cada puntada que doy, cada tejido que elijo, cada diamante que engarzo, es una nota más en la sinfonía de mi visión. ¡Y qué tragedia sería dejarlo en manos del azar! ¡Qué espantoso sería conformarse con algo 'aceptable' cuando uno puede aspirar a lo absolutamente magnífico! La moda, como la amistad misma, no debe jamás ser tratada a la ligera."
"Y, permíteme decirlo, no hay mayor crimen de estilo que la indiferencia. ¡La pasión, la verdadera pasión, esa que te hace soñar despierto con telas flotando como nubes de verano y vestidos brillando como la aurora, esa es la chispa divina que transforma lo ordinario en lo extraordinario!"
"Así que, mi tesoro, si vas a hacer algo —cualquier cosa— hazlo con todo tu corazón. Hazlo con amor, con arte, con un glamour que haga suspirar hasta a los cielos mismos. Porque si algo merece ser hecho, merece ser hecho espléndidamente."
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